Alicia Amatriaín y Martí Fernández Paixà. Foto: Josep Guindo |
Organizada
por Leo Sorribes y
Elías García, creadores de Ibstage
y del futuro Ballet de Catalunya (BNC),
el pasado 22 de Julio tuvo lugar una Gala de estrellas reuniendo a
algunos de los mejores bailarines de las más importantes compañías
europeas y alguna americana e incluyendo dos futuras bailarinas ya
seleccionadas con contrato de aprendices para formar parte de la
nueva compañía: Alexandra Urcía
y Rossana
Morelli. Alicia Amatriaín, Martí Fernández Paixà y
Gonzalo García
fueron las tres estrellas españolas del impresionante elenco.
Carolina
Masjuan
Como
entremés «delicatessen» a la edición 2017 de Ibstage
que tras las tres semanas de cursos, clases y ensayos, finalizará el
1 y 2 de Setiembre con las Galas de estrellas
compartiendo escenario con los jóvenes participantes del curso, este
mes de Julio se han ofrecido dos funciones de una Gala que nos va a
ser muy difícil olvidar, tanto por el altísimo nivel de los
bailarines -difícil quedarse con una pareja porque todos eran de una
calidad excepcional- como por un programa rico y variado,
inteligentemente diseñado para complacer al público más exigente.
Lauren Cuthbertson y Vadim Muntagirov. Foto: Josep Guindo |
Un repertorio escogido muy cuidadosamente por el propio Leo Sorribes,
para reflejar el estilo al cual aspira el BNC, que incluya clásico, neoclásico y contemporáneo, pero
velando porque todos los estilos sean ofrecidos al más alto nivel,
tanto en cuanto a la interpretación, como a la selección de los
coreógrafos. Por suerte se trata de una dirección a la altura, con
mucha experiencia, conocimiento y criterio -que no se engañen los
gurús locales que van haciendo declaraciones que no hacen más que
ponerles en evidencia- El equipo Ibstage/BNC,
son profesionales que saben perfectamente en qué debe consistir y de
qué debe disponer una compañía hoy en día: un elenco y un
repertorio versátil pero de mucha calidad, para abarcar a cuanto más
público mejor.
Abrieron
la Gala los queridos y admirados bailarines principales del Royal
Ballet, Lauren Cuthberston y Vadim
Muntagirov, ambos fieles a Ibstage
desde hace ya unas temporadas y por tanto ya conocidos, y queridos,
por el público catalán. Empezaron con Sylvia
de Sir Frederik Ashton,
coreógrafo de referencia de la compañía inglesa y poco visto por
aquí. Elegantes y perfectos con un dominio espectacular tanto de la
técnica como del estilo, sencillamente nos encantaron.
Lauren,
ya en la segunda parte y teniendo como partenaire al espectacular
bailarín solista del Royal, Eric
Underwood, nos mostró la versatilidad
requerida hoy en día en cualquier bailarín de alto nivel que se
precie, exigida además por todas y cada una de las compañías
clásicas, compañías que son nuestra envidia, digámoslo claro,
pero que tenemos la esperanza de que pronto nuestra suerte cambie.
¡Así sea ! Pero no nos desviemos. Lo que Lauren y Eric
bailaron fue un fragmento del espectacular ballet Chroma,
que Wayne McGregor,
coreógrafo residente del Royal, creó para la compañía inglesa
hace unos pocos años. Magnífico fragmento de un estilo
contemporáneo, vistoso y sumamente exigente que hizo subir la
adrenalina entre la audiencia.
Lauren Cuthbertson Y Eric Underwood. Foto: Josep Guindo |
Vadim
por su parte nos volvió a entusiasmar en Flammes
de Paris. ¡Qué bailarín ! Diga
lo que diga, seguro que me repito, porque confieso que siento
debilidad por su elegancia, su altísima técnica puesta siempre al
servicio del arte, nunca en busca de un exhibicionismo gratuito. Y
ahora Vadim bailó con la deliciosa Rebecca
Storani, ganadora del premio «On
Stage With a Principal Dancer» de la edición 2014 de Ibstage,
que le brindó la posibilidad de compartir escena al año siguiente
con una estrella y participar en la Gala final en un paso a dos con
algún bailarín consagrado. Pues bien ese bailarín fue Vadim y el
paso a dos no fue otro que este mismo Flammes
de París, pero que ahora bailó ya
como bailarina profesional del Ballet
Nacional de Portugal. Un placer
re-encontrarla y constatar los frutos que ha ido dando Ibstage a lo
largo de estos años. Rebecca defendió con mucha solvencia la
dificilísima variación de este paso a dos, marcándose unas
pirouettes
y unos fouettés
de vértigo. ¡Adelante muchacha tienes un brillante futuro!
