jueves, 11 de abril de 2019

«La Bailarina de Picasso» del Ballet de Catalunya

Rebecca Storani (Olga) y Lorenzo Misuri (Picasso) en
La Bailarina de Picasso de Remi Wortmeier para el Ballet de Catalunya.
Foto: Josep Guindo

¡Vaya desafío para una tan joven compañía -cuenta con apenas un año y medio de vida- poner en escena un ballet completamente nuevo! ¡vaya desafío para un joven coreógrafo encontrar un argumento, plasmarlo en un ballet y crearlo para un joven elenco! ¡vaya desafío para unos artistas tan jóvenes no sólo bailar, si no interpretar a unos personajes tan complejos como los ideados por este genio australiano! Y lo que vimos el domingo en el Centre Cultural de Terrassa -no menos desafío el suyo acoger a una compañía de ballet de unos treinta bailarines- nos confirmó que cuando tanto talento converge, el resultado no puede más que ser excepcional. 

Carolina Masjuan

Ya explicamos a nuestros lectores aquí sobre el proceso de creación de esta nueva obra que, como decía una entendida y colaboradora de Ballet y más, Judit Jordana Pons, está destinado a ser un nuevo ballet en el repertorio (véase enlace con la opinión del público y resumen del espectáculo al final de este artículo). Y es que La Bailarina de Picasso lo tiene todo para ser un ballet de referencia. 

Rebecca Storani y Lorenzo Di Stasio con bailarinas del
Ballet de Catalunya. Foto: Josep Guindo
El argumento no podía ser más idóneo, los personajes están perfectamente dibujados, la secuencia está especialmente estudiada para situar al espectador en todo momento, su puesta en escena es minimalista pero claramente entendedora, el vestuario es exquisito y la interpretación, en este caso del Ballet de Catalunya, fue, tal y como nos tienen acostumbrados, una explosión de energía, entusiasmo y entrega, que no se suele encontrar en compañías más consolidadas. 

Remi Wortmeyer, el artífice de esta creación, se encontró de pronto con la historia de Olga Khokhlova, bailarina de los ballets rusos y primera esposa de Picasso, genio español, quien vivió un periodo en Cataluña, o sea, la historia y la heroína perfectas para su nueva creación.

El Ballet de Catalunya se puso entonces en marcha para la búsqueda de financiación, ya que depende fundamentalmente de apoyo privado, encontrando en la misma familia Picasso una parte de la ayuda necesaria con la Fundación Almine i Bernard Ruiz-Picasso para el arte

Lorenzo Misuri y Rebecca Storani.
Foto: Josep Guindo
A través de ellos se han obtenido una parte de los fondos así como conseguido los permisos para reproducciones de algunas de las obras del pintor malagueño a un precio reducido. No obstante, la compañía sigue luchando para encontrar patrocinio para acabar de hacer frente al presupuesto. 

La obra se basa pues en hechos reales, aunque con algunas licencias por parte del coreógrafo para dar más dramatismo a los personajes y centra el guión en el trío amoroso formado por Picasso (Lorenzo Misuri), Olga Khokhlova (Rebecca Storani) y la amante, Marie-Thérèse Walter (Sofia Pagani). Otros personajes destacados son Jean Cocteau (Reo Morikawa), Sergei Diaghilev (Lucien Vecchierelli) o Coco Chanel (Stanislava Pincekova). 

La música es de Stravinski, un compositor que trabajó con los Ballets Russes, donde coincidió con Picasso quien hacía los diseños y decorados del ballet Parade y fue ahí donde se conocieron Picasso y su bailarina. Las composiciones de ballets tales como La Consagración de la Primavera que abre y cierra el ballet, Petruskha o el Pájaro de Fuego, suenan en la obra de Remi. 

La historia empieza con la joven Olga y un caballete en escena donde, a través del lienzo, se percibe la silueta de la bailarina, aparece Picasso pintando sobre los cuerpos de dos de sus musas, las hermosas y esbeltas bailarinas Lisa-Marie Venvoort i Victoria Aletta

Lorenzo Misuri. Foto: Josep Guindo
El artista está terminando el vestuario para su nuevo ballet “Parade” Lorenzo Misuri, nuestro incomparable Picasso comentó : "el primer paso que aprendí de Remi fue precisamente éste que se refleja en la foto. Personalmente para mí esta pose tiene un significado muy importante. Remi me dijo "céntrate en tu sueño, cree en él y avanza con la misma fuerza con la que lucha un toro contra todo tipo de dificultades." Siempre llevaré este ballet en mi corazón". Lorenzo nos brinda un Picasso totalmente creíble y fiel al prototipo que conocemos, seductor, conquistador, amigo de sus amigos pero también infiel, egoísta y déspota. 

Los amigos de Picasso con Jean Cocteau al frente, irrumpen en escena, ebrios de champán y sumamente excitados. El genial bailarín japonés Reo Morikawa, con su enorme energía, su alegría por la danza, la pasión que pone siempre y ese toque de humor y de indolencia que aporta al personaje, nos lo hacen simpático desde el primer momento, eso sin olvidar su enorme calidad técnica. A lo largo del ballet, siempre, sus apariciones son celebradas por el público. 

