lunes, 25 de noviembre de 2019

Gala de bailarines del ABT en Terrassa

Isabella Bolyston y James Whiteside. Foto: Josep Guindo

Con dos funciones que colgaron el cartel de completo, el Centre Cultural de Terrassa, en este casi final de la 36 Temporada BBVA de Danza, programó una Gala de bailarines de una de las más prestigiosas compañías de América, el American Ballet Theater

Carolina Masjuan 

Los bailarines del American Ballet Theatre (ABT) encabezados por dos de sus estrellas, Isabella Bolyston y James Whiteside en la plenitud de sus carreras, nos ofrecieron una velada incluyendo las coreografías más emblemáticas del repertorio de la compañía americana, como El Corsario, el Grand Pas Classique o Don Quijote, más piezas de corte neoclásico, inéditas en España. 

Katherine Williams y Aran Bell. Foto: Josep Guindo
El ABT fue fundado en 1939 en Nueva York y su historia no ha hecho más que ganar prestigio por el elenco de bailarines que han formado parte de ella. La lista de nombres es impresionante pero podemos destacar bailarines principales como Mikhail Baryshnikov Nina Ananiashvili, Maxim Beloserkovsky, José Manuel Carreño, Angel Corella, Herman Cornejo, Irina Dvorovenko, Alessandra Ferri, Marcelo Gomes, Paloma Herrera, Xiomara Reyes o Julie Kent, entre otros. 

De vocación itinerante, el ABT ha recorrido más de 140 ciudades y no tiene sede propia, aunque el Metropolitan Opera House es la plataforma de lanzamiento de todos sus estrenos. Caroline Kennedy, Carolina Herrera y La Prairie son algunos de sus mecenas. 

Habíamos podido ver al ABT II tanto en Terrassa como en el Festival de Peralada hace varios años, así como a muchos de los artistas mencionados más arriba, en las Galas que organizaba Ángel Corella cuando era principal en la compañía americana y deslumbraba al mundo entero con su arte sin igual, antes de embarcarse en la aventura de la compañía en España de tan doloroso recuerdo por su inmerecido final. También destacar que la compañía principal al completo, vino hace unos años al Liceu con su Don Quijote, siendo James Whiteside Basilio en alguna de las funciones. 

Catherine Hurlin y Calvin Royal.
Foto: Josep Guindo
Así pues, había mucha expectación para descubrir a los nuevos bailarines que acompañarían a las dos estrellas en Terrassa y por el entusiasmo con el que el público egarense ovacionó a los artistas, parece que no defraudaron, aunque a nuestro juicio la gala fuese algo desigual en cuanto al nivel de los artistas. 

La comparación, odiosa pero inevitable, con Isabella y James, mostraba con rotundidad el altísimo nivel de ambos, no sólo en cuanto a técnica, si no sobretodo en la fluidez de su danza, la armonía de sus movimientos, el buen funcionamiento del partenariado. También sus dos piezas fueron las más interesantes por poco conocidas por aquí. 

En la primera parte, con On the Water, estreno en Europa, ambos deslumbraron. Este paso a dos de Marius Petipa y Lev Ivanov, adaptado para el ABT por Kevin McKenzie, su director, transportó al público que quedó embelesado por la magia de su movimiento y consiguió poner en escena toda la belleza de la mejor danza clásica, con una mirada más actualizada. 

Para la segunda parte, otro paso a dos clásico, el de Asaf Messerer y su Spring Waters coreografiado en la década de 1950. Un paso a dos -con vestuario, tipo Diana y Acteón, de corte y colorido no muy acertado por cierto- que trajo a escena toda la energía y alegría por la danza de estos dos grandes bailarines. Una exigente coreografía en la que destacan espectaculares portés, equilibrios y rapidez.

Katherine Williams y Blaine Hoven. Foto: Josep Guindo
Catherine Hurlin, bailarina solista en el ABT, nos brindó un cisne blanco al que le faltó algo de lirismo, sobretodo en sus brazos y manos y en la forma de afrontar el rol. Gracias a su buen dominio de la técnica, convenció más como Kitri con muy buenos equilibrios y unos fouettés que destacaron por su control, abanicándose, cerrando el abanico e incluso elevándolo por encima de la cabeza. Aran Bell la secundó como partenaire atento y seguro. 

El bailarín madrileño Carlos González bailó en el primer acto el Grand Pas Classique con Anabel Katsnelson, ambos bailarines del cuerpo de baile de la compañía. En el el segundo fue Alí en el paso a tres de El Corsario, acompañado por los solistas, Cassandra Trenary y Blaine Hoven.

Nos gustó Carlos, él y su compañera defendieron bien el difícil reto que supone la gran pieza de Gsovsky, dándole el empaque necesario y alcanzando el nivel técnico requerido, principalmente en sus codas. También en El Corsario su Alí estuvo a la altura. 

James Whiteside e Isabella Bolyston.
Foto: Josep Guindo
Completaron el elenco de artistas venidos a Terrassa, los solistas Katherine Williams y Calvin Royal. Williams nos ofreció el paso a dos de Gulnare Lankedem de El Corsario junto a Aran Bell y una pieza más contemporánea con zapatillas de punta A Time there was con Blaine Hoven. Calvin Royal por su parte bailó el paso a dos Know con Cassandra Trenary, siendo el Siegfried de Catherine Hurlin para el Cisne Blanco.

También, como venimos haciendo asiduamente para Festivales y teatros varios, nos permitimos perdirle a Terrassa más repertorio europeo: Crankos, MacMillans, Neumeiers,.... repertorio apenas visto en España y que entendemos no sería complicado programar dadas las numerosas y buenas compañías que lo tienen en su repertorio.

Así como ¡idea para otra Gala! ¡o mejor aún, algún Mixed Bill que tanto arrasa en Filadelfia! de la compañía que dirige el estimado y admirado Ángel Corella, el Ballet de Pensilvania. 

Si en Terrassa cada vez más se suele colgar el cartel de completo para dos funciones, estamos seguros que para ver el trabajo -según público y crítica, excelente- que realiza nuestro querido bailarín madrileño, catalán de adopción puesto que tiene casa y escuela junto a su hermana y su cuñado, en Barcelona, estamos convencidos de que habría que hacer aún más funciones.



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