domingo, 3 de julio de 2022

Ballet de Basilea - Andrea Tortosa - La Fille Mal Gardée de Jeroen Verbruggen

La Fille Mal Gardée de Jeroen Verbruggen
para el Ballet de Basilea. Foto: Ingo Hoehn 

Teníamos muchas ganas de ir a Basilea, conocer a la compañía y coincidir con nuestra estimada bailarina alicantina, Andrea Tortosa y por fin se presentó la oportunidad, que nos permitió, además, ver algo del trabajo del coreógrafo belga Jeroen Verbruggen, actualmente muy en alza, reclamado por compañías de prestigio para sus nuevas creaciones. No pudimos ver a Andrea bailar pero sí charlar con ella y compartir un buen momento en el teatro.

Carolina Masjuan


Andrea Tortosa

Paseando relajada y emocionada por su teatro, despidiendo a sus compañeros que o bien finalizaban su carrera o partían de vacaciones, pudimos constatar cómo de querida es entre la audiencia. Eran muchos de entre el público, los que la paraban para felicitarla por su ya avanzado embarazo, deseándole todo lo mejor. Andrea nos confesó que se ha establecido un vínculo emocional muy potente entre los bailarines y su público, fiel y numeroso, que les sigue encantado y para el que se organizan numerosas actividades para fidelizarlo y agradecerle su constante apoyo, ya sea económico, en Suiza el mecenazgo está fuertemente arraigado, como emocional, mediante su constante presencia en el teatro. Ensayos abiertos, cócteles, charlas, representaciones especiales, … todo es poco para lograr esa comunión tan deseada.

Conocimos a Andrea Tortosa hace ya algunos años, cuando empezaba su carrera como bailarina principal en el Ballet de Basilea. Andrea se formó en María de Ávila y tras ganar el Concurso de Castellón, obtuvo una beca para el NDT que le permitió ampliar su repertorio e integrar la compañía suiza, donde por otro lado hay, y han habido siempre a lo largo de su historia, varios bailarines españoles.

Siendo Mauro Bignozetti director y coreógrafo principal de Aterballetto, se incluyó en el repertorio de Basilea una pieza suya, Rossini Cards, escogiendo a Andrea como principal. Así fue como la bailarina alicantina aceptó la oferta de integrar la compañía de Reggio Emilia, de la que formó parte unos años para volver luego a Basilea.

Invitada a menudo en galas por España donde la hemos podido ver bailar, no va a ser posible en esta ocasión disfrutar de su presencia en escena ya que Andrea será mamá en breve. Lamentamos no verla en el rol principal, para el que también fue elegida por Jeroen Verbruggen para su Fille Mal Gardée, pero celebramos esta feliz noticia e importante cambio en su vida personal.

Nos encontramos con Andrea en la ciudad suiza y pudimos charlar con ella.

¿Cuantos años llevas ya en la compañía? Llegué por primera vez a Basel en el 2005. Estuve tres años antes de irme a Aterballetto, y desde que volví en el 2012 son ya diez temporadas… ¡cómo pasa el tiempo!

¿Qué es lo que más te gusta que haya hecho que estés aquí casi toda tu carrera hasta ahora? Es el equilibrio entre mi vida profesional y personal que tengo viviendo aquí. Los bailarines tendemos a sacrificar todo por nuestra vida profesional, viviendo y alimentándonos solamente de la danza, de los cuatro muros del teatro o de la sala de baile y relacionándonos únicamente con nuestros compañeros del mundo de la danza. Yo, desde que estuve en el estudio de María de Ávila, descubrí que más allá de mi pasión por la danza, del querer ser la mejor y de llegar a ‘lograrlo', para que el gran sacrificio, tanto mío como de mi familia, de dejarlo todo en Alicante y marcharme a Zaragoza con 12 años y para sobrellevar la presión de la escuela, necesitaba tener contacto con la vida exterior y con la gente del instituto, estudiar y sentirme una persona ’normal’.

Aquí en Basilea, a parte de trabajar con los mejores coreógrafos, de bailar papeles maravillosos y de tener un grupo de compañeros que me inspiran y respetan, doy clases de danza, hago mis proyectos educativos con institutos y colegios, coreografío y participo en muchos proyectos de danza dónde colaboro con artistas de otros ámbitos, músicos experimentales, pintores, escultores, poetas,… lo que ha hecho que conozca y me relacione con gente de otras ramas y con gente… ’normal’? He, he. Añadir que Basilea como ciudad tiene mucho que ofrecer culturalmente y es una ciudad con una calidad de vida muy alta, lo cual hace muy difícil que quieras irte.

¿Qué nos puedes contar del repertorio? Es un repertorio muy variado y ha ido cambiando a través de los años que llevo aquí. Al principio bailábamos mucho Kylian, que ahora ya no bailamos, luego pasamos a Johan Inger, pasando a Hofesh Shechter, Alexander Ekman y trabajando con muchos jóvenes coreógrafos ex bailarines de NDT con Bryan Arias, Jiri Pokorny, Alejandro Cerrudo, y ahora nuestro último programa ha sido con Sharon Eyal y con el increíble coreógrafo valenciano Marcos Morau, dos de mis coreógrafos favoritos del momento.

¿Y de esta Fille? Fille ha sido un proceso extraño en general, tanto para mí como para la compañía, no se muy bien qué decir… Bajo mi punto de vista, Jeroen se ha preocupado más de impresionar al público visualmente que de los bailarines, la coreografía y la dramaturgia, y la pieza se ha quedado quizás demasiado ‘escolástica'. También tengo que decir que tuvo muy poco tiempo y no las mejores condiciones. Es una pena, porqué había oído cosas muy buenas de él. Eso sí, 'La Fille' fue la primera pieza que bailé después de haber descubierto que estaba embarazada, así que nunca la olvidaré.

