Sylvia Azzoni en La Sirenita de John Neumeier. Foto: Kiran West |
John Neumeier creó el ballet La
Sirenita para el Ballet Real de Dinamarca, con motivo del
bicentenario del nacimiento del poeta Hans Christian Andersen. El
estreno se produjo en la ópera de Copenhage el 15 de Abril de 2005.
Alba Nadal, la artista catalana invitada este año para las Galas de Ibstage de principios de septiembre, llevaba por entonces dos años
en la compañía danesa y recuerda esa creación con gran cariño
puesto que John Neumeier la eligió para hacer una de las 5 sirenas
solistas, entre otros papeles de cuerpo de baile.
Carolina Masjuan
En Hamburgo el ballet se estrenó el
1 de julio de 2007 y, como nos comentó Aleix Martínez bailarín
solista de la compañía, Silvia Azzoni hizo suyo rápidamente el rol
principal, creando una Sirenita inolvidable por la que en 2008 obtuvo
el máximo galardón en danza, el Prix Benois de la Danse. Tuvimos la
suerte de que fuera ella quien bailara este papel y continúa siendo
una delicia verla interpretarlo.
Karen Aztayan como La Bruja. Foto: Kiran West |
Pero que nadie espere encontrar en
esta obra la versión Disney del cuento. En absoluto, aquí el
coreógrafo es fiel al original y describe el amor prohibido y no
correspondido del Poeta, el
propio Hans Christian Andersen, por
su amigo Edward, el Príncipe.
La
Sirenita es una historia
dramática que transcurre en dos mundos opuestos. El que
hay
bajo el mar, con criaturas oceánicas a
veces dulces, otras feroces, y
el estilo de vida de los humanos, ya sea a bordo de un barco o sobre
la tierra.
La Sirenita viaja a través de ambos mundos, atormentada
por su profundo amor por el príncipe.
La
Sirenita de John Neumeier es un ballet de gran belleza con unos
personajes muy intensos que emocionan profundamente al espectador. Se
inicia en completo silencio en la cubierta de un barco, un cordón de
fibra óptica azul representa las olas bajo él, ese mundo
submarino que tanto peso tiene en la obra. El amor del Poeta (Lloyd
Riggins) es el apuesto Capitán de la nave (Alexandre Riabko), que
celebra su día de boda. Triste por ese hecho, el Poeta vierte una
lágrima al mar y entonces empieza a sonar la música de Lera
Auerbach. La lágrima que vierte el Poeta por la borda del barco donde
su amigo se casa, es la que da vida a la sirena cuyo destino
transcurrirá en paralelo con el de él.
Lloyd Riggins El Poeta, Silvia Azzoni, Alexandre Riabko El Príncipe y Carolina Aguero La Princesa. Foto: Kiran West |
Cuando la bruja del mar (Karen
Azatyan) aparece, una tormenta terrible entra en erupción y el
príncipe está en peligro de ahogarse. La Sirenita lo rescata
sosteniendo su cuerpo inconsciente y no puede resistirse a besarlo.
Suenan campanas y un grupo de
colegiales de un convento llegan con las monjas a la orilla del mar. Una de las
chicas, muy parecida a la Princesa Henriette (Carolina Aguero), descubre al príncipe y lo despierta. Creyendo que fue la princesa
quien le salvó, el Príncipe se enamora de ella.
Aunque a veces el filo del relato es
algo confuso, hay escenas de fantástica danza, como por ejemplo los
entrenamientos de los marineros, con su régimen de ejercicio diario y que, con su virtuosismo y su coordinación, hacen las delicias de la
audiencia. Aquí podemos volver a gozar de la magnífica danza de
Aleix Martínez.
También las sirenas marinas tienen
su momento para lucirse y en conjunto todo el ballet está realmente
logrado en cuanto a la parte técnica se refiere. El elenco Hamburgués está en plena forma y a pesar de ser una semana altamente demandante dado el cambio diario de programa, ellos están al 100% cada noche. Realmente admirable.
Los Marineros, el Poeta y el Príncipe/Capitán. Foto: Kiran West |
Carolina Aguero (La Princesa) merece
asimismo un apartado especial, brilla en escena con su danza refinada
y sus líneas estilizadas. Una auténtica princesa a quien tuvimos el
placer de saludar mientras calentaba antes de la función.
Pero éste es definitivamente el
ballet de Silvia Azzoni. Silvia aborda la gran variedad de matices
del personaje de una forma magistral; ilusionada al principio,
dispuesta a los más grandes sacrificios en pos de su amor por el
capitán, trágicamente conmovedora y desgarradoramente convincente, en su afán por devenir humana, sufriendo intensamente al intentar andar con unas piernas a las que no está acostumbrada y obtener un amor imposible que al
final le es vetado.
El amor da a la pequeña sirena el
valor de mendigar un cuerpo humano que obtiene mediante un ritual
terrible llevado a cabo por la terrorífica bruja, quien tomando su
bella cola como rescate, la transforma violentamente. La Sirenita
ahora tiene piernas.
Silvia Azzoni, Lloyd Riggins y el cuerpo de baile. Foto: Kiran West |
La Sirenita despierta desnuda en la
orilla del mar, y ejecuta sus primeros pasos con un dolor
insoportable. El príncipe, al pasar, se compadece de esta extraña
criatura y la lleva a bordo de su barco. Parece que su sueño se ha
realizado. Pero cuando el barco está a punto de partir, el Príncipe
descubre a la Princesa entre los pasajeros. A medida que el amor
entre el Príncipe y la Princesa se intensifica, La Sirenita sufre también el dolor intenso de la decepción humana.
La bruja da un cuchillo a la Sirenita para que mate al Príncipe y así ella le retornará su cola de sirena, pero La Sirenita es incapaz de dañar a su amor.
La Sirenita se queda sola. Su dolor es un reflejo del dolor del Poeta. Cada uno parece la sombra del otro, cada uno abandonado por el objeto de su intenso amor. Son uno solo: creador y creación. Es el amor del Poeta por su Sirena es el que le da el alma que la hará inmortal, así como ella, "La Sirenita", lo inmortalizará a él. Valientes, parten en busca de un nuevo mundo.
Silvia Azzoni y Lloyd Riggins. Foto: Kiran West |
Precioso epílogo en una noche estrellada recreada con gran
belleza en escena. Como me dijo mi joven acompañante de 11 años, maravillada por el espectáculo, ambos eran ahora dos estrellas, las
que más brillaban en el firmamento.
Como no podía ser de otra forma, la audiencia celebró la función con grandes aplausos, todo el público en pie, de nuevo courtain calls y lluvia de ramos de flores a escena. Fuera había disturbios y destrozos, dentro se celebraba la belleza y esa paz de espíritu que proporciona el Arte. Gracias artistas del Ballet de Hamburgo, muchas gracias John Neumeier, ha sido una experiencia que no vamos a olvidar.
Además de a Aleix Martínez, un agradecimiento especial a Nathalia Schmidt y a todo el equipo de prensa, por su gran profesionalidad, amabilidad y ayuda.
La Sirenita
Coreografía, decorados y vestuario:
John Neumeier
Con el patrocinio de la Foundation for the Patronage
of the Hamburg State Opera
Elenco:
La Sirenita: Silvia Azzoni,
El Poeta: Lloyd Riggins,
Henriette / La Princesa: Carolina Agüero,
Edvard / El Príncipe: Alexandre Riabko,
Bruja de los mares: Karen
Azatyan
Música original compuesta por el
compositor ruso-americano: Lera Auerbach
Orquesta : Philharmonisches
Staatsorchester Hamburg, dirigida por Simon Hewett
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