Marian Walker y Rainer Krenstetter (Foto: Yailin Alfaro) |
Entre el 28 de octubre y el 6 de noviembre, se ha celebrado en la capital cubana la vigésimo sexta edición del Festival Internacional de La Habana, que en esta ocasión ha estado dedicada a celebrar los sesenta años de la fundación del Ballet Nacional de Cuba
Cristina Ribé
Plato fuerte del Festival Internacional de la Habana ha sido la conmemoración del 75 aniversario de la fecha del debut de Alicia Alonso en el rol de Giselle, una de sus más entrañables
experiencias escénicas. Cinco producciones
de Giselle con diferentes intérpretes
y roles protagonistas, han dado la oportunidad al espectador de disfrutar y comparar
distintas actuaciones y valorar todas y cada una de ellas.
"Giselle", Yanela Piñera y Dani Hernández (Foto: C.R.) |
Gala Inaugural en el Gran Teatro de la Habana “Alicia Alonso”
El presidente cubano, acompañado de muchas otras personalidades del mundo
político y cultural del país, inauguró el Festival exaltando la historia y la
labor trascendente del Ballet Nacional de Cuba al cumplirse siete décadas de su
creación. Miguel Díaz-Canel reconoció el innegable aporte a la cultura cubana
de Alicia, Fernando y Alberto Alonso "quienes, -afirmó- pudiendo ser sólo
grandes artistas, eligieron ser grandes cubanos y dieron vida al sueño de
fundar una compañía y una escuela reconocidas hoy entre las mejores del mundo.
Su principal misión fue y es acercar el arte al pueblo y para ello los precios
han sido siempre simbólicos a fin de facilitar el acceso a todos los
ciudadanos".
Por primera vez en la historia de este Festival, debido a problemas de salud, Alicia Alonso no desfiló
con la compañía que aún dirige, pero este hecho no
impidió que el público ovacionara la sola mención de su nombre.
Durante los siguientes días, los tres teatros más importantes de la Habana
(Gran Teatro de la Habana, Teatro Mella,
Teatro Nacional de Cuba), se llenaron de actividad frenética… ensayos,
clases, representaciones tarde y noche… La
sede del Ballet Nacional de Cuba abría
sus puertas para mostrar clases impartidas por ilustres maestros nacionales y
extranjeros a los bailarines que participaban en el Festival. La Escuela Nacional de Ballet “Fernando
Alonso” acogía las Jornadas pedagógicas Fernando Alonso in memoriam donde destacados profesionales de la
danza cubana (Aurora Bosch, Victor Gili,
Lorna Feijoo, Nelson Madrigal y Osmay Molina), transmitieron sus
experiencias a los estudiantes de este prestigioso centro docente.
Alumnos de la Escuela Nacional de Ballet "Fernando Alonso" (Foto: Josep Guindo) |
Es muy difícil y extenso enunciar y valorar todas y cada una de las
actuaciones que pudimos disfrutar, las “Highlights”,
las más extraordinarias fueron las siguientes:
Día
29 de octubre, Gran teatro de la Habana
Sueño
de una noche de verano, coreografía
de Liam Scarlett
Interpretada por Yanela Piñera y Camilo
Ramos, bailarines cubanos, desde Australia. Liam Scarlet tiene un don
excepcional para combinar e hilvanar pasos y gestos en pareja, sus construcciones
son armónicas, pacientes y no en vano se podía percibir su complicidad después
de tantos años juntos. Una representación exquisita.
El
Cisne Negro coreografía Marius Petipa
Pas
de Deux interpretado por Adiarys Almeida y Taras Domitro. Ambos grandes bailarines cubanos con enorme éxito
mundial. Taras fue primer bailarín en el Sant Francisco Ballet hasta que
decidió independizarse. El público cubano le ovacionó largamente y se crearon
unos momentos mágicos entre el bailarín y su público; él no cesaba de sonreír y
saludar, y la gente, añorando sus magníficos saltos y giros, loca de júbilo, no
cesaba de gritar y aplaudir. Tras tanto tiempo ausente de Cuba recibió un
homenaje salido directamente del corazón de sus compatriotas.
