jueves, 23 de noviembre de 2017

El Ballet de Catalunya es ya una realidad

Mathilde Marlin, Rebeca Storanni y Alexandra Urcía
en Ensemble de Elías García
Foto: Josep Guindo

El Ballet de Catalunya ya está marcha y después de lo visto en la Gala de Presentación de la compañía, no podemos más que desear que este magnífico proyecto se consolide. Ellos lo merecen y nosotros lo necesitamos. 

Carolina Masjuan

“Han sido 3 años sembrando y diseñando un proyecto hecho a medida para Cataluña, con vocación de ser disfrutado por nuestro gran público a la vez que dotarlo de gran proyección internacional.

Mathilde Marlin y Lorenzo Misouri en Corpi de
Rafael Bianco. Foto: Josep Guindo
Un proyecto que ha nacido a partir de las inquietudes y sensibilidades de personas e instituciones que persiguen disfrutar de la mejor danza también aquí y dotando a Cataluña de la imagen que merece.

Unos años difíciles pero llenos de ilusión, no sólo de sus promotores, sino por encima de todo de numerosas personas que han alentado en todo momento y contribuido de muchas maneras, algunas desde el primer día, lo que ha sido clave para llegar hoy aquí.

Hoy veremos 19 grandes bailarines no sólo cargados de talento sino de una valentía sin precedentes. Esfuerzo y entusiasmo serían sólo unas palabras mínimas que se quedan muy cortas para poder calificarlos. Dejémosles que nos expliquen cómo se sienten hoy aquí de la manera que mejor saben, pues nunca el lenguaje será suficiente para expresar lo que desean.

La presencia de todos los que hoy estáis aquí, adquiere para nosotros un valor incalculable y que quisiéramos agradecer uno a uno. Gracias Terrassa para acoger el Ballet de Catalunya. Gracias a todos los que habéis venido de muy lejos para acompañarnos: esperamos que os sintáis como en casa y nos encontremos aquí y allá en un futuro inmediato”.

Rebecca Storani en El Corsario.
Foto: Josep Guindo
Así se presentaba el Ballet de Catalunya ante el público que llenaba el auditorio de Terrassa la tarde del 19 de noviembre, día de su presentación.

Los bailarines del Ballet de Catalunya (BNC) han sido seleccionados entre un total de 200 candidatos y están en Terrassa apostando por este proyecto conscientes de las dificultades, pero ilusionados con la experiencia y por el protagonismo que les otorga ser los primeros bailarines del BNC. Y para el público balletómano, que acudió presto a descubrirles, es un sueño tener nuestra compañía, ir familiarizándonos con ellos, ir siguiendo su evolución, disfrutando a unos más en un estilo determinado, otros en otro. Sorprendiéndonos al descubrirles cualidades que no habíamos detectado, respetándoles, admirándoles, queriéndoles incluso como seres cercanos, muy necesarios en nuestras vidas. Artistas que nos aportan paz, emoción y alegría en momentos en que tanto lo necesitamos. En fin, viviéndolo intensamente, mucho más que cualquier balletómano de otro pais dado que a nosotros nos ha sido tanto tiempo negado.

Emocionante descubrir entre el público a maestros, ex directores de compañías, coreógrafos del país que generosos apoyan el proyecto y tienden lazos, como debe ser. Sentimiento que por otra parte es recíproco, ya que desde el equipo directivo del Ballet de Catalunya la compañía está abierta a todo aquel interesado en aportar y en colaborar. La Sra. Mercedes Ribera que a sus 103 años es seguidora incansable de Ibstage, no podía faltar tampoco a esta Gala de inauguración, como también descubrimos admirados a la Bailarina ex étoile de la Ópera de París, Hélène Trailine, hermana de Boris Triline y con quien el bailarín Elías García, Director Artístico y maestro del BNC, tomó clase alguna vez cuando él era bailarín con los Ballets de Montecarlo.

Alessandro Burini en Paquita.
Foto: Josep Guindo
Es un proyecto que realmente entusiasma, cuanto más lo conoces más y cuanto más conoces a sus bailarines más y cuanto más les ves trabajar en clase, ensayar y ahora en este primer espectáculo, aún más. Un equipo consolidado, con Leo Sorribes al frente, Elías García y Larissa Lezhnina, ella en menor medida, en la parte artística, Marina Quera en la parte administrativa y financiera, Gina Nunura y Martina Montorfani en vestuario y las maestras, aparte del propio Elías, Ángeles Lacalle, Gloria Gella y Ksenia Korobchanskaya, quien ejerce además de repetidora, puliendo, mejorando, cuidando detalles de estilo, así como Ricardo Alegría como director técnico y en diseño de luces. 

