viernes, 15 de noviembre de 2019

Ballet de la ONP: Body and Soul de Crystal Pite

Body & Soul de Crystal Pite por el Ballet de la ONP
Foto: Julien Benhamou

La coreógrafa Crystal Pite vuelve a la Opéra de Paris para crear una nueva pieza para el Ballet del teatro parisino con motivo del 350 aniversario de esta institución, como ya hizo este mismo año Mats Ek y sobre la cuál ya os contamos en Ballet y más.

Sylvia Grau

Crystal Pite entra a formar parte del Ballet British Columbia de Vancouver en 1988 y en 1990 crea su primera pieza con 19 años. En el año 96 empieza su historia con el Frankfurt Ballet cuando William Forsythe es su director.

Body & Soul de Crystal Pite por el Ballet de la ONP
Foto: Julien Benhamou
En 2002 funda la compañía Kidd Pivot, que combina danza, teatro y música, y a partir de 2008 trabaja para el Nederlands Dans Theatre como coreógrafa asociada. De todas estas etapas podemos deducir sus influencias : Forsythe, Kylián, Ek.. como en esta pieza de danza, música y narración.

Pite empieza su relación con la Opéra de Paris en 2016 cuando coreografía The Seasons' Canon, una pieza donde pone de manifiesto su estilo coreográfico con una gran dosis de trabajo en grupo de la compañía, movimientos encadenados y fuerza visual.

Esta nueva creación, Body and Soul, no sigue los mismos pasos, si no se provee de otros elementos centrales para conducirnos por el viaje de la danza teatro. Si pensamos que la danza moderna sacrifica técnica por capacidad de emocionar y sorprender, entonces Pite ha logrado ese objetivo, y es un hecho que la audiencia ha recibido con aplausos, a pesar de que se pudieran perder un poco en el hilo conductor de la historia.

Body & Soul de Crystal Pite por el Ballet de la ONP
Foto: Julien Benhamou
Por otra parte, el recurso de los coreógrafos de trasladar la responsabilidad de la historia al espectador, o al menos de unir ideas y trazar un argumento personalizado, es una herramienta eficaz que permite arriesgar y dignifica la incoherencia. Entregar una propuesta artística, visual y dramáticamente potente, a una audiencia receptiva que, al mezclarla con su estado de ánimo, experiencias y sentimientos, pueda fabricar sus propias conclusiones, con la libertad de elegir buscar un sentido a los movimientos, la música y la escenografía, o simplemente disfrutar del espectáculo. Claramente el espectador disfrutó.

Este “cuerpo y alma” de Pite es una composición que se articula alrededor del dueto que pretende transmitir la idea que tiene la coreógrafa del conflicto y la conexión y como estos conceptos pueden trazar la historia. La pieza se compone de dos primeros actos conectados entre si por la estética, el lenguaje del cuerpo aunque no la música, y un tercero donde parece que se desmorona el hilo conductor pero que consigue hacer vibrar a la audiencia.

Body & Soul de Crystal Pite por el Ballet
de la ONP. Foto: Julien Benhamou
En el primer acto se vislumbran 2 bailarines en un escenario simple en negro, sin movimiento, a la espera de… la palabra. Comandos de voz escritos por Pite y articulados por la actriz Marine Hands nos ponen en la situación “ Las luces se encienden de repente revelando 2 figuras en un pequeño cuarto, una tendida en el suelo, la otra empieza a andar: Gauche droite gauche droite gauche. Droite gauche droite gauche droite…” y así los versos mueven a los bailarines como marionetas con el propósito de resolver ese conflicto por medio de la conexión entre los cuerpos: “tête contre poitrine, tête dans le mains, tête au sol.”

La coreógrafa canadiense nos habla a partir de duetos, entre dos bailarines o entre un bailarín y el cuerpo de baile, exaltando las fuerzas de acción y reacción. Como de costumbre, Pite utiliza un lenguaje corporal extremadamente comunicativo, una fuerte carga emocional se desprende de los movimientos que multiplica su intensidad cuando todo el cuerpo de baile sigue las pautas al unísono en escena.

Entonces es cuando me viene a la cabeza el concepto del super bailarín: bailarines llamados clásicos de grandes compañías como el Ballet de la Ópera de Paris que actualmente se forman en tantas disciplinas y absorben la influencia de tantos coreógrafos, más académicos o más experimentales, afrontando retos tan diferentes durante una misma temporada mientras siguen bailando el repertorio clásico.