Yanela Piñera y Camilo Torres en "Sueño de una noche de verano" (Foto: J.G.) |
Dia
30 de octubre Teatro Mella función
tarde
Stars of American Ballet
El grupo de estrellas del American Ballet Theater presentó una gala variada donde piezas de George Ballanchine, y Christopher Wheeldon se entrecruzaban
con temas de Michael Jackson y un
electrizante Tango titulado Tres Hombres. Sus tres intérpretes: Denys Drozdyuk, Lex Ishimoto y Daniel
Ulbricht derrocharon una energía absolutamente explosiva y con sus
piruetas, saltos y giros imposibles enloquecieron al público, quien les
obsequió con una ovación larga e intensa.
Gran Teatro de la Habana, Función noche
Gala con Bailarines invitados y del Ballet
Nacional de Cuba. Resaltaron, por un lado, Romeo
y Julieta, coreografía de Kenneth
McMillan y música de Prokoviev Interpretado por Isabella Boylston y Cory Stearns (American Ballet Theater). Ambos
están increíbles en sus respectivos roles, son la belleza en su máxima
expresión viviendo intensamente una pieza extraordinaria.
María Rovira, la
coreógrafa catalana tan vinculada a la isla caribeña, repuso su Tierra y Luna. Interpretada por el
Ballet Nacional de Cuba, y con más de 20 años de antigüedad, resulta completamente
actual, exceptuando algunos matices que, en absoluto quitan valor al conjunto.
Isabella Boylston y Cory Stearns en "Romeo y Julieta" (Foto: Josep Guindo) |
Día
31 de octubre Teatro Nacional de Cuba,
Sala Avellaneda
Giselle coreografía de Alicia Alonso sobre la original de Jean Coralli y Jules Perrot. Música de Adolph Adam. Interpretado en sus principales roles por Sadaise Arencibia (Ballet Nacional de
Cuba) y Rolando Sarabia, (Washington
Ballet). Había gran expectación por ver a este bailarín cubano, principal en la
compañía de Estados Unidos desde hace muchos años, y muy querido en su país,
pero lo cierto es que sobreactuó en gran manera, y la exageración superó a la
técnica. Lo mejor, sin duda, el cuerpo de baile en el segundo acto, con líneas
exactas, guerrero y suave al mismo tiempo… una versión auténticamente cubana.
Día 1
de noviembre Gran Teatro de la Habana
Gala Petipa (200 aniversario)
Gala dedicada al coreógrafo más universal. En su
momento sentó las bases de un nuevo estilo de danza, el clasicismo y dentro del
mismo, rescató el protagonismo del bailarín masculino, tan relegado en escena
desde el período romántico. Nadie duda en reconocer que con Petipa emergió la cuarta escuela de
ballet en el mundo, después de la rusa, que se sumaría a la italiana, la
francesa y la danesa. Sus obras contenían una cuota de exigencia mayor, y la
mayoría de ellas incluían danzas populares.
En esta Gala se presentaron varios Pas de Deux (Paquita, La Bayadera, Don Quijote), así como el tercer acto de La Bella
Durmiente (Ballet Nacional de Cuba),
y el Tercer acto de El Lago de los Cisnes
con Viensay Valdés y Dani Hernandez.
Día 2
de noviembre Teatro Nacional de Cuba,
Sala Covarrubias
Siren,
coreografía Pontus Lidberg, música Stephan Levin y Franz Schubert
El Danish
Dance Theater estrenó en Cuba una obra del coreógrafo sueco Pontus Lidberg inspirada en una de las
más fascinantes criaturas mitológicas: las sirenas.
Esta creación reciente juega con roles de
género y varias capas narrativas a partir de la danza contemporánea y la
proyección de películas conceptuales en torno a esas figuras míticas. Las
sirenas atraen a los marineros con cantos dulces y unos cuantos encuentran la muerte tras
lanzarse al mar en busca de esos etéreos seres asociados a la belleza y
sensualidad femeninas.