Creo que también, además de bailar, has creado coreografías y tienes un pequeño grupo de bailarines con el que organizáis espectáculos ¿es así? Coreografío todo lo que puedo, me llena mucho. Empecé ya creando mi propio sólo para el concurso de Castellón con el que gané la beca para el NDT2, con 16 años. Luego en Aterballetto creé dos piezas y tenía mi pequeño colectivo con el que participábamos en pequeños eventos en la ciudad. Y de vuelta a Basel me empecé a interesar más por la coreografía y creado varias piezas, como ya he explicado antes y colaborando con diversos artistas.

Vas a ser mamá, ¿cómo te planteas tu vida profesional a partir de ahora? La verdad es que tengo muchas ganas de ver como es la vuelta después del embarazo y de la maternidad, como se sentirá mi cuerpo, qué me pedirá… van a ser unos 11 meses fuera del escenario, y aunque he seguido enseñando y tomando clase, el escenario es el escenario y lo echo de menos. Se que lo voy a coger con muchas ganas, y seguramente tendré una visión mucho más enriquecida de la danza y de la vida en general, es muy emocionante.


Jeroen Verbruggen

Este joven coreógrafo belga, actualmente muy solicitado, empezó a bailar a los 13 años y se consolidó rápidamente como un bailarín a seguir. Se formó en la Royal Ballet School de Amberes, fue medalla de plata del Prix De Lausanne, que le premió con una beca para Canadá y ganó también el segundo puesto en el concurso de jóvenes bailarines de Eurovisión, Londres, donde bailó su solo Hyperballad creado por él mismo. En 2001 se convirtió en coreógrafo del canal de televisión nacional belga Vervolgen. Durante el mismo período actuó con el Royal Ballet de Flandes.

La Fille Mal Gardée de Jeroen Verbruggen
para el Ballet de Basilea. Foto: Ingo Hoehn 
En 2004 integró el Ballet de Montecarlo en el que permaneció durante 10 años. Esta compañía le dio al mismo tiempo un gran crecimiento profesional y reconocimiento. Brilló en los papeles protagonistas de las producciones principales de Jean-Christophe Maillot, y participó en obras de coreógrafos invitados, como Sidi Larbi Cherkaoui, William Forsythe, Emio Greco y Marco Goecke. Esta experiencia enorme y diversificada inspiró a Verbruggen para desarrollar su interés en la coreografía. Su debut como coreógrafo a gran escala tuvo lugar en el 2012 cuando Maillot le confió la producción de Kill Bamby para la compañía de Montecarlo. Kill Bamby hizo que críticos y expertos hablaran de Verbruggen como de una estrella en ascenso. Su siguiente espectáculo Arithmophobia puesto en escena en 2013 para la misma compañía, volvió a demostrar la condición de Jeroen Verbruggen como coreógrafo consolidado con un fuerte estilo personal.

En noviembre de 2014, el estreno de El Cascanueces para el Ballet del Grand Théâtre de Ginebra recibió críticas entusiastas. Algunas coreografías de Verbruggen tanto para compañías clásicas como contemporáneas: Compañía nacional de danza de Gales (2015), Ballet Nacional de Marsella (2016), Ballet de Flandes (2016), Ballet de Nuremberg (2016), Ballet Nacional de Eslovenia (2017), Ballet de Basilea (2021). También Dance Open Festival presentó las versiones de Jeroen Verbruggen de dos ballets legendarios de Tchaikovsky que abren el camino para percibir estas obras maestras de una forma totalmente nueva.

La Fille Mal Gardée de Jeroen Verbruggen
para el Ballet de Basilea. Foto: Ingo Hoehn 

Ballet de Basilea 

El Ballett Theatre Basel es básicamente una compañía de danza contemporánea, aunque con una fuerte base clásica, « nadie nos quita nuestras clases de barra y centro diarias », nos diría Andrea, además, la escuela de danza clásica asociada al teatro, tiene fama internacional. Los bailarines son conocedores, pues, tanto del ballet clásico como de la danza moderna y combinan el más alto nivel de rendimiento de danza con dinámicas artísticas y expresividad lúdica. Cuentan con un gran éxito en el país y en el extranjero con ballets narrativos y obras abstractas y contemporáneas. Invitan regularmente a coreógrafos de renombre internacional para crear para ellos, como Sharon Eyal, Hofesh Shechter, Alexander Ekman, Jeroen Verbruggen y Johan Inger. En el centro del trabajo artístico de la compañía se encuentra su director artístico Richard Wherlock, que ha sido el director del departamento de danza del Theatre Basel durante más de veinte años.

La Fille Mal Gardée de Jeroen Verbruggen
para el Ballet de Basilea. Foto: Ingo Hoehn

Richard Wherlock 

Nacido en Bristol (Reino Unido), estudió en la reconocida Rambert School de Londres y trabajó como bailarín en su compañía. Ganador del premio de promoción de Renania del Norte-Westfalia para jóvenes artistas en 1992. Director de ballet en el Hagen Theatre de 1991 en 1996, luego director del Lucerne Ballet durante tres temporadas y director artístico y coreógrafo del Berlin Ballet en la Komische Oper Berlin . Ha sido director y coreógrafo jefe del Ballett Theatre Basel desde 2001/2002, y de 2004 a 2009 fue director del festival ‹basel tanzt›. En 1999, Richard Wherlock fue nominado para el premio internacional de danza 'Benois de la Danse'. Fue cofundador de SiWiC, un curso internacional suizo de formación avanzada en coreografía de 1997 a 2011. Wherlock es miembro del jurado en concursos internacionales de danza en Roma, Florencia, Hannover, París y Valencia. También fue presidente del jurado de las becas Migros de danza durante muchos años. La ciudad de Basilea ha dedicado una placa a Wherlock en el 'paseo de la fama' de Spalenberger, donde aparece junto a otras personalidades de Basilea como Roger Federer o Jacques Herzog y Pierre de Meuron.


La Fille Mal Gardée de Jeroen Verbruggen Ballet del repertorio tradicional con un nuevo giro en el argumento y la puesta en escena.