Stanislava Pincekova (Coco Chanel)
y Reo Morikawa (Jean Cocteau). Foto: Josep Guindo
Presenciamos inmediatamente uno de los hermosos momentos al más puro estilo de ballet clásico de la noche. Volvemos a ver a Olga quien está en la sala de ensayos perfeccionando su técnica cuando irrumpen las bailarinas de los Ballets Russes y bajo la atenta y exigente mirada de Sergei Diaghilev siguen la clase. La precisión del cuerpo de baile en las evoluciones ideadas por Remi es admirable y seduce inmediatamente por su belleza de movimiento y uniformidad de conjunto. ¡Bravo chicas! 

Picasso entra con sus bocetos y se fija en Olga con quien comparte una larga mirada. Cuando todos se van, Olga mira los diseños de Picasso sin darse cuenta de que éste ha vuelto a entrar y la está mirando muy satisfecho por el interés que ella demuestra en sus diseños.

Presenciamos un hermoso paso a dos entre ambos. Los movimientos de brazos y manos que se irán repitiendo a lo largo del ballet son delicados y transmiten perfectamente la emoción del momento, en ese primer contacto entre los enamorados. Rebecca y Lorenzo consiguen emocionarnos.

Yuhari Mizu y Carlos Aquino. Foto: Josep Guindo
Entra en escena el circo. Hay mucho ambiente en la carpa y Picasso y Olga entran en escena para presenciar el espectáculo y ver la pantomima del Arlequín, la Mujer Pierrot, el Forzudo y Columbine. Yuzu Hikosaka, Ryo Sasaki, Clara del Cerro, Yukari Mizu y Carlos Aquino nos conquistan, como también es conquistado Picasso por la bella acróbata mientras Olga presencia atenta el espectáculo. Cuando se da cuenta del coqueteo de su amado con la artista circense se enfada, pero él, rápido, la tranquiliza. 

Y la pareja se casa. Hermosísimo el ballet de la boda. El magnífico vestuario tanto de la novia como de los invitados y el precioso ballet ideado por Remi en esta secuencia, son de una belleza subyugadora.

El cuerpo de baile, con complicados portés, demuestra la fuerte cohesión lograda y el buen nivel existente en todos.

Rebecca Storani y Lorenzo Misuri. Foto: Josep Guindo

Ya casada, Olga se revuelve en la cama, comienza a desconfiar, tiene dudas, toma medicación. Volviéndose a dormir, tiene pesadillas, sueña con su debut en los Ballets Russes con La Sylphide. Luego su mente viaja al día de su matrimonio, aparecen los mismos invitados pero ya no es una fiesta amable. Y aparece ella, Marie-Thérèse, quien será la desencadenante del drama. 

Reo Morikawa y los bailarines del Ballet de Catalunya.
Foto: Josep Guindo
En las Galerías Lafayette la actividad es frenética con el lanzamiento del primer perfume de Coco Chanel, el nº 5. Cocteau y Diaghilev son los invitados de honor y Olga llega arrastrando a su reticente esposo. Olga, Cocteau y Diaghilev, animan a Picasso, vestido con ropa desaliñada, a probarse ropa nueva al último estilo Bourgeoise. Las sastresas, encantadoras y pizpiretas, le toman las medidas y mientras Olga y sus amigos están pendientes de la elección de la ropa, Picasso se fija en la joven Marie-Thérèse que se encuentra leyendo sentada en un banco. Después de mandar a Olga a reservar mesa, Picasso aborda un momento a la joven belleza y le ofrece un frasco de Chanel No.5. Mientras tanto, Olga se queda esperando en el restaurante. 

Espectaculares aquí los bailarines con un baile de tintes musicales, Reo subido a un mostrador de los almacenes hace las delicias de todos mientras la danza se desborda. Stanislava Pincekova destaca en esta parte como Coco Chanel. Esta bailarina posee una gran personalidad que encaja perfectamente con un rol que hace suyo con solvencia, asumiendo gran parte del peso de la escena. 

Rebecca Storani y bailarinas del Ballet de Catalunya.
Foto: Josep Guindo
Una vez celebrada la fiesta, Olga se pasea por el dormitorio, esperando con impaciencia a Picasso. Por la forma en que se mueve podemos ver su ansiedad, su lucha mental. Picasso aparece y, al verle, ella le ignora y se sienta en la cama de espaldas a él. Picasso trata de seducirla, pero Olga huele el perfume en su cuello y se enfurece. Refrenándola, Picasso intenta meter una píldora en su boca. Pero Olga no puede ser dominada, escupe las pastillas y echa a su esposo de la habitación. 

