Pose final del desfile (Foto: Francette Levieux) |
Disfrutar de una
representación de danza en el Palais Garnier de la Ópera Nacional de París
(ONP) es un placer que todo aquel que pueda debería de regalarse al menos una
vez en la vida. En Palais Garnier se ha celebrado este mes de abril el
Tricentenario de L’École Française de Danse (EFD), la escuela donde se forman
los bailarines que aspiran a entrar en el Ballet de la ONP. La conmemoración de
estos tres siglos de enseñanza privilegiada ofreció varias representaciones a
cargo de los destacados alumnos de L’École. Ballet y
más estuvo en una de estas representaciones.
Version française
Version française
Lola Ramírez
La Escuela
Francesa de Danza nació en 1713 por iniciativa de Luis XIV. El monarca francés,
abrumado por los diversos desórdenes que habían acabado por hundir la Academia
Real de Música, decidió elaborar unos estatutos entre los que se incluía la
creación de un Conservatorio de Danza. Al principio, a estas clases que eran
gratuitas, sólo asistían los bailarines profesionales y, aunque también las
frecuentaban algunos hijos de los artistas, no eran clases pensadas para niños.
Setenta años más tarde, un decreto de Luis XVI promueve la creación de una
escuela específica para menores de doce años. Se trataba de reclutar niños muy
jóvenes y vírgenes de toda formación y, por tanto carentes de defectos que
corregir. En la actualidad, los niños
que aspiran a entrar en la École Francaise de Danse, deben tener edades
comprendidas entre los 8 y los 13 años el 1º de septiembre del año de
inscripción; además, han de pasar unas pruebas muy exigentes y si las superan
deberán estudiar danza en régimen de internado hasta los 18 años. Las clases de
la EFD son gratuitas, pero el internado no.
El pasado 18 de
abril, por gentileza de la Ópera Nacional de París pude asistir a una de las
representaciones de L’Ecole Française de Danse que entre el 15 y el 20 de este
mes conmemoró los tres siglos de vida de la emblemática institución.
Como afirma Lily Safra, gran mecenas del Tricentenario de la EFD, "las
celebraciones del tricentenario en la Ópera de París son un homenaje al arte de
la danza y el ballet. Para los niños que dan sus primeros pasos de danza, para
las "Étoiles" que brillan sobre la escena, para todos los que
admiramos la belleza, estoy convencida de que este año de celebración quedará
para siempre en nuestra memoria".
D'Ores y Dejá (Foto: Sébastien Mathé) |
En la mía desde luego. Sentada en la segunda fila del patio de
butacas, a dos pasos del foso de la orquesta, disfrutando de todo el oropel de
este fastuoso teatro palacio proyectado por Charles Garnier en 1861 e
inaugurado 14 años más tarde, me sentía como una princesa de la corte de
Napoleón III. Al gusto del peculiar monarca fue construido este coliseo de la
ópera y de la danza, o al menos eso es lo que le respondió Garnier a la esposa
del emperador cuando, comenzadas ya las obras de construcción, ésta le preguntó
si se hacía al estilo griego o romano: “Al estilo de Napoleón III, señora”.
Reconozco que me sentía totalmente
emocionada. El coliseo de Palais Garnier estaba totalmente lleno, hombres y
mujeres impecablemente vestidos, papás con sus niñas encantadas de vivir una
ocasión tan glamurosa vistiendo sus mejores galas y viendo danzar quizás a una
hermana a una prima o amiga en el escenario de un teatro con tantos años de
historia y por el que habían pasado algunas de las figuras más destacadas de la
danza. Palais Garnier es un teatro muy
barroco, muy romántico y posee un exquisito lujo. La araña de luces del
auditorio central pesa más de seis toneladas. Mejor no enturbiar el emocionante
día pensando en lo que pasaría si la pesada joya se cayera sobre la platea. Delante
de mí, dos niñas inglesas no paraban quietas.
Quizás ellas algún día también hagan la prueba para entrar en l’Ecole y convertirse
en bailarinas del Ballet de la Ópera Nacional de París.