La Fille Mal Gardée de Jeroen Verbruggen
para el Ballet de Basilea. Foto: Ingo Hoehn 
En esta versión del coreógrafo belga Jeroen Verbruggen, Lise se enamora de una mujer, Colette, en lugar del joven granjero Colas. Y Alain, el elegido por la madre de Lise como su yerno, desarrolla una relación un tanto peculiar con un espantapájaros. El famoso baile de las gallinas es interpretado por conejos, y fardos de heno envueltos en plástico actúan como escenario. ‹La fille mal gardée› es uno de los ballets más antiguos que se conservan. Jeroen Verbruggen transforma la vida idílica del campo y los personajes realistas del ballet tradicional, en un ballet de historia queer con confusión de género y una amable ambigüedad.

Con la música original de Louis Ferdinand Hérold, con alguna pequeña licencia, adaptada por John Lanchbery, el coreógrafo belga convierte el ballet narrativo más antiguo que se conserva hasta la fecha, en una velada de danza queer. Transfiere el escenario rural francés idealizado del siglo XVIII a la región costera holandesa de Zelanda. Un molino de viento y fardos de heno rosa envueltos en plástico, dan un toque industrial a la actividad agrícola original. 

El famoso baile de los zuecos se convierte ahora en un baile con botas de agua también efectuado por mamá Simone, aunque las dos amantes se apoderan de ellas en un juego cómplice. Los sonidos de los pájaros reemplazan la música, transmitiendo a veces sensación de libertad, y sensación de encarcelamiento otras. Con el tema dominante del matrimonio de conveniencia, Verbruggen traslada el argumento del interés económico a las expectativas sociales respecto a la orientación sexual.

Los elementos escenográficos juegan un papel muy importante, creando efectos muy potentes e impactantes que refuerzan la trama y seducen inmediatamente. El molino gigante, el espantapájaros volador (en lugar de Alain con la sombrilla), los fardos que se rompen derramando los fragmentos de heno rosa sobre el escenario y que dan mucho juego a los bailarines, hacen que la historia se desarrolle de una forma muy dinámica, siempre alegre y sin dejar ningún resquicio al aburrimiento.

La Fille Mal Gardée de Jeroen Verbruggen
para el Ballet de Basilea. Foto: Ingo Hoehn
Con una vis cómica, como en el ballet original, pero aquí creada por otros elementos ¿cual es la causa de los estornudos y los mocos? Quizás alergia al heno, tan habitual hoy en día, quizás un resfriado que pueda hacer temer la COVID, en todo caso crea momentos hilarantes sin caer nunca en la vulgaridad. No obstante, creemos que no nos permitió disfrutar completamente del potencial de la compañía, sobre todo del elenco femenino para el que encontramos a faltar más desafío técnico que sin duda eran totalmente capaces de abordar. Para el espantapájaros, Alain, o su padrino, los personajes masculinos principales, sí hubo momentos de lucimiento que ellos supieron aprovechar.

El cuerpo de baile no apareció todo lo cohesionado que sería de esperar y echamos de menos igualmente una mayor claridad en el desarrollo de la historia. Era difícil descubrir y seguir a la amante de Lisa. No fue hasta el final del primer acto cuando ya nos resultó evidente. Fue ese un momento delicioso, el paso a dos del final del primer acto entre las dos amantes, con gran complicidad y risas contagiosas, felicidad pura absoluta, transmitiendo muy « buen rollo » y calando hondo en la audiencia.

La Fille Mal Gardée de Jeroen Verbruggen
para el Ballet de Basilea. Foto: Ingo Hoehn
Un dato curioso es que Andrea nos dijo que no era ésta la coreografia que más representaba a la compañía, a la vez que Jeroen nos había dicho unos meses antes, cuando tuvimos ocasión de charlar con él y con su asistente coreográfico Sebastien Mari, que no era éste el ballet que más representaba su trabajo. Sin duda, tal como nos comentó Andrea, las dificultades que tanto el elenco como el creador encontraron los días de la creación, con muchísima actividad en el teatro, poco tiempo y poca disponibilidad de según qué artistas, condicionaron el resultado final. 

Pero aún y así, hemos de decir que según nuestra visión general, se trata de un ballet simpático, amable, alocado, muy fácil de ver y de disfrutar y con el que pasamos una velada deliciosa de danza.

Con la magnífica orquesta del Teatro de Basilea tocando en directo, el teatro habiendo colgado el cartel de completo desde hacía días, los aplausos del público totalmente seducido y entregado a sus artistas, culminaron una estancia en Basilea para no olvidar.

¡Muchas gracias Andrea y a todos los artistas!

Elenco :
Lise – Gaia Mentoglio / Andrea Tortosa Vidal
Colette – Tana Rosás Suñé / Celia Sandoya
Mama Simone – Rachelle Scott / Mikaela Kelly
Vater Thomas – Frank Fannar Pedersen / Javier Rodríguez Cobos
Alain – Francisco Patricio / Diego Benito Gutierrez
Vogelscheuche – Anthony Ramiandrisoa / David Lagerqvist
Hasenfreund*innen – Stefanie Pechtl, Lydia Caruso, Eva Blunno, Kelly Keesing, Giacomo Altovino, Aleix Labara, Matias Rocha Moura
Fuchsfreund*innen – Lisa Horten-Skilbrei, Debora Maiques Marin, Marina Sanchez Garrigós, Giuliana Sollami, Dayne Florence, Elias Boersma, Rubén Bañol Herrera, Matias Rocha Moura, Kazuki Mitsuhashi

Para conocer un poco más sobre esta versión pueden pinchar aquí y aquí 

Y para disfrutar de Andrea en su faceta de maestra de ballet aquí



sábado, 2 de julio de 2022

"Pols" por ManNera Dance

"Un canto a la vida, a la tierra, a nuestras raíces más profundas"

"Pols" ManNera Dance

Aleix Martínez junto con ManNera Dance, exploran el imaginario popular colectivo con el estreno de «POLS». 

Junto con las colaboraciones del "Esbart català de dansaires", los "Falcons de Barcelona" y los "Gegants de Premià de Dalt", ManNera Dance se adentra en un trabajo de integración y diálogo artístico entre las diversas culturas, tradiciones y mitos populares como base y motor creativo, partiendo de un lenguaje y poesía visual personales.

