Basilio y Quiteria en el primer acto. Foto: Jordi García |
La Compañía Nacional de Danza (CND) nos ofreció el estreno absoluto en Cataluña de su 'Don Quijote' en el Teatre-Auditori de Sant Cugat, una de las cuatro ciudades de todo el estado español donde el montaje se ha podido disfrutar con música en directo, en este caso de la mano de la Orquesta Sinfónica de Sant Cugat (OSSC).
Carolina Masjuan
Después de veinticinco años, Don Quijote representa el retorno de la compañía a ofrecer un ballet clásico completo en tres actos. En la rueda de prensa previa al estreno, la teniente de alcalde de Cultura, Carmela Fortuny, celebró que "la CND vuelva a apostar por Sant Cugat a la hora de hacer un gran estreno, porque la ciudad ama la danza, la valora y la defiende como imprescindible".
El director de la CND, José Carlos Martínez, explicó que la elección del Teatre-Auditori para hacer el estreno catalán no es casualidad, ya que "Sant Cugat es una de las ciudades que más apoyo nos ha dado como compañía, Sant Cugat y Valencia son las ciudades donde más hemos actuado" comentó.
Don Quijote y las Dríadas. Foto: Jordi García |
En las funciones de Don Quijote la Orquesta Sinfónica de Sant Cugat (OSSC), ampliada a 60 músicos, se ha encargado del acompañamiento musical. El director musical de la CND para esta producción de Don Quijote, Manuel Coves, explicó que "tener la oportunidad de contar con una orquesta en directo a la hora de subir al escenario, hace que la actuación esté más viva que nunca". Él mismo ha sido quien ha dirigido a la orquesta.
Esta ha sido la onceava vez que la CND ha actuado en Sant Cugat y además el Teatre-Auditori ha colaborado con la construcción de una parte de la escenografía, tal y como ya hiciera con la del Lago de los Cisnes que presentó el Ballet de Ángel Corella y que también contó con la orquesta de Sant Cugat en directo dirigida en ese caso por su director titular Josep Ferrer.
Manteando a Sancho Panza. Foto: Jordi García |
Para Sant Cugat, al igual que se hiciera en Valencia, se ha obsequiado a los asistentes con un “Cuaderno Educativo de la CND” redactado por Elna Matamoros, profesora de danza de la compañía y colaboradora de la Fundación Loewe, patrocinadora de la CND y de las temporadas de danza del Teatro Real de Madrid y del Gran Teatre del Liceu de Barcelona.
Nos cuenta Elna Matamoros en este Cuaderno Educativo sobre este Don Quijote: “El Pas de Deux había entrado en el repertorio de la Compañía Nacional de Danza en 1984 pero es ahora cuando se interpreta por primera vez en su versión completa; para ello José Carlos Martínez se ha apoyado tanto en las versiones de Petipa y Gorski como en las que él mismo ha interpretado a lo largo de su carrera como bailarín.
Lucie Barthélèmy preparándose para Dulcinea en su camerino de Sant Cugat. Foto: Mateo Martín |
“Al bailarlo -recuerda- siempre quise dar un toque español en la manera de abordar los pasos, pero respetando la coreografía. Al ser un ballet clásico inspirado en nuestro folclore es fácil tomarse cierta libertad, utilizar ciertos ritmos o braceos y darle sabor español sin traicionar la idea del coreógrafo”.
“Intentando alejarse de la imagen que en el extranjero se tiene de nuestro país, José Carlos Martínez no sólo ha devuelto la acción a La Mancha y a la protagonista su nombre en español, Quiteria, [en la mayoría de las versiones Kitri] sino que incluye pasos del folclore y ha reorganizado las escenas; por ejemplo, ha situado, como en la novela, el simulacro de suicidio de Basilio al momento de la boda entre Quiteria y Camacho. Del mismo modo que Gorski incorporó el popular solo de Mercedes -la amante del torero- original del ballet Zoraida, Martínez se ha permitido la licencia de añadir una sección de la partitura de Carmencita para el dúo de los enamorados, al principio del segundo acto”.
