Traduccion : Carolina Masjuan
El tricorno Sergio Bernal - Foto : G. Uféras |
Domingo 16 de setiembre. Las torrenciales lluvias que caen sobre Atenas, hacen casi improbable que se pueda mantener la celebración de la Gala "Meet the stars", prevista en el Odeón de Herodes Atticus. ¿Intervención de los dioses del Olimpo? Al final de la tarde, clarea el cielo permitiendo que se reúnan en escena un gran número de artistas de renombre, venidos de las mejores compañías de ballet, de los cuales una pléyade de rusos, aunque estén bailando en Berlín, Viena, Londres, Moscú o San Petersburgo. Se puede ser un tiquismiquis y poner de manifiesto el lado convencional de este tipo de manifestaciones, que se limitan a proponer una sucesión de pasos a dos y retazos de bravura del repertorio clásico. Pero inteligentemente organizada por David Makhateli (ex-principal del Royal Ballet) y Denis Autier, y magistralmente ejecutada por los bailarines, es de rigor dejar constancia que el programa permite ser totalmente apreciado, incluso saboreado.
Las nueve de la noche. Odeón de Herodes Atticus. Ligero frescor nocturno. El sordo charloteo de voces se integra en el silencio. Más allá del escenario, tintinean las luces del Partenón. Por fin, el momento tan esperado, ese que agudiza la impaciencia...
Spartacus D. Pavlenko/A. Sergeev - Foto : G. Uféras |
El ambiente romántico-dramático del adagio de Spartacus encuentra en ese teatro una resonancia aún más fuerte, al estar plenamente involucrados en la trama los intérpretes del Mariinsky, individualmente y en pareja. Daria Pavlenko, conmovedora e imperial, ilumina la escena... pero este extracto de la obra de Jacobson, sólo responde a medias a las expectativas de un público ávido de acrobacias, de virtuosismo y de emociones fuertes. Y es Sergio Bernal quien, arropado por su inmensa capa roja, hipnotizará y transportará al público ateniense. El bailarín del Ballet Nacional de España nos brinda una "farruca" de referencia: los saltos son amplios, los cambrés provocativos y los tacos aportan un ritmo a la danza de una virilidad que embellece y subraya la fuerza de la coreografía de A. Ruíz Soler con música de Manuel de Falla. Llueven aplausos. Caluroso recibimiento también para Hikaru Kobayashi y Frederico Bonelli. Los bailarines del Royal Ballet defienden con inteligencia y elegancia Tchaikovski Pas de Deux, a pesar de un porté final un poco arriesgado. Por otro lado, el baile de la ex-alumna de la escuela de danza de la ópera de Paris, ganaría siendo un poco más "jazzy" y menos controlado. Fuera de su contexto dramático, el extracto de Carmen no consigue hacerse comprender por el público neófito. La interpretación de los solistas del ballet de Viena no tiene nada que ver, es la elección de la coreografía lo que es más sospechoso: tal como sucede a menudo con D. Bombana, la escritura es poco legible, poco elegante y demasiado amanerada. Podremos no obstante medir el alcance del talento de Ketevan Papava y Kirill Kourlaev más tarde.
Grand Pas Classique I. Salenko/M. Walter - Foto : G. Uféras |
Será la gloria local en la persona de Danilo Zeka quien desatará una nueva salva de aplausos. El bailarín griego nos presenta "Voyage" bajo el famoso concierto 23 en A Mayor de Mozart. Coreografiado por R. Zanella para Wladimir Malakov, es difícil, si no imposible, igualar la interpretación del ex-principal del ABT en este solo, que puede, por desgracia, caer rápidamente en la insignificancia.
El Corsario M. Nuñez/D. Semoinov - Foto : G. Uféras |
Esta primera parte del programa alcanza su apogeo gracias a la presencia, bella e inspirada, de los bailarines del Ballet de Berlín y de una Marianela Núñez real en su extracto de “El Corsario”. ¿Es necesario recordar que Iana Salenko es una personalidad luminosa, llena de encanto y de estilo? Unos epaulements airosos y delicados, unos developés de una gran calidad, ¿cómo no electrizar al público ateniense? Radiante en su tutú negro y plata, su partenariado con Marian Walter funciona de maravilla y ambos no cesan de disfrutar con las dificultades del Grand Pas Classique que re-encuentra con ellos toda su nobleza y su grandeza. Sigue la sublime Marianela Núñez. Desde sus primeros pasos, la "principal" del Royal Ballet ilumina la escena. Aborda las dificultades con una facilidad y una precisión desconcertantes, mientras que su partenaire llegado del ballet de Berlín, el ruso Dimitri Semoniov, no se queda atrás en esta demostración de técnica y virtuosismo. El público se desboca.