Pols - ManNera Dance
Con más de 40 intérpretes en escena, POLS, quiere ser un punto de reencuentro y conexión, un espacio donde darse la mano y quizás comprender que nuestras similitudes son más prominentes que nuestras diferencias.

La Masía señorial del siglo XVI, Can Franquesa y sus entornos se convierten durante los días 14 y 15 de julio 2022 en el escenario de la primera edición del Festival Franquesa.

Situado en el corazón de la población del Maresme, Premià de Dalt, se convierte en un punto y espacio de encuentro y exploración colectiva donde la danza y las artes escénicas, se integran y se arraigan en la cultura y legado popular partiendo de una visión e impulso vanguardista.

Impulsado por la Sociedad Cultural Sant Jaume, el Festival Franquesa quiere ser un punto de conexión y experimentación del movimiento, un espacio donde buscar puentes de diálogo entre todos los asistentes a través de una amplia oferta cultural compuesta de diversas propuestas escénicas, sardanas populares y talleres gratuitos de experimentación del movimiento abiertos en todas las edades.

Apostando, no sólo para la ampliación de la oferta cultural en beneficio de la población y residentes de Premià de Dalt, el Festival Franquesa, quiere postularse durante dos jornadas como espacio de creación, investigación, diálogo y experimentación del movimiento del Maresme .

Pols - ManNera Dance
«Como artista y creador, mi interés y motivación siempre ha estado ligado a las inmensas posibilidades y al potencial de las artes como herramienta social, educativa y transformadora de cara a una sociedad y como a través de ellas podemos crear puentes de cohesión y diálogo a través del movimiento.
Partiendo del entendimiento del movimiento como forma primaria de comunicación y expresión personal y colectiva, siempre me ha despertado un gran interés la búsqueda y exploración de nuestras raíces y de la cultura popular, ya que para mí , éste es un claro ejemplo de conexión y diálogo a través del movimiento entre varios puntos de la sociedad." 
Aleix Martínez, Bailarín Principal en el Hamburg Ballet y Director Artístico de ManNera Danza.

Toda la programación en : www.festivalfranquesa.com


Talleres gratuitos : Jueves 14 a las 18.15h - Adultos / Viernes 15 a las 18.15h - Infantil 
La Cisa ( Espectáculo familiar ) : Jueves 14 y viernes 15 a las 19.30h
Sardanas Populares (gratuito): Jueves 14 a las 20h
Bunker: Jueves 14 y viernes 15 a las 20.15h
POLS (ESTRENO): Jueves 14 y viernes 15 a las 22.00h


sábado, 14 de mayo de 2022

Giselle y Albretch viajan al Moncayo


 

La Compañía Nacional de Danza presenta una peculiar Giselle en el Teatro Real. Será los días 18, 20 y 21 de Mayo cuando la romántica campesina alemana se transformará en una bellísima aldeana de la Sierra del Moncayo que al igual que su homónima germana morirá por el desamor, en este caso, de un viajero extranjero. 


 

Lola Ramírez

El pasado 11 de mayo tuvo lugar por todo lo alto la presentación en uno de los salones del majestuoso Teatro Real. Joaquín de Luz, director de la CND y responsable de la versión coreográfica de este clásico del ballet, y Borja Ortiz de Gondra, autor de la nueva versión, dieron a conocer esta Giselle con latidos aragoneses.

 

Joaquín de Luz, que se estrenó como papá hace ocho meses, manifestó un maravilloso estado de ánimo: “A pesar de no dormir, tengo la energía de un joven de 20 años y me hace mucha ilusión bailar y acompañar a mis bailarines en esta producción tan especial para mí”, afirmó el coreógrafo y bailarín, refiriéndose a una Giselle con sangre española y cuya trágica historia de amor se desarrolla en una aldea de la Sierra del Moncayo. 


Ángela Cremonte
Pedro Alonso



Además de danza, en esta versión de Giselle tendrá protagonismo la poesía de Gustavo Adolfo Bécquer. Con la voz en off de Ángela Cremonte (Las chicas del cable) y Pedro Alonso (La casa de papel), los sentimientos de Giselle y Albrecht saldrán a flote no sólo a través de la danza sino también de las palabras. “Son dos actores extraordinarios. -afirma Borja Ortiz-. Nos llevó una tarde entera encontrar el tono exacto que queríamos para esos versos, pero lo conseguimos. Con Ángela ya había trabajado anteriormente y la elegí porque buscaba a alguien capaz de contar en seis versos el dolor que puede sentir una mujer que ha terminado por convertirse en un fantasma. Poca gente puede hacer eso y ella lo consiguió. En cuanto a Pedro, es mundialmente famoso, todos lo conocemos por su magnífica interpretación en La Casa de Papel, es un actor formado en el teatro, muy comprometido. Vino a grabar esa tarde con una serie de paisajes que a él le ponían en el lugar emocional para leer los versos”. 
 
Joaquín de Luz en la rueda de prensa (Foto: Lola Ramírez)

“Nos planteamos por primera vez –continúa Borja-  por qué una mujer es capaz de darlo todo por amor y qué consecuencias paga por eso. Y qué consecuencias paga el hombre que le hace abandonarlo todo por amor y no es capaz después de asumir ese amor. Yo creo que esta obra es absolutamente intemporal porque habla de algo que nos atañe a todos. ¿Estamos dispuestos a pagar el precio que nos exige el amor e ir hasta donde nos lleve? Al final ponemos voz a Giselle para que diga lo que nunca se ha escuchado y qué es lo que piensa de ese hombre que no la supo querer bien. Y eso creo que ahora mismo es bastante contemporáneo”.


La pregunta en este relato casi filosófico es si la juventud actual puede sentirse identificada con un espectáculo de estas características. Para Joaquín de Luz este es uno de sus retos, “que esta obra tenga impacto en los jóvenes que están ahora acostumbrados al mami-chulo, papi-chulo del reguetón. Desde la CND, al igual que desde el Teatro Real con las Jornadas Educativas, estamos trabajando para que la danza y la cultura se integren en el tejido social a través de la educación. Tenemos guías audiovisuales y hemos hecho dos cuentos, uno de Giselle y otro de nuestra producción de Carmen, incluso con versiones en braille. Queremos que la danza se integre y qué mejor que empezar ya desde el principio, que se hable de cultura en los hogares, en la televisión y en la educación”. 