Las luces se apagan y L’Orchestre des Lauréats du Conservatoire,
bajo la batuta de Marius Stieghorst inicia los primeros acordes de D’ores et dejà, una coreografía de
Béatrice Massin y Nicolas Paul creada para l’École e interpretada sólo por
chicos. Ninguno de ellos sobrepasa los 18 años, edad límite para permanecer en
la escuela y momento en el que los más capacitados pueden optar a un puesto en
el cuerpo de baile del Ballet de la ONP. En este caso, los diéciseis bailarines
que interpretan la coreografía de Massin y Paul pertenecen a las tres
divisiones superiores de la escuela; es decir, alumnos entre 18 y 16 años. Los
observo y reconozco en ellos las cualidades del estilo francés: elegancia,
naturalidad y porte aristocrático. De vez en cuando, un leve temblor se filtra
en un difícil equilibro, es el precio de la inexperiencia.
La nuit de Walpurgis (Foto: Francette Levieux) |
La segunda pieza es un ballet puramente
femenino. La nuit des Walpurgis, uno
de los cuadros del V acto de Fausto, se
representó por primera vez en 1859 en el Teatro Lírico y diez años más tarde en
Palais Garnier. Ballet barroco y puramente romántico, en el que siguiendo las
pautas de l’École, Claude Bessy, que interpretó en su día el rol principal vuelve a la escuela para transmitir de primera mano sus conocimientos a las
alumnas de hoy. Hay bailarinas muy bellas en esta obra y muy virtuosas a pesar
de su juventud. Interiormente juego a adivinar cual de ellas el año que viene
formará parte del cuerpo de baile de la ONP.
Aunis, la tercera pieza de esta representación,
es una coreografía de Jacques Garnier. Una curiosa representación interpretada
por tres bailarines a los que acompañan dos músicos con acordeón diatónico. La
obra tiene toques folclóricos y contemporáneos. Con esta interpretación que dura 12 minutos, llegamos al entreacto.
Un paseo por el maravilloso vestíbulo de Palais Garnier, bebiendo una deliciosa
copa de champagne francés elaborado en las bodegas de uno de los mecenas del
Ballet de la Ópera Nacional de París. A
votre santé, monsieur!
El espectáculo finaliza con Péchés de Jeunesse, una preciosa
coreografía de Jean Guillaume Bart, creada en el año 2000 para l’École. El
ballet está interpretado por alumnos de la primera y segunda división,
destinados a convertirse muy pronto en bailarines profesionales. “Me pareció
importante –afirma Bart- ayudar a estos jóvenes a descubrir en ellos mismos
nuevas posibilidades, como por ejemplo aprender a mirar al otro, a apropiarse
del protocolo del ballet clásico, a crear una atmosfera, a hacer visible el
ambiente musical. Para mí el rigor no debe ser sinónimo de rigidez, ni un freno
a la expresión”.
Péchés de jeunesse (Foto: S. Mathé) |
Las representaciones de l'École de Danse son
siempre un gran acontecimiento en la Ópera. Cada año los alumnos del último
curso, algunos de ellos futuros miembros del cuerpo de baile de la Ópera
National de París, se preparan para estas representaciones que son en cierta
manera su debú como bailarines. La emoción, los nervios, incluso el miedo del
principiante se refleja en la mayoría de ellos, en un ligero casi imperceptible
temblor . Se aprecia claramente el talento, el virtuosismo, la
ejecución de una pirueta perfecta con un final clavado en una joven morena,
integrante del cuerpo de baile, así como un joven de raza oriental que baila
con la seguridad y la precisión de un profesional. Curiosamente ninguno de los
dos tienen rol de bailarines principales, quizás algún día no muy lejano
lleguen a serlo. Las luces del Palais Garnier se apagan, los aplausos
continúan y el recuerdo, como afirma Lily Safra, permanecerá para siempre en nuestra memoria.
Mi nombre es elio joel tengo una hermana que se mudó para Francia según
ResponderEliminarLe cambiaron el nombre ahora le llaman
Lucia y segun vive en Francia y ella baila valet no la e visto cuando se mudó con su nueva familia a Francia ella tenía 5 años ahora tiene como 30
Yo quisiera encontrarla pero yo vivo en estado unidos alguien me podría ayudar a encontrarla vive en Francia no se exactamente donde y tiene como 30 años y baila valet 😢