Dia 3
de noviembre Teatro Mella, función
de noche
Carmina
Burana coreografía Claude Brumachon, música Carl Orff
La ambivalencia de una obra contemporánea
y atemporal. La Carmina Burana de Claude Brumachon, junto los bailarines
del Ballet del Gran Teatro de Ginebra, ofrece
una visión inusual y comprometida de esta promulgación de la cantata firmada
por Carl Orff. De inmediato salta a
la vista la especial visión del coreógrafo, su búsqueda de la verdad absoluta,
de la belleza, del gesto correcto y la estética en la forma más pura, con un
virtuosismo enormemente expresivo. Su lenguaje es el de los cuerpos, su
material el hombre y el mundo en el que evoluciona. Bellísimo y famoso coro de
apertura O Fortuna, repetido al final
como símbolo del perpetuo retorno.
Teatro Nacional de Cuba, Sala Avellaneda función de tarde
Giselle, coreografía Alicia Alonso sobre la original de Jean Coralli y Jules Perrot, música Adolphe Adam, Intérpretes Hee
Seo, Cory Stearns (ATB), y el Ballet Nacional de Cuba.
La Giselle
bailada por Hee Seo resulta absolutamente sublime, es
tan espiritual, tan profunda delicada y exquisita, roza lo etéreo, todo
acompañado de una técnica impecable. Cory
, bailarín conocido ya por el público cubano, bordó su interpretación, transmitió su tremendo dolor e hizo sentir al público el sufrimiento inmenso
tras la pérdida de su amada, totalmente desesperado baila sin fuerza…ella se ha
ido para siempre. Una obra maestra bailada por dos extraordinarios bailarines
en la cumbre de sus respectivas carreras.
Julie Charlet y Javier Torres en "La reina muerta" (Foto: J. G.) |
Dia 4
de noviembre Gran Teatro de la Habana
La
Reina Muerta, la
romántica y trágica historia de amor del siglo XIV del príncipe portugués Pedro
y de la dama de honor de su esposa, Inés de Castro. El coreógrafo francés
contemporáneo, Kader Belarbi
descubrió este drama y lo convirtió en un ballet tomando la muy acertada
decisión de usar obras conocidas del extenso catálogo musical de Tchaikovski.
Interpretada por Julie Charlet (Ballet de
Toulousse) y Javier Torres (Northern Ballet), es una mezcla de ballet de
la vieja escuela y neoclásico, que otorga un toque diferencial al espectáculo,
su coreografía es exquisita, elegante y en momentos concretos nos recuerda a la
de Petipa. Ambos, magníficos bailarines, están
absolutamente compenetrados y hacen disfrutar al público en cada evolución.
Día 5
de noviembre Teatro Nacional de Cuba,
Sala Avellaneda
Giselle,en esta ocasión los roles principales
fueron bailados por Yanela Piñera
(Queensland Ballet, Australia), y Dani Hernandez (Ballet Nacional de Cuba). Bellísima
interpretación de estos bailarines cubanos de técnica impecable y magistral.
Día 6
de noviembre Gran Teatro de la Habana
Gala de Clausura
Con una emotiva Gala cargada de estrenos
mundiales, culminó el XXVI. Festival Internacional de Ballet de la Habana.
Vestida
de nit, y Anima, dos piezas nuevas de María
Rovira, fueron interpretadas por estrellas del Ballet Nacional de Cuba (Claudia García y Ariam Arencibia, y Dani
Hernandez respectivamente).
"ParAlicia" Viengsal Valdés (Foto: Yailin Alfaro |
Como broche final, Viengsay Valdés, primera bailarina del Ballet Nacional de Cuba,
rindió homenaje a Alicia Alonso con la pieza ParAlicia, coreografía de Tania
Vergara y música compuesta especialmente para esta ocasión por el maestro Frank Fernandez, quien acompañó a la
bailarina en vivo, mientras se proyectaban imágenes de varios films de Giselle en el escenario.
Colofón de un Festival diverso, intenso y
exitoso que, una edición más, da fe de la enorme simbiosis entre la Danza y el pueblo cubano, unas jornadas
repletas de ilusión y buen hacer por parte de organizadores, bailarines,
técnicos, invitados y público. Una experiencia única e inolvidable.
Un articulo brillante, a traves del que te transportas al festival. Enhorabuena.
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