 

Bailarinas ucranianas en Giselle

 

Cuatro bailarinas ucranianas forman parte del elenco de esta versión de Giselle que se verá en el Teatro Real. Por un lado, Katja Khaniukova, primera solista del English National Ballet, como invitada especial en las funciones del día 20 y del 21, a las 21.00 horas, dará vida a la protagonista junto a Joaquín de Luz y Alessandro Riga respectivamente. Y, por otro, las tres bailarinas rescatadas por el director de la Compañía Nacional de Danza, quien a través de unos amigos se enteró de que estaban tratando de huir de la trágica situación de su país y encontrar trabajo en una compañía extranjera. Anastasiia Hurska, será bailarina principal e interpretará el rol de Myrtha el 20 de mayo y el paso a dos del Pas de Paysan en las dos funciones del 21, mientras que sus dos compañeras, Yelyzaveta Semenenko y Kateryna Chupina formarán parte del cuerpo de baile en el papel de las etéreas Willis. Quiso hacer hincapié Joaquín de Luz en el hecho de que la integración de estas tres bailarinas ucranianas en la compañía no supone “un acto de caridad sino el oportuno aprovechamiento de unas cualificadas profesionales que en estos momentos no podían desarrollar su talento en su país debido a la guerra”.

 

No se plantea de momento el director de la CND hacer un vídeo con esta Giselle para que pueda llegar a más público. “Esto es algo complicado en el tiempo que vivimos –afirma-. Grabar un ballet requiere mucho esfuerzo y mucha burocracia, no sólo aquí, en todo el mundo. Ojalá este ballet pueda llegar al máximo de público. Ahora vamos al Kursaal y en enero iremos a Bogotá. Vamos a intentar expandir nuestra voz.

Balletwoche 2022 en Munich



Antonio Cavalinho y Margarita Fernanes en Lago de Los Cisnes (Foto: E.Kauldhar)


 
Tras dos temporadas sin poder disfrutar de este maravilloso evento anual, se ha celebrado en el Teatro Bayerische Staatsoper de la ciudad alemana de Munich la gran fiesta de la danza. Del 26 de marzo al 3 de abril de 2022 excepcionales producciones pertenecientes al repertorio del Bayerisches Staatsballett, la compañía de Danza del Staatsoper, han  hecho las delicias de un público ávido de belleza, técnica y talento.

Dos de las representaciones más aplaudidas han sido: Jewels ( Balanchine)  y Lago de los cisnes

(Ray Barra).


Cristina Ribé

JEWELS   29/3/22

Coreografía: George Balanchine

Música: Gabriel Fauré  (Esmeraldas), Igor Stravinsky  (Rubies), Peter I. Tschaikowsky 

(Diamantes).

Compañía de Danza Bayerisches Stattsballett

 

Jewels es una pieza de arte atemporal, Balanchine crea un ballet único lleno de emociones y contrastes.  Consta de tres piezas centrales, cada una de ellas representa a una piedra preciosa completamente distinta, la música de tres compositores de estilos y épocas diferentes dan vida a las tres joyas. Se inspiró en el diseñador-joyero Claude Arpels y escogió la música que consideró relevante para exaltar la esencia de cada una de ellas.

Un ballet completo que no solo ofrece la diversidad de la inspiración creativa de Balanchine, sino que llena un programa completo al tiempo que se aleja de la ingenuidad de muchos ballets con historias y argumentos un tanto irreales. Por estos motivos, cada vez más compañías de danza de todo el mundo lo incluyen en su repertorio.

 

Esmeraldas

La primera parte de la trilogía, con música francesa de finales del siglo 19, nos traslada a los ballets románticos, de áureas y temas encantados, al estilo de Giselle o La Sylphide. La coreografía de Balanchine es un homenaje a esa época, un estilo inusualmente suave, gentil y lírico. Los dos solistas y el cuerpo de baile brillan con sus maravillosos vestidos de faldas de tul y tocados en verde simulando las esmeraldas que dan nombre al ballet. Un delicioso resultado mostrando a los bailarines en todo su esplendor.

 

C. Castos y S. Wagman en Rubies (Foto: K. Lotter)


Rubies

En Rubíes, en cambio, la coreografía pertenece enteramente al siglo XX. La música escogida es nerviosa, impetuosa e insaciable que recuerda el ruido callejero de la Nueva York contemporánea, con sus rascacielos y luces deslumbrantes en Broadway. Aquí no hay princesas sólo bailarinas de revista con vestidos cortos que muestran todos sus encantos. El estilo de este ballet es pura América: una carta de amor de un ruso desplazado a su país de adopción. La pareja solista es descarada, ambos compiten en un ingenioso e inteligente concurso, ella siempre un paso por delante de él, desafiándolo a dar saltos y giros cada vez más grandes y virtuosos, ella es atrevida y engreída. ¡Un tándem explosivo y audaz!

 

 

Diamantes

Con DiamantesBalanchine viaja en el tiempo a la Rusia de su infancia; al esplendor del ballet zarista y a su lujosa puesta en escena.  La música de Tchaikowski  captura simultáneamente la elegancia y la fragilidad de esa época perdida. La coreografía de Balanchine remite deliberadamente a las obras de Petipa, le rinde homenaje abiertamente a quien tanto influyó en sus años de formación. El vals del comienzo del ballet bailado por un cuerpo de mujeres en tutus blancos, podría provenir casi directamente de un ballet de Petipa. Todos los pasos son estrictamente clásicos…


EL LAGO DE LOS CISNES   30/3/22

Coreografía de Ray Barra (1995) basada en la original de Marius Petipa Lew Iwanow

Música: Peter I. Tschaikowsky

Compañía de Danza: Bayerisches Stattsballett

 

La carrera de Ray Barra se desarrolló en la segunda mitad del siglo XX, plena era de Balanchine, cuando el ballet clásico experimentaba vías hacia el neoclásico. Una época en la que, después de una larga lucha, finalmente el ballet clásico y la danza moderna se retroalimentaron mutuamente. Barra se convirtió en el testigo, colaborador instrumental e incluso creativo, de la renovación del ballet de acción tradicional de Cranko, del cual recibió una enorme influencia.