Gitanos del segundo acto. Foto: Jordi García |
En Ballet y más nuestra directora, Lola Ramírez ya publicó una crítica sobre el estreno en Madrid “Chapeau Sr. Martínez”. Si entonces ya recibió muy buenas críticas, ahora en Sant Cugat el montaje está más rodado, muchas fueron las funciones en la Zarzuela tras su estreno en diciembre y acaban de llegar de Valencia, así que vemos a la compañía en muy buena forma, con un elenco compacto, comprometido y con una energía contagiosa.
Como es habitual en Sant Cugat, para los espectáculos de danza siempre se propone un encuentro con la compañía abierto al público, unas horas antes de la función, para asistir a una clase, un ensayo o a lo que estime oportuno su director. Estas experiencias son siempre muy bien acogidas y mucho antes de la hora convenida, se forman largas colas para no quedarse sin plaza. En esta ocasión pudimos disfrutar de un ensayo del elenco de principales, Basilio, Quiteria y Jefe de los Gitanos que actuarían al día siguiente, el domingo.
Espada y Mercedes. Foto: Jordi García |
La verdad es que algunas producciones de este ballet vistas últimamente por Barcelona, aunque se tratase de grandes compañías, se veían algo polvorientas y se habían salvado por prestaciones fuera de serie de sus principales, pero ni el vestuario ni los telones convencían. Aquí es todo lo contrario, el vestuario, de Carmen Granell, es magnífico, vistoso, variado, pero siempre elegante, tonalidades mayoritariamente suaves , salvo algunas excepciones como por ejemplo el rojo de Quiteria o el negro con toques rojos en los trajes del baile español del inicio del tercer acto. Los capotes una maravilla. Pese a la dificultad que debe suponer manejar unos pedazos de tela tan grandes, no lo parecía en manos de los aguerridos “toreros”. Los telones y la escenografía haciendo justicia al entorno de la época y a los lugares donde se sitúa la historia.
Don Quijote enfrentándose a Camacho. Foto: Jordi García |
El cuerpo de baile masculino está sensacional, los gitanos del segundo acto con su Jefe, Anthony Pina, a la cabeza, estuvieron soberbios. Lucie Barthélèmy toda delicadeza y sutileza en una Dulcinea encandilando a Don Quijote. Giulia Paris un Cupido amoroso, juguetón y sumamente musical.
La pareja principal, Aitor Arrieta y Haruhi Otani abordaron muy dignamente los difíciles roles de Basilio y Quiteria. Los difíciles portés fueron resueltos con seguridad, los fouetés con brío y nos ofrecieron diversas genialidades, aunque también algún pequeño desliz pero superado con maestría y compensado por su ejecución global.
Espada, el apuesto Moisés Martín Cintas, fue un torero elegante que llenó la escena con su buena técnica y apostura, magníficamente secundado por Mercedes, Aída Badía y su cuadrilla de toreros. Las dos damas de honor estupendas, Shani Peretz y Giada Rossi que ejecutó de forma magnífica la conocida y preciosa melodía de su variación.
La orquesta titular de Sant Cugat bajo la dirección del maestro Coves y las soberbias prestaciones de Don Quijote, Isaac Moltllor y Sancho Panza, Jesús Florencio, junto al cómico pero ágil Camacho, Antonio De Rosa, redondearon un espectáculo que recibió una gran ovación, con el público que abarrotaba el Auditori puesto en pie unánimemente seducido.Dulcinea y Don Quijote. Foto: Jordi García |
Magnifica companyia con un gran nivel.
ResponderEliminarCarolina que bien sabes transmitirnos con sus palabras los momentos vividos a traves del espectáculo.
Magnifica companyia con un gran nivel.
ResponderEliminarCarolina que bien sabes transmitirnos con sus palabras los momentos vividos a traves del espectáculo.
¡Muchas gracias Carmen por leernos y por tus palabras!
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