El Centre Cultural de Terrassa, que celebra sus 35 años de temporada de danza y es referente en este arte en todo el estado español, es su sede y allí se presentó en una Gala, nuestra compañía de ballet. Un jovencísimo elenco, bailarines llegados de Japón, Italia, Rusia, Ucrania, Portugal, Francia, Alemania, España y, naturalmente, incluyendo tres jóvenes catalanas, puso en escena un programa variado que en su primera parte nos mostró fragmentos de ballet clásico, una hermosa coreografía de corte neoclásico de Elías García Herrera así como dos trabajos del coreógrafo italiano Rafael Bianco, director de la compañía Egribiancodanza, para demostrar el repertorio al que aspira la compañía. 

La segunda parte la dedicaron a la exigente obra del repertorio clásico, Paquita, que nos fue ofrecida en forma de suite para lucimiento de los bailarines solistas y principales del elenco junto con el cuerpo de baile.

Julia Roca y Lorenzo Misouri en Plenitudo.
Foto: Josep Guindo
Fue un día muy emocionante, Elías puso de manifiesto que lo más importante en la compañía son los bailarines y su objetivo es poder hacer realidad este proyecto para poder asegurarles un futuro digno en todos los sentidos, sueldos, equipamiento, repertorio, formación, proyección.… 

Lo que vimos en la Gala fueron unos jóvenes entusiastas, ilusionados y contentos, llenos de talento y con un gran potencial, que defendieron un programa trabajado en apenas tres semanas, de una forma admirable. Pueden conseguir mucho más, está claro, como está claro que lo conseguirán.

Comenzó en espectáculo con una preciosa coreografía de Elías García, Ensemble, con música de Mozart, en la que pudimos gozar de una gran parte del elenco y ya descubrir el trabajo de algunos solistas. Siguió un paso a dos de El Corsario, bien defendido por María Luisa Castillo Yoshida y Leander Rebholz. La variación de las tres odaliscas de El Corsario, con Madoka Sasaki, Rebecca Storanni y Valeria Kuts fue muy celebrada, estupendas las tres, cada una en su variación, los nervios iban desapareciendo y el programa se iba desarrollando ganando en soltura y seguridad y con el público disfrutando cada vez más.

El Ballet de Catalunya en el final de Paquita.
Foto. Josep Guindo

La parte más contemporánea de la Gala fue el Paso a Dos Plenitudo (2002) de Rafael Bianco bailado por Júlia Roca y Lorenzo Misuri. Júlia, tras su paso por el Ballet de Barcelona de Ángel Corella y la Companhia de Bailado de Lisboa ha decidido volver a casa. Qué placer volver a tenerla entre nosotros. Júlia siempre ha sido una bailarina clásica, elegante, con una fuerte presencia escénica, lo que no impidió que integrara perfectamente esta pieza contemporánea en su repertorio. Lorenzo por su parte se reveló como una pieza importante del Ballet de Catalunya, un bailarín muy expresivo y seguro que ese día había celebrado su veinte aniversario.

Madoka Sasaki en el Corsario.
Foto: Josep Guindo
La primera parte se cerró con Corpi (2001) otra creación de Rafael Bianco, con música de Rachmaninov en la que participaron cuerpo de baile y solistas. Los cuerpos de los bailarines enfundados en maillots de color carne, se muestran en todo su esplendor, creando en los pasos a dos figuras de una gran belleza. Una obra en la línea de creadores como Kylian o Wheeldon, que subyuga y trasciende. Los bailarines estuvieron fantásticos, Mathilde Marlín, ya descubierta en Ensemble, está maravillosa aquí, es el prototipo de bailarina, con unas líneas estilizadas, una dulzura de movimiento y una hermosa expresión, baile lo que baile, que encanta.

En la segunda parte, con la suite de Paquita, fue dónde mejor se pudo descubrir el gran potencial existente. Esta exigente obra del ballet clásico no defraudó. Los bailarines poseen estilo y a pesar de no tratarse de un elenco uniforme, sus directores han sabido situar a cada uno donde mejor luce. 

Así, por ejemplo, la fantástica bailarina, sobradamente conocida por nosotros, Alexandra Urcía, de 18 años y que junto con Júlia Roca y Mónica Gómez son las tres catalanas del elenco, formó trío con otra bailarina pequeña de estatura pero también sobrada de talento, Miho Okamura de 19 años, y ambas, con el magnífico Alessandro Burini, se marcaron un paso a tres que entusiasmó a la audiencia. Mónica por su parte, justo acabada su formación, ha podido encontrar su primer contrato como profesional en su tierra, algo que ella valora muchísimo y la hace muy feliz. Habiéndola visto muy a menudo en los festivales de fin de curso, donde siempre tenía roles de principal que defendía muy bien, estamos muy felices por ella y por poder seguir de cerca su carrera.