Ray Barra da a su Lago de los Cisnes una nueva forma, un cariz que corresponde al tempo y al gusto de la época. Formado en el Ballet Theater de Nueva York, se basa en una técnica de danza clásica de gran categoría, acompañada por la voluntad de contar la historia en un estilo contemporáneo y de forma comprensible.

El príncipe de Barra no es un héroe ingenuo de cuento de hadas, sino un joven desafiante que reacciona cada vez más desesperadamente a los deseos de matrimonio de su madre. El antiguo escenario de los cuentos de hadas se traslada a la corte prusiana a finales del siglo XIX. La tragedia termina con la muerte del príncipe y con la imagen de desesperación de su madre, la reina, llena de dolor y culpabilidad .

Durante más de un siglo, el ballet del Lago de los Cisnes ha cautivado los corazones de los fanáticos de la danza clásica. 

Esta versión de Barra es una historia de amor vibrante, renovada y trágica, hermosa y actualizada que atrapa y extasía al público.

El cuerpo de baile del Bayerische Staatsballett realiza una labor exquisita con gran precisión cuidada al detalle. Todos ellos poseen una técnica impecable, escenifican a la perfección los distintos episodios que van desarrollándose en la obra, así como la propia ejecución de la coreografía. En el caso del solista masculino, Jinhao Zhang ( Principe  Siegfried), vemos la evolución que sufre su personaje, de ingenuo y dependiente de los deseos de su madre, a su propia elección de vida, que le lleva finalmente a la muerte…. La solista femenina, Ksenia Ryzhcova, (Odile/Odette), elabora una excelente interpretación de la dualidad del cisneblanco y el cisne negro.

La escenografía minimalista hace destacar la labor de los bailarines, y el bellísimo vestuario de John Macfarlane resalta y completa la belleza global de la producción.

El montaje brilla más, si cabe, gracias a la magnífica interpretación en directo de la Orquesta de la Opera de Bayern.

 

Estamos ante una obra de arte diseñada con amor para exhibir magistralmente las cualidades especiales de los bailarines.

 


 

 


 

 


 

 

 


 

 

 

 

 

martes, 26 de abril de 2022

Los Ballets Jazz de Montreal en Sant Cugat (Barcelona)

Les Ballets Jazz de Montreal
Foto: Ajuntament de Sant Cugat


Los Ballets Jazz de Montreal llegaron por fin a l'Auditori de Sant Cugat y, con un lleno absoluto, conquistaron a la audiencia. La compañía de danza de Montreal estaba programada antes de la pandemia y no ha sido hasta ahora que ha podido bailar en la localidad Vallesana, caracterizada por una fuerte apuesta por la danza de calidad.

Carolina Masjuan

El Ballet Jazz de Montréal (BJM) es una compañía de repertorio que presenta una forma híbrida de danza combinando la estética del ballet clásico y abarca muchos otros estilos diferentes de danza.

Fundada en 1972 por Geneviève Salbaing, Eva von Gencsy y Eddy Toussaint, la compañía tiene un estilo propio y una trayectoria muy definida. Muy contemporánea en su enfoque actual, las actuaciones de los BJM son sexys, explosivas, originales y accesibles. El término "jazz" en el nombre se refiere más a un "jazzing up" del ballet clásico que a un estilo musical o de baile.

Los BJM han alcanzado un nivel de madurez y estabilidad organizativa mientras permanecen en constante evolución dentro de la danza contemporánea. Cuando al director artístico desde 1998, Louis Robitaille, se le ofreció la oportunidad de crear algo épico para las celebraciones del 375 aniversario de Montreal, supo de inmediato lo que quería hacer. “Me tomó entre 30 a 60 segundos llegar a la idea de unión entre los BJM y Leonard Cohen. Y ha sido un gran viaje desde entonces”, dice el artista.

Robitaille, ex estrella de cabello plateado de Les Grands Ballets Canadiens, se refiere al enorme esfuerzo requerido para obtener el permiso de Cohen antes de morir, así como los derechos de su música. Dance Me es el proyecto más grande en los 46 años de historia de la compañía. El diseño multimedia costó 500.000 dólares y tardó tres años en llevarse a cabo.

"El Sr. Cohen recordaba bien los Ballets Jazz de Montréal, y le atraía el hecho de que ambos fueran de Montreal”, recuerda Robitaille sobre el músico, cantante y poeta, que murió en noviembre de 2016, antes de tener la oportunidad de ver Dance Me. “Todos los que participamos en el proyecto estábamos muy involucrados emocionalmente. Queríamos hacer algo no solo excepcional sino algo correcto para el Sr. Cohen y, por supuesto, cuando falleció, la presión y el estrés fueron aún mayores. Nuestro objetivo era alcanzar ese canon, ese monumento de Leonard Cohen”.



Las estipulaciones de Cohen también coincidieron perfectamente con la propia visión de Robitaille para el proyecto de danza: que debería ser sobre la música y no sobre su vida privada, y que debería ser más que una serie de sus viejos éxitos como "Suzanne" y " Hasta siempre Marianne”.

“Tuvimos la suerte de que en su último álbum [You Want It Darker] las canciones se volvieron más oscuras, y los críticos musicales lo consideraron una obra maestra”, dice Robitaille. “Usamos tres canciones de ese álbum, así que realmente usamos canciones desde el principio, desde 1967, hasta la última”.

Los BJM, conocidos por bailar el trabajo de los mejores coreógrafos contemporáneos del planeta, contrataron a tres artistas de vanguardia para crear el espectáculo. Andonis Foniadakis, nacido en Grecia, adoptó un enfoque cargado de energía física, profundizando en el significado de las letras de Cohen, dice Robitaille, mientras que Annabelle López Ochoa, nacida en Colombia, le dio un flujo más lírico al movimiento. En cuanto a Ihsan Rustem, nacido en Turquía y criado en el Reino Unido, trabajaba con la compañía por primera vez, y es alguien a quien Robitaille buscaba incorporar desde hacía mucho tiempo.