Y en ese mismo momento pienso en el gran valor para una ciudad el tener una compañía como este fantástico ballet parisino, con un elenco tan completo capaz de bailar cualquier reto en este siglo 21. Esperamos que el nuevo Ballet de Barcelona pueda llegar a darnos estas mismas tardes fabulosas y pueda contar en breve con un teatro en Barcelona que avale este proyecto cultural de ambiciosa envergadura y merecido éxito.

Body & Soul de Crystal Pite por el Ballet de la ONP
Foto: Julien Benhamou

Volvemos a Body and Soul para comentar el precioso vestuario creado por Nancy Bryant, que ya había colaborado anteriormente con Pite y con otras formas de arte como teatro, ópera o cine. En blanco, camisa o camiseta, y en negro, pantalón y elegante abrigo largo de líneas rectas que definen hermosamente los hombros y la cintura de los bailarines.

Uno de los elementos preferidos que veo en Pite es el cuerpo de baile en movimiento, como un solo cuerpo, un solo gesto, un solo corazón. Cada uno de los bailarines dibuja su paso, traza su forma que pertenece a una figura más grande. 

Body & Soul de Crystal Pite por el Ballet de la ONP
Foto: Julien Benhamou
La compenetración de gestos iguales, alternados o desencadenados desprende pura emoción, mientras viajan juntos todos ellos protagonistas anónimos del resultado final.

En el segundo acto esa tensión creada por el conflicto se suaviza para dar paso a los duetos, esta vez al ritmo del piano de Chopin. Catorce de los veinticuatro Preludios son interpretados por los bailarines a través de una danza más continuada, movimientos que encuentran el final al inicio del siguiente paso formando preciosas figuras, cambios de peso, algunas piruetas y piernas en el aire.

La conectividad resultante entre bailarines y con la audiencia es más dulce y sosegada. Las almas de los protagonistas se descubren a través de los movimientos del cuerpo, igual que se descubre el propio Palais Garnier, desprovisto de escenografía para este segundo acto, un recurso que ya utilizó Mats Ek con la pieza Boléro este mismo año. De nuevo podemos ver las bambalinas del Palais Garnier, como el alma que guarda tantos años de arte, historias y emociones.

Entre los duetos remarcamos el conocido Preludio número 4 con las étoiles Léonore Baulac y Hugo Marchand, y el energético baile entre la étoile Ludmila Pagliero y el primer bailarín François Alu, que protagonizan un potente cierre del segundo acto con el Preludio número 24.

Body & Soul de Crystal Pite por el Ballet de la ONP
Foto: Julien Benhamou
Entramos en el tercer acto con un decorado dorado brillante que parece no combinar con el monótono negro y oscuro que nos había acompañado hasta ahora, solo alterado por la iluminación, el blanco de las camisas y la piel de los bailarines.

Los protagonistas esta vez son cuerpos con forma de insecto vestidos de lamé gris oscuro con extensiones en los brazos que bailando en grupos, en puntas o pie plano, nos transportan a una especie de selva dorada en un planeta imaginario.

Entre los seres irreales destaca lo que parece ser un hombre primitivo, que con el torso desnudo, pantalón dorado y un largo pelo cubriendo su rostro, rompe en el escenario con movimientos salvajes y energéticos y consigue conectar con la audiencia en esta celebración que parece haber perdido ese sentido del conflicto y se ha quedado exclusivamente con la conectividad.

Como conectamos las dos primeras partes con la tercera? Se podría haber prescindido del último acto? Me quedan dudas, pero lo cierto es que salimos impactados con ese final, y aunque se genere un conflicto de emociones, en cierto modo existe una conexión. Las dos primeras partes parecen representar la realidad: el dolor y la pena causada por el conflicto y la reconfortante paz y el alivio que se genera en cada conexión cuerpo-cuerpo. La tercera parte parece ser un sueño donde varios cuerpos sin alma y sin propósito cohabitan con el personaje excéntrico que opuestamente a ellos es todo alma y que se acaba imponiendo a los tediosos insectos en un fin de fiesta espectacular al ritmo de la música de Teddy Geiger “Body and Soul”.

Body and soul se estrenó el 25 de Octubre, y se podrá ver en el Palais Garnier hasta el 23 de Noviembre de este año. Vídeo promocional aquí

FICHA TÉCNICA

MÚSICA ORGINAL Owen Belton

MÚSICA ADICIONAL Frédéric Chopin Préludes, interpretados por Vessela Pelovska (acto I) y Martha Argerich (acto II). Teddy Geiger Body and Soul

COREOGRAFÍA Crystal Pite

VOZ Marina Hands

ESCENOGRAFÍA Jay Gower Taylord

VESTUARIO Nancy Bryant

BAILARINES Les Étoiles, les Premiers Dnaseurs et le Corps de Ballet


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