Liudmila Konovalova y Mijhail Sosnovschi. Foto: Josep Guindo |
A
la pareja formada por Kristina Saphram y
Timur Askerov bailarines principales
del Mariinsky
y también él ya conocido nuestro, les correspondió el emotivo paso
a dos de Romeo y Julieta
que ellos bailaron en la versión de Leonid
Lavrovsky que es la que tiene en
repertorio la prestigiosa compañía de San Petesburgo y que por aquí
no conocemos tanto. Una delicia de paso a dos por unos bailarines
impresionantes, sumamente compenetrados.
Del
Ballet de la Ópera de Viena
llegaron Liudmila Konovalova y
Mihail Sosnovschi, Bailarina Principal
ella y Bailarín Solista él. Su variación del Corsario
no fue la típica del paso a tres de Medora,
Conrad y Alí,
si no la del “Pas d’Esclave” cuando Lankedem
vende a la odalisca, Gulnara,
con la difícil variación femenina. Virtuosismo y elegancia a
raudales por parte de ambos bailarines.
Penumbra,
una coreógrafía de corte neoclásico, firmada por Remy
Wörtmeyer, emocionó a la audiencia
por su belleza y la sublime interpretación que nos ofrecieron los
Primeros Bailarines del HET National
Ballet, Anna Ol y
Semyon Velichko. Una auténtica delicia
en una pieza que fue un descubrimiento para todos bajo música de
Rachmaninov.
Y
¿quién mejor para bailar Balanchine
que dos bailarines del New York City
Ballet? El delicioso, virtuoso y
clásico paso a dos, ideal además para una Gala, Tchaikovsky
Pas de Deux, nos llegó de parte de los
principales de la compañía americana, el zaragozano Gonzalo
García y la encantadora Ashley
Bouder. Se trató de la versión con
estilo renovado por el NYCB, una delicia que degustamos con sumo
placer.
Ashley Bouder y Gonzalo García. Foto: Josep Guindo |
El
segundo Petipa
de la noche fue «Carnaval de Venecia» no tan conocido y
en cambio muy bonito, sobretodo bailado por unos sensacionales
bailarines como Viktorina Kapitonova,
Primera Bailarina del Ballet de Zurich
y Dinu Tamazlacaru
también Primer bailarín pero del Ballet
de la Ópera de Berlín. Ambos
espectaculares, tanto de técnica como de presencia escénica. Como
anécdota contar que Viktorina ha sido mamá recientemente y viaja
con su marido y su pequeño y precioso bebé al que aún está
alimentando. Nuestra total admiración y respeto.
Rebecca Storani y Vadim Muntagirov. Foto: Josep Guindo |
Uno
de los momento álgidos de la noche llegó con «Lightness in
Spirit» estreno mundial, creado especialmente para esta Gala
de Ibstage por la bailarina Solista del Ballet
de Stuttgart, Katarzyna Kozielska e
interpretado por la indiscutible estrella de la compañía alemana,
la vasca, Bailarina Principal, Alicia Amatriaín, acompañada por el
joven bailarín de Reus, Martí Fernández Paixà, Bailarín Solista
en Stuttgart. Espectacular trabajo el de esta coreógrafa que en los
cuerpos y con el arte de los dos bailarines españoles, tuvo su mejor
encarnación. La música de Bill Evans
“Peace Piece” sirvió de marco para que ambos bailarines
nos permitieran apreciar la belleza de su movimiento en un lenguaje
rico, con momentos sublimes. Gran ovación prueba de que el público
supo apreciarlo.
Y
el fin de fiesta vino dado por el tercer Petipa de la noche y paso a
dos que no falla como colofón de Gala: Don
Quijote. Pero éste fue un Paso a dos
con sorpresa ya que incluyó dos variaciones para bailarina, del
mismo ballet, incluidas aquí para presentarnos a Alexandra Urcía y
Rossana Morelli como futuras integrantes del BNC Ballet con un
contrato de “aprendices” en la compañía cuyos cimientos se van
construyendo estos meses. El paso a dos propiamente dicho fue bailado
con gran virtuosismo por Saryal Afanasev
y
Anastasia Limenko ambos Bailarines
Principales del Stanislavsky Ballet.
Los seguros portés
de él junto con los equilibrios de ella, sus giros rápidos y la
solidez de sus puntas clausuraron una Gala que todos vivimos son
entusiasmo y emoción.