Pero el programa trata de mucho más que la conocida versión del amor de Cohen. En todo momento, las proyecciones de video evocan los grandes ciclos de las estaciones y aluden de manera conmovedora a la mortalidad sobre la que Cohen escribió con tanta frecuencia antes de su muerte.

“Ya sea en Victoria o en los muchos países diferentes en los que hemos estado, la recepción es mágica en todas partes”, dice Robitaille sobre el espectáculo que provocó ovaciones de pie cuando debutó en Montreal en 2017. “No había visto reacciones como estas antes. Y creo que es porque con este espectáculo, algo como la gracia sucede por la noche, y esa gracia sucede porque un aspecto importante es que el Sr. Cohen no está con nosotros. Pero es una celebración, no algo triste”.

También en Sant Cugat fue una celebración, el público conectó desde el minuto uno con los bailarines y lo que transmitían en el escenario, fans de Cohen, no necesariamente asiduos a espectáculos de danza, y al revés, se reunieron en esta fiesta homenaje al artista que como músico, cantante, escritor y poeta, transitaba por la escena y atrapaba al espectador, como lo hacía la danza de los catorce magníficos bailarines de la compañía.

La excelente acústica del Auditorio ayudaba a que la música y la voz, tanto del propio Cohen como de las cantantes que interpretaban algunas de sus canciones, con bailarinas haciendo playback, sonasen de forma impresionante y era fácil dejarse llevar y sumergirse en ellas.

No sabría diferenciar cual de los tres coreógrafos coreografió qué, ya que el espectáculo fluyó de manera orgánica, a veces lírico, como con la pieza central "Dance Me to the End of Love" -ésta sí que sabemos se debe a Rustem, quien la ha coreografiado como una serie de dúos románticos entre un solista masculino y diferentes mujeres que luego lo abandonan- otras veces trepidante, con los bailarines deslizándose con fuerza por el suelo del escenario, desafiándose y jugando ya bien con elementos escénicos tangibles como con otros intangibles y de gran magnetismo, fruto de las proyecciones.


Cuerpo de baile de piernas y pies, con los bailarines estirados en el escenario, muy original. Magnífico Paso a dos en Suzanne donde la bailarina no toca el suelo en ningún momento. Partes corales que culminan en paradas bruscas, como en un flash de foto, excelente iluminación, todo muy bien concebido y engranado para un espectáculo del que disfrutar.

Una compañía con un estilo propio, contemporáneo, jazzy, sexy y vital. Como no podía ser de otra manera, acaba con el emblemático Hallelujah con el público totalmente entregado ovacionando a los magníficos intérpretes.






sábado, 11 de diciembre de 2021

Con El Cascanueces vuelve al cine la magia del ballet

Cuerpo de baile en un momento de la actuación (foto: Tristram Kenton)

El pasado 9 de diciembre se retransmitía en más de cien salas de cine y teatros de España la emisión en directo, desde la Royal Opera House, del clásico del ballet El Cascanueces. La espectacular producción del coreógrafo británico Peter Wright que recibió una merecida y unánime ovación del público, fue la encargada de reanudar los directos de la Royal después de la pandemia.

Lola Ramírez

Hace algunos, no demasiados años, era impensable el que todos los ciudadanos del mundo tuvieran la oportunidad de ver a los mejores ballets del planeta al mismo tiempo y en una emisión en directo. El cine tiene ese poder y esa magia. Gracias a ello, el arte de la danza ha abandonado su característico y habitual papel de espectáculo de minorías para abrirse a un amplio abanico de gente.  El Cascanueces que vimos el pasado 9 de diciembre, producido por el coreógrafo británico Peter Wreigt e interpretado por los bailarines del Royal Ballet, fue una explosión de danza y belleza que durante más de dos horas nos sumergió en un mundo de magia e ilusión, gracias, entre otros,  al talento de Christopher Saunders que se metió en la piel de un inolvidable Drosselmeyer, un mago en el arte de sorprendernos. Magnífica también la puesta en escena de Christopher Carr quien con los cambios escenográficos nos trasladó a mundos de ensueño.

Precioso paso a dos de Isabella Gasparini y Luca Acri (Foto: Emma Kauldner)

En la historia que nos relatan con su danza los bailarines del Royal Ballet, Drosselmeyer es un mago que trabaja en el palacio real y que ha inventado una trampa que ha acabado con la mitad de los ratones. Como venganza, el malvado Rey de los Ratones (Lukas B. Braendsrod) transforma a Hans-Peter (Luca Acri), sobrino de Drosselmeyer, en un horrible Cascanueces. El maleficio solo se podrá deshacer matando al Rey de los Ratones y consiguiendo que una bella joven se enamore de Hans-Peter a pesar de su horrible apariencia. 

Isabella Gasparini se pone en la piel de una preciosa Clara, y acaba con el maleficio, enamora a Hans-Peter y de paso al público que queda fascinado con el virtuosismo y encanto de la bailarina brasileña. La abundancia de papeles solistas y los números de conjunto ponen de relieve la técnica de primerísima clase del Royal Ballet en este clásico navideño.  El directo del ballet en tres actos, de 2 horas y 40 minutos de duración, reúne a las primeras figuras del Royal Ballet: la bailarina principal de la compañía, la japonesa Akane Takada, como Hada de Azúcar; el cubano canadiense, Cesar Corrales, como su príncipe y los anteriormente mencionados Christopher Saunders, Luca Acri e Isabella Gasparini como Drosselmeyer, Hans-Peter y Clara, respectivamente. 

Una de las bondades del ver ballet en una sala de cine es que, además del ballet en sí, los espectadores pueden disfrutar también de lo que sucede entre bambalinas y asistir a ensayos y entrevistas con los principales intérpretes. Darcey Bussel, ex bailarina del Royal, muy conocida por haber sido jueza en el programa de baile Strictly Come Dancing de la BBC, es la encargada de descubrirnos los secretos de cada producción.