Miho Okamura, Alessandro Burini y Alexandra Urcía
en Paquita. Foto: Josep Guindo
Las Paquitas, la de la hermosa María Luisa Yoshida, tan exquisita en su variación y la de la espectacular Rebecca Storani, ya tan conocida y admirada por el público catalán y estrella indiscutible de la compañía, marcándose una colección de pirouettes y fouetées espectaculares. secundadas por los Lucien d'Hervilly, Leander Rebholz y Lorenzo Misuri, otros dos valores del elenco. Varias variaciones solistas y cuerpo de baile, completaron una suite que permitió soñar con una compañía que va a darnos grandes alegrías. Muchas gracias bailarines, todos, por una muy buena función que disfrutamos emocionados y agradecidos. 

Esta compañía tiene que consolidarse como nuestra compañía de ballet. Esta vez sí que sí, por favor. Se han establecido varias vías de colaboración para que no solo se dependa de apoyos públicos, que ahora mismo, a pesar del gran interés mostrado por el Conseller de Cultura, Lluis Puig y todo su departamento, no está firmado aún, dadas las circunstancias especiales del Govern.

Se busca patrocinio privado. Así como en muchas ciudades europeas, las principales empresas financian las compañías de danza por identificarse con los valores intrínsecos al arte del ballet, con los que se sienten identificados, esperamos que puedan encontrar aquí marcas que sepan reconocer y quieran aprovechar el prestigio que supondría para ellas disponer de una imagen tan potente. 

María Luisa Yoshida, Paquita.
Foto: Josep Guindo
La belleza, la calidad, la perfección, o lo más cercano a ella, sólo se consigue a base de esfuerzo. Porsche por ejemplo, patrocina el Ballet de Stuttgart, la imagen de Alicia Amatriain, ligera, sutil, aérea, etérea, pero a la vez fuerte, segura con puntas de acero clavadas al suelo en un equilibrio imposible, es extremadamente convincente y transmite de forma inequívoca los valores asociados a un bailarín de alto nivel: Perseverancia, tesón, fuerza, física y psíquica, disciplina, ambición, esfuerzo, capacidad de sufrimiento y de superación, tolerancia, trabajo en equipo,.... valores que cualquier empresa seguro estaría orgullosa de transmitir, sin olvidar la belleza plástica de una buena imagen de danza.

El Ballet de Catalunya es una institución de carácter privado promovida por la Fundación del mismo nombre. El gran reto de la Fundación es posicionar Cataluña como punto de referencia nacional e internacional para a la creación, sensibilización y difusión del arte de la danza. A la vez se presenta como una institución accesible a todos aquellos que quieran disfrutar de la danza sea cual sea su naturaleza (pública o privada). 

El Ballet de Catalunya persigue estar presente en los mejores teatros, pero también quiere llegar a todo el público mediante el ofrecimiento de servicios adaptados a diferentes formatos y propuestas de todos aquellos que quieran incorporar la danza en sus celebraciones, eventos, actos institucionales, fiestas populares, y un largo etcétera. Ofrecen interesantes propuestas a medida, en función del número de bailarines, tiempo y número de funciones, con diferentes formatos y escenografías.

Júlia Roca en Paquita. Foto: Josep Guindo
Espectáculos a medida o diseñados en función de las necesidades y deseos del cliente que tiene la posibilidad de visitarles y elegir a los bailarines, tal y como explican en su web aquí

Su difusión y consolidación depende en gran parte de la confianza e implicación directa de las instituciones públicas y privadas, no sólo en sentido económico sino de aceptación y capacidad de integrarla en la vida social de las personas, a la vez que incorporarla en las actividades culturales que les son propias. 

Asimismo el Ballet de Cataluña busca financiación y fondos procedentes del mecenazgo y patrocinio. Ofrecen diversas fórmulas adaptadas a cualquier tipo de propuesta, ya sea con contribuciones a la actividad (producciones), apadrinamiento de bailarines y alumnos Trainnee y financiación o aportaciones para hacer frente a la inversión de la Sede del BNC. 

Colaborar en la búsqueda de estas necesidades es también una manera de contribuir, así como proponer el proyecto a patrocinadores potenciales. Ellos están abiertos a recibir propuestas tal y como comentan en su web 

Miho Okamura en Paquita. Foto: Josep Guindo

Por nuestra parte esperamos con impaciencia el Cascanueces que se va a estrenar el 4 de enero en el Teatro Kursaal de Manresa y para el que ya hay más de medio aforo vendido. Entradas aquí

2 comentarios:

  1. Magnifico reportaje el que has escrito Carolina, Tuve la oportunidad de asistir al espectáculo y fué maravilloso. Hay que ayudar a la Cultura de la Danza y por fin, tener nuestra compañía de ballet.

    ResponderEliminar
  2. Mchas gracias Carmen! Con el apoyo de todos los que amamos este arte lo conseguiremos! 💪👏👏❤️❤️🌹😘

    ResponderEliminar