Foto : Wiener Staatsballet/Dimo Dimov Olga Esina (Marie-Antoinette), Roman Lazik (Ludwig XVI) |
Por Loïc le Duc
Traduccion : Carolina Masjuan
Programación altamente simbólica en la Ópera Real de Versailles que acogió el pasado 3 de Noviembre, para tres representaciones excepcionales, el Ballet de la Ópera de Viena, nuevamente dirigido por Manuel Legris (bailarín étoile de la Ópera de Paris), para presentar "Marie-Antoinette".
Es en 1768 cuando Louis XV, en previsión de las bodas sucesivas de sus nietos, decidió dar la orden de empezar con la construcción de esta ópera real, que suscitó casi un siglos de búsquedas, estudios y proyectos.
Las obras fueron activamente impulsadas y la ópera, acabada en veintitrés meses, fue inaugurada el 16 de mayo de 1770, día de la boda del Delfín con la archiduquesa Marie-Antoinette. Hija de Marie-Thérèse, casada con el heredero del trono francés, el futuro Louis XVI, cuando es aún casi una niña, Marie-Antoinette se ve envuelta en el flujo de los acontecimientos políticos y es a ella a quien el pueblo, del que no logra entender las necesidades, pide cuentas. Se convierte en víctima de las injusticias cometidas por generaciones de soberanos y muere en la guillotina, después de la condena a muerte y la ejecución del rey.
La coreografía de Patrick de Bana, en dos actos y ocho cuadros, nos muestra de forma lineal, el destino de esta “infortunada princesa”. El coreógrafo no busca mantener una crónica de los acontecimientos históricos. Introducidas por el destino personificado, quien simboliza también el tiempo, así como por la sombra de la protagonista, unas instantáneas reconstituyen los estados de ánimo de Marie-Antoinette. El Destino y la Sombra acompañan los acontecimientos prediciéndolos y comentándolos. Y Patrick de Bana reduce los personajes de su ballet a algunas figuras cercanas a la heroína : la emperatriz Marie-Thérèse, Louis XV, el Delfín, convertido en Louis XVI, su cuñada, madame Elisabeth, su confidente, el conde sueco Axel Von Fersen, y su aliado, el conde de Mercy.
Foto : Wiener Staatsballet/Dimo Dimov Olga Esina (Marie-Antoinette), Roman Lazik (Ludwig XVI) |
De Viena a Versalles, los diferentes cuadros del primer acto nos recuerdan la vida de la Corte con sus fastos, sus ligerezas, sus picardías. Predomina el color azul, en los decorados, minimalistas y sobrios, y en los vestidos, ligeros y favorecedores, creados por Agnès Letestu. La música, deTelemann, Vivaldi, Mozart y aún de Chevalier de Saint-Georges, traduce ese estado de ligereza, de negligencia. En cuanto a las composiciones contemporáneas de Luis Miguel Cobo, guían los pasos de los personajes irreales del Destino y de la Sombra de Marie-Antoinette.
Los tres cuadros del último acto, titulados respectivamente "El ataque de Versalles", la"Tentativa de huída" y"La prisión" se dedican a remarcar la soledad cada vez mayor de la soberana. Los colores son más oscuros. Pero son esencialmente las ganas de trascender y la presencia escénica de Kiriil Kourlaev (el Destino, con una larga amerciana roja) y de Alice Firenze (la Sombra de Marie-Antoinette) y los acompañamientos musicales, los que traducen la Historia y el destino funesto de la reina. Ya que la escritura Patrick de Bana, ciertamente precisa y desenvuelta pero a menudo afectada, no evoluciona en el transcurso de los distintos cuadros. Permanece anclada en un fraseado cogido de Duato o incluso de Preljocaj. Fotogénica, permanece fría, convencional y sin sabor. Y la danza de Olga Esina (Marie-Antoinette) no se emancipa de esta escritura. Asimismo la ex bailarina del Mariinsky nos restituye una Marie-Antoinette poco convincente y sin gran empatía.
De todos modos, la presencia escénica y la calidad de los bailarines del cuerpo de baile de la Ópera de Viena, preservan a los espectadores del aburrimiento que acecha. Poco vistos en esta obra, confío poder apreciarles en una coreografía más convincente, o al menos a la altura de su talento. Saludando discretamente al público, Manuel Legris puede enorgullecerse de su compañía y del trabajo ya conseguido hasta aquí.
Marie Antoinette - Ballet en dos actos de Patrick de Bana
Musiques : Georg Philipp Telemann, Antonio Vivaldi, Chevalier de Saint-Georges, Wolfgang Amadeus Mozart, Johann Christian Bach, Jean-Philippe Rameau, Jean-Féry Rebel and Luis Miguel Cobo
Décors : Marcelo Pacheco, Alberto Esteban / Area. Espacios Efímeros
Costumes: Agnès Letestu
Lumières : James Angot
Marie-Antoinette – Olga Esina Louis XVI – Roman Lazik Madame Elisabeth – Ketevan Papava Le Destin – Kirill Kourlaev L’Ombre de Marie-Antoinette – Alice Firenze Marie-Thérèse – Dagmar Kronberger Mercy – Fabrizio Coppo Louis XV – Christoph Wenzel
No hay comentarios:
Publicar un comentario