Darcey Bussel, Akane Takada y Luca Acri (Foto: L.R.)

Con El Cascanueces se acaban de reanudar los directos de la Royal Opera House, tras la pandemia. “Estamos emocionados de volver a hacer producciones –afirmó Kevin O’Hare, director del Royal Ballet- llevando estos maravillosos clásicos al escenario y a la gran pantalla. La espera ha merecido la pena”.
La temporada de directos en cines del Royal Ballet también incluirá la proyección de Romeo y Julieta, de Kenneth MacMillan, programada para el lunes 14 de febrero, y el único y majestuoso “Lago de los cisnes”, que se transmitirá el jueves, 19 de mayo.
Estas emisiones se distribuyen en España a través de 
Versión Digital.

Trailer


jueves, 14 de octubre de 2021

Ballet del Sud en Terrasa (Barcelona)


Matías Lacunianni y Nuria Salado (Foto: Josep Guindo)
 

Los días 9 y 10 de octubre  la compañía italiana Balletto del Sud, con sede en la ciudad de LECCE  presentó en el Centre Cultural de Terrase los ballets El pájaro de fuego y La consagración de la primavera. Destacar que la bailarina española Nuria Salado Fusté interpretó el roll principal en El pájaro de fuego junto a Matias Laconianni en el papel del príncipe Iván Tsarevitz. 


Cristina Ribé


El Ballet del Sud fue fundado en 1995 por Fredy Franzutti, uno de los coreógrafos más reconocidos y apreciados en Italia y el extranjero, invitado del Teatro Bolshoi de Moscú, de la Ópera de Roma, de la Ópera de Sofía, de la Ópera de Montecarlo, Magdeburg, Tirana y Bilbao. Reconocida por el Ministerio del Patrimonio y Actividades Culturales desde 1999, la compañía es una de las más populares de Italia. Está formada por un equipo de 20 solistas de diferentes nacionalidades, de alto nivel técnico y capaces de alternarse en los roles principales.

Cuenta con un repertorio de 42 producciones que incluyen grandes títulos de la tradición clásica y piezas modernas coreografiadas por Fredy Franzutti, a menudo embellecidas con la participación de estrellas invitadas.

El sugestivo programa constaba de dos piezas clave del compositor ruso Igor Stravinsky, ambas muy raramente presentadas al completo y en la misma representación. 

 

El Pájaro de Fuego


Nuria Salado (Foto:Josep Guindo)


Fue el primer encargo que el director de los Ballets Russes, Sergei Diàguilev, hizo al compositor y que le llevaría a la fama y a la gloria de una manera fulgurante: la música para un ballet cuyo tema sería un cuento popular basado en la leyenda folklórica rusa de El Pájaro de fuego.

El estreno, en la Ópera de París en 1910, resultó un gran éxito que marcó la presentación de Stravinski en sociedad.

El Pájaro de Fuego explica la aventura del príncipe Iván Tsarevitz (Matías Iaconianni) que, gracias a la ayuda de un pájaro mágico con plumas de fuego (Nuria Salado Fusté), salva a la bella Zarievna (Alice Leoncini), una princesa prisionera del terrible mago Kasxei (Carlos Montalván).

La coreografía de Franzutti es variada, viva, cautivadora y repleta de ritmo dramático e intenso.  Las evoluciones de Nuria Salado, limpias, sutiles, muy técnicas, aúnan mímica y expresión reflejando exactamente su rol de pájaro mágico. Extraordinario Matías Iaconianni, bailarín formado en el Ballet School  Neumeier Hamburg, apuesto príncipe de líneas elegantes y técnica depurada, muestra una simbiosis perfecta con Nuria Salado y sus Pas de Deux resultan magníficos.


Matias Iaconianni yAlice Leoncini (Foto: J.G.)

 

La consagración de la primavera

Obra musical para orquesta compuesta en 1913 por Igor Stravinsky. El autor la  compuso como parte integrante de una serie de ballets creados para la compañía de Sergei Diàguilev, Les Ballets Russes, presentados en París en la década de 1910 entre los que también se encuentra  El Pájaro de Fuego.

A diferencia de los Ballets anteriores, obras más “rusas” y menos “rupturistas”, Stravinsky se atrevió, en esta obra, a innovar. Su estreno, como cabía esperar, fue un estrepitoso fracaso. El público comenzó a abuchear la obra cuando aún no había terminado. La crítica, por su parte, estuvo dividida entre los maravillados modernistas franceses, y los reaccionarios autores románticos y postrománticos, que la consideraron una sucesión estruendosa e incomprensible de sonidos y ruidos.

No existe sincronía entre las distintas voces de los instrumentos, lo que produce en el oyente esa sensación de imprevisión, impulso, brutalidad y desorden.

La obra describe un salvaje ritual pagano que pedía el regreso de la primavera. El ritual acababa con el sacrificio de una joven virgen (Alice Leoncini) a la cual la tribu obligaba a bailar hasta morir exhausta. Un miembro de la comunidad a cambio de la primavera. Una vida a cambio de más vida.

La revisión hecha por Franzutti transporta la historia geográficamente al sur de Italia y hace referencias a la cultura popular de la península de Salento. Para ello se sirve de imágenes musicales de gran plasticidad, evocando escenas primitivas de diferentes aspectos de la vida. 

Magistral el solo de Alice Leoncini en los últimos minutos de la representación…los fuertes y perturbadores movimientos impresionan por su violencia rítmica y transportan al espectador al zénit de la obra.

Tanto Ovidiu Chitanu ( dia 9) como Lorenzo Lupi ( dia 10), brillan en sus solos con saltos imposibles y evoluciones cargadas de fuerza y energía.

Mención especial a la escenografía de Ezequiele Leandro, pintor muy ligado a Lecce. Sus obras, de estilo simple y un tanto “prehistórico”  ,aparecen en el fondo del escenario con movimiento propio y en consonancia con la música. Ello produce bellos efectos muy ligados al sentido ancestral del ritual original de la obra.

 Un BRAVO absoluto a este espectáculo lleno de buenas vibraciones y magníficos bailarines.