Viktorina Kapitonova y Dinu Tamazlacaru. Foto: Josep Guindo |
¿Cómo
lo consiguen? ¿Cuál es el secreto de su poder de convocatoria?
¿Cómo estos artistas de tan alto nivel, no dudan en hacer
importantes sacrificios cuando les llaman Leo y Elías? Misterios por
resolver, pero en todo caso nosotros encantados de que una y otra
vez, nos vayan ofreciendo estas exquisiteces para nuestros paladares
cada vez más exigentes. Sin olvidar que además las Galas se pueden
seguir en streaming
en directo y de forma gratuita desde cualquier rincón gracias al
gran trabajo realizado por Carmen Tanaka
y María
Urcia. A destacar que en esta ocasión
el Balanchine Trust
ha hecho una excepción y ha concedido a Ibstage los permisos para la
difusión, algo que ya está también garantizado para la
retransmisión de las Galas de Septiembre para Stripes
and Star, incluida en el programa.
Anna Ol y Semyon Velichko. Foto: Josep Guindo |
Y no
hay que olvidar a la “otra mitad” de Ibstage, Xiomara
Reyes y
Rinat Imaev, que en esta ocasión no
pudieron estar presentes por estar dirigiendo la Summer School de la
Washington Ballet School de la cual
Xiomara es la directora y sin olvidar tampoco el gran trabajo de
producción liderado por el que fue bailarín de la compañía del
Gran Teatre del Liceu
(sí hay tradición en Cataluña y está muy activa aún) Xavier
Bagá, vinculado a Ibstage desde su
inicio en Barcelona.
Todo
el protagonismo fue dado a los artistas participantes. Nadie de la
organización salió a saludar puesto que no toda la dirección
estaba presente. Un detalle no menos importante que da una idea del
espíritu de equipo que existe y que se refleja en la “marca”
Ibstage. ¡Chapeau!
Alicia
y Martí, habían llegado tarde la noche anterior y les recogían a
las cuatro de la madrugada del día siguiente porque según nos
comentó la propia Alicia, tenían que estar pronto en el teatro ya
que Martí sería Mercutio y ella Julieta esa misma tarde. Pero la
satisfacción de bailar en casa, de hacerlo en el Liceu y en una Gala
organizada por Leo Sorribes y Elías García, unos nombres que cada
vez tiene más peso en el panorama internacional, bien valía el
sacrificio. Les habíamos entrevistado un poco antes de la Gala
(entrevista aquí)
y tanto ellos como nosotros estábamos ansiosos de que llegara el
momento de verles bailar en Barcelona. Nuestro deseo es también
volver a Stuttgart para esta vez disfrutar de ambos en escena, en su
teatro y en un ballet completo. Un Oneguin por ejemplo no estaría
nada mal… ¡ojala!
Saryal Afanasef y Anastasia Limenko. Foto Josep Guindo |
Por
otro lado ahora nos espera Ibstage, disfrutar de clases con algunos
de los mejores profesores del mundo, observar el talento de jóvenes
llenos de ilusión, llegados también de todos los rincones del
planeta y disfrutar de dos Galas, esta vez en el emblemático Teatre
Grec de Barcelona que ya están anunciadas y prometen emocionar y
entusiamar a partes iguales, consulten programa y fechas y reserven
localidades aquí. Bailarina catalana invitada en esta edición: Alba Nadal, la
bailarina de Sant Fruitós del Bages que es rara avis en el reino de
Bournonville,
donde casi todo el elenco está formado por bailarines daneses
procedentes de la prestigiosa escuela de Copenhague. Sepan más sobre
ella y su participación aquí
Y
no menos importante, ir siguiendo la evolución del BNC, el Ballet
que Catalunya por fin parece que va a tener. A pesar del como siempre
poco apoyo de un sector de la profesión, incomprensible si no es por
la triste envidia que consume a unos y la incapacidad de saber
valorar lo bueno -o el miedo a reconocerlo- que embarga a otros, esta
vez tiene que salir. Hay también otro sector del mundo del ballet en
Barcelona que sí está por la labor y que realiza una importantísima
tarea de apoyo y divulgación. Escuelas que reconocen lo que
aportaría disponer de una compañía de la mano de unos directores
abiertos a la participación de todos, que actuan con transparencia y
que se implican en la sociedad catalana. Ya nos falló un buen
proyecto, ya dejamos morir alguna iniciativa que con mucho esfuerzo
se mantenía viva, que ahora no suceda lo mismo una vez más. No
nos lo podemos permitir.
Kristina Saphram y Timur Askerov. Foto: Josep Guindo |
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