Narcissus S. Polunin - Foto : G. Uféras |
Cuando el frescor de la noche se hace más intenso en la capital griega, la segunda parte de la velada nos reserva aún hermosas sorpresas. Serguei Polunin, ahora con el Stanilavsky Ballet, hace alarde de sus atléticas posibilidades en un 'Narciso' que le sienta como un guante. Es en la verdadera y profunda calidad de su danza donde reside su valor: posee esa agilidad precisa, ese sentido de lo oportuno, esa elegancia de movimiento y esa forma espontánea, fácil, de ejecutar tanto los pasos más simples como los más complicados. La calidad de su interpretación hace más digestiva la música, ensordecedora, de Tcherepnin. Cómo no podía ser de otra forma, desde las primeras notas de la música tradicional griega, el público palmea la cadencia para acompañar a Zdenek Konvallina, que nos recuerda cuanto la mitología griega ha sido fuente de inspiración para Béjart. Es necesario todo el talento de los bailarines del ballet de Viena para imponer la intensidad dramática del extracto de “Anna Karenina". Poseedora de una silueta excepcional, escultural y femenina, Ketevan Papava hizo gala de una sensualidad y de un lirismo que se presta de maravilla al estilo de B. Eiffman. Kirill Kourlaev sublima su personaje mediante una potencia física asociada a un fabuloso juego de piernas. Re-encontramos la misma aurea solar en los bailarines Daria Pavlenko y Alexander Sergeev quien se impone como un 'Apolo' de referencia. Poseen todas las cualidades necesarias para hacer frente a las exigencias de la escritura coreográfica de Balanchine. Una delicia.
Tchaikovsky Pas de Deux F. Bonelli - Foto : G. Uféras |
Lástima que la música de Ravel subraya las carencias de la coreografía de P. Pozo. El talento y la calidad de la interpretación de Sergio Bernal no consiguen salvar este "Bolero" del aburrimiento. Estetismo amablemente insípido, sensualidad lisa y sin alma, se hallan en este paso a dos interpretado bajo la música demasiado anodina de Arvo Part, pero interpretado a la perfección por Iana Salenco y Marian Walter. De pronto, el regreso al puro espectáculo de virtuosismo es francamente brutal, pero difícil, sin embargo, resistirse a Yolanda Correa cuando se baila así. Saltos, equilibrios, piruetas, todo está ahí excelentemente ejecutado. La pureza del gesto. En cuanto a Yoel Carreño, nos ofrece incontestablemente los más bellos tours à la seconde de la velada. ¡Qué pureza de estilo! ¡Qué maravilla!
Anna Karenina K. Papava/K. Kourlaev - Foto : G. Uféras |
PROGRAMA
SPARTACUS (Adagio) (cor. L. JACOBSON)
APOLLO (cor. G. BALANCHINE)
D. PAVLENKO / A. SERGEEV
TEATRO DEL MARIINSKY
El TRICORNO (cor. A. RUIZ SOLER)
BOLERO (cor. P. POZO)
S. BERNAL
BALLET NACIONAL DE ESPANA
TCHAIKOVSKY PAS DE DEUX (cor. G. BALANCHINE)
F. BONELLI / H. KOBAYASHI
ROYAL BALLET
VOYAGE (cor. R. ZANELLA)
D. ZEKA
OPERA NACIONAL GRECA
CARMEN (cor. D. BOMBANA)
ANNA KARENINA (cor. B. EIFMAN)
K. KURLAEV / K. PAPAVA
BALLET DE LA OPERA DE VIENNA
GRAND PAS CLASSIQUE (cor. AUBER)
ELEGY (cor. R. REBECK)
I. SALENKO / M. WALTER
BALLET DE LA OPERA DE BERLIN
EL CORSARIO (cor. M. PETIPA)
M. NUNEZ (ROYAL BALLET) / D. SEMIONOV (BALLET DE LA OPERA DE BERLIN)
NARCISSUS (cor. K. GOLEIZOVSKY)
S. POLUNIN
MOSCU STANISLAVSKY BALLET
GREEK DANCE (cor. M. BEJART)
Z. KONVALINA
ENGLISH NATIONAL BALLET
DIANA Y ACTEON (cor. A. VAGANOVA / V. CHABUKIANI)
Y. CARRENO / Y. CORREA FRIAS
BALLET NACIONAL DE NORUEGA
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