sábado, 3 de noviembre de 2018

Noche mágica en el Teatro Real de Madrid

Cristina Casa, Lucie Barthélémy y Yanier Gómez (Foto: Carlos Quezada)
Este sábado, 3 de Noviembre, la Compañía Nacional de Danza ha estrenado en el Teatro Real de Madrid El Cascanueces, un espectáculo lleno de magia, poesía y virtuosismo.

Lola Ramírez

Unos días antes del estreno, José Carlos Martínez, director artístico de la Compañía Nacional de Danza, explicaba en rueda de prensa que con esta nueva producción de El Cascanueces, pretendía "transportar al espectador a un universo mágico por el que viajar a través de los recuerdos de su propia historia". Lo ha conseguido con creces. Desde el primer minuto, la obertura de la pieza de Chaikovsky, interpretada por la Orquesta Titular del Teatro Real, bajo la dirección del maestro Manuel Coves transportó al público a un onírico mundo de luz y sonido.

La acción transcurre en 1910, en el seno de una familia burguesa. En el hogar de los señores Stahlbaum (Iván Sánchez y Elisabeth Biosca) se celebra la Navidad reuniendo en casa a toda la familia. Niños y mayores se juntan para intercambiar regalos y brindar por el nuevo año que pronto va a comenzar. Los invitados van entrando en un salón sencillamente adornado con un gran árbol de Navidad formado por enormes bolas doradas. Todo rezuma elegancia, desde los vestidos de las esbeltas damas hasta los movimientos de cada uno de los invitados.

Alessando Riga (Cascanueces) y Rebecca Connor (Reina de los Ratones) (Foto: C.Q.)

Los hermanos Clara y Fritz ( Cristina Casa y Juan José Carazo) juegan con primos y amigos, compartiendo los regalos que acaban de encontrar bajo el árbol. El Concejal Drosselmeyer (Ion Agirretxe), padrino de Clara y hábil prestidigitador, regala a la niña un precioso cascanueces con forma de soldadito de madera, que enamora a Clara desde el primer momento. Han transcurrido pocos minutos de la obra y el espectador ya tiene la sensación de ser un invitado más y estar en el salón de los Stahlbaum bailando un vals. Los juegos de magia ejecutados por Agirretxe, la ternura e inocencia expresada por Cristina Casa en el papel de Clara, la música, el cuerpo de baile, todos a una, cada uno en su papel llegan al alma del espectador, quien durante hora y media de danza va a disfrutar de un espectáculo de una belleza embriagadora.

En algún momento del entreacto, cuando las luces se encienden y el mundo real vuelve a recuperar el protagonismo perdido, la idea de que el próximo 31 de agosto se termina el contrato de José Carlos Martínez se posa en alguna mente como un inoportuno zumbido. Pero las luces se vuelven a apagar, el espectáculo continúa y la magia también. Este Cascanueces es un regalo anticipado de Navidad, un ballet muy bien interpretado por principales, solistas y cuerpo de baile; una preciosa escenografía - brillante en la variación del Reino de las Nieves-. La escenógrafa y arquitecta italiana Mónica Boromello ha creado un espacio escénico "mágico, sorpresivo y poético", en palabras de la propia escenógrafa. Indescriptible e irrepetible la escena del bosque, con ese marco de árboles invernales, pelados, sin hojas; el cuerpo de baile danzando y la nieve cayendo sobre las bailarinas. En lenguaje coloquial: ¡Una pasada!

Variación del Reino de las Nieves (Foto: C.Q.)


Es esta una producción en la que el trabajo coral brilla por encima de las individualidades, desde la creación y asesoramiento de magia por parte de Manu Vera, pasando por el diseño de iluminación de Olga García Sánchez, hasta -y cómo no-, la adaptación coreográfica de José Carlos Martínez, quien como todos los grandes genios practica una humildad que ilumina su grandeza.

En resumen, una preciosidad de espectáculo del que puedo asegurar que si fuera rica me daría el placer de disfrutar con todos y cada uno de los elencos que se podrán ver estos días, protagonizados por tres dobles parejas que se alternarán en los papeles protagonistas. Los días 3, 6 y 10 (17:00 h.) Clara y Cascanueces son interpretados por Cristina Casa y Alessandro Riga mientras que Haruhi Otani y Ángel García Molinero dan vida al Hada de Azúcar y al Príncipe. El día 4 defienden sus respectivos roles Giulia Paris y Yanier Gómez Noda (Clara y Cascanueces) junto a Cristina Casa y Alessandro Riga. Y los días 8 y 10 (21.00 h.) la primera pareja corre a cargo de Lucie Barthélémy y Anthony Pina y la segunda recae sobre Giada Rossi y Yanier Gómez Noda.

Junto al resto de los bailarines de la Compañía Nacional de Danza, el espectáculo cuenta con la participación de los alumnos de la Escuela del Ballet de África Guzmán. 

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