Se celebra una exposición retrospectiva. Marie-Thérèse ha asumido su nuevo papel como amante de Picasso y en un momento de la frenética inspiración que ella le provoca, Picasso comienza una intensa actividad y pinta lienzo tras lienzo. Los enamorados bailan su amor en unos pasos a dos de gran lirismo, Sofia Pagani, recién llegada a la compañía, es una Marie-Thérèse de gran dulzura y delicadeza, una bailarina que supone una nueva gran baza para el conjunto. 

Lorenzo Misuri, Sofia Pagani y Rebecca Storani.
Foto: Josep Guindo
Los invitados llegan a la galería y asisten al cocktail encantados por los cuadros que cuelgan de las paredes. Olga, también presente, se pasea segura entre ellos. Marie-Thérèse intenta pasar desapercibida pero sucede justo lo contrario al chocar con una camarera y caerle a ésta la bandeja y las copas al suelo, con gran estruendo. Olga se dirige a despedirla y se desata una lucha entre ambas en la que Olga al ver que Picasso actúa en defensa de su amante, intenta seducir a cuantos invitados encuentra a su paso. 

Débil y confundida, entre las paredes blancas de su habitación, la mente de Olga se sumerge en una caótica secuencia de “flashbacks” que acaban con Picasso pintando una mujer tras otra sin que ella pueda impedir que su pincel se separe del lienzo. Es en este momento de dudas que coge fuerzas para destruir el dibujo del artista, encaramarse al marco de la pintura y atravesar su lienzo para posicionarse en la historia. Ella es y será siempre La Bailarina de Picasso.

Rebecca Stonai. Foto: Josep Guindo
Las escenas se suceden con una cadencia perfecta, el ballet se hace corto porque no puedes dejar de sumergirte en él, atrapado por la historia, por la calidad de la danza, por la diversidad de estilos, por los maravillosos bailarines, por ese magnífico vestuario y minimalista pero efectivo atrezzo, todo ideado y diseñado por el propio Remi quien recorrió Terrassa, Barcelona y alrededores, a la búsqueda de telas, muebles y objetos, para toda la producción. 

Remi ha creado un ballet elegante, exquisito, maravillosamente interpretado por todo el elenco y especialmente por los tres protagonistas: Sofia Pagani con una danza fluida y delicada como Marie-Thérèse y sobre todo por los dos grandes protagonistas Lorenzo Misuri, un Picasso de casta y bravura, seductor y arrogante en el porte, con magnífica interpretación y gran calidad técnica y una enorme Rebecca Storani que lo dio todo en escena asumiendo el rol de Olga con una intensidad que solo se percibe en contadas ocasiones. De ser la bailarina dulce e ingenua pasa a ser la mujer enamorada y controladora para acabar en una situación de desespero y de abandono total que atrapa y deja sin aliento. Era Olga, no Rebecca, la artista totalmente entregada a un personaje que la había absorbido totalmente. Al acabar la función nos confesó sentir un gran vacío en su interior. 

Vídeo  resumen con la opinión del espectador realizado por el Centre Cultural de Terrassa.


Ficha artística

PRINCIPALES:
Lorenzo Misuri, Rebecca Storani y Sofía Pagani.
Foto: Josep Guindo
Olga Khokhlova: Rebecca Storani
Picasso: Lorenzo Misuri
Marie-Therese: Sofia Pagani

SOLISTAS:
Jean Cocteau: Reo Morikawa
Sergei Diaghilev: Lucien Vecchierelli
Coco Chanel: Stanislava Pincekova

SECUNDARIOS:
Colombine: Yuzu Hikosaka
Arlequí: Ryo Sasaki
Pierrot: Clara del Cerro
Acròbata: Yukari Mizu
“Strong man”: Carlos Aquino
Director de la Galeria: Ryo Sasaki
Doctor: Carlos Aquino

CUERPO DE BAILE:
Sofia Pagani. Foto: Josep Guindo
Julia Roca,
Alexandra Urcia
Miho Okamura
Yuzu Hikosaka
Mizuki Tanoue
Anna Ishii
Clara del Cerro
Yukari Mizu
Monica Gomez
Ryo Sasaki
Andrea Marselletti
Lisa-Marie Vervoort
Victoria Aletta
Matilde Ferrari
Elizabeth Cohen
Myrsini Petroutsou
Olivia Sparling
Giuliana Restivo
Flavia Carsillo
Lorenzo Di Stasio

Direcció Artística: Elias Garcia
Rebecca Storani. Foto: Josep Guindo
Autoria i coreografia: Remi Wörtmeyer
Música: Igor Stravinsky
Assistents artístics: Elias Garcia,
Chase Johnsey, Vincent Gros,
Maria Fernanda Urcia
Producció: Marina Quera
Direcció tècnica i il·luminació:
Ricardo Alegria
Disseny d’escenografia i vestuari:
Remi Wörtmeyer
Confecció de vestuari: Paula Fecker,
Marta Muiños, Gina Nunura, Martina Montorfani
Escenografia: Albert Torres, Andrés Gavilano, Pepe Urcia
Fotografia: Josep Guindo



Saludos finales tras este maravilloso ballet.
Foto: Josep Guindo




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