La Compañía Nacional de Danza presenta una peculiar Giselle en el Teatro Real. Será los días 18, 20 y 21 de Mayo cuando la romántica campesina alemana se transformará en una bellísima aldeana de la Sierra del Moncayo que al igual que su homónima germana morirá por el desamor, en este caso, de un viajero extranjero.
Lola Ramírez
El pasado 11 de mayo tuvo lugar por todo lo alto la presentación en uno de los salones del majestuoso Teatro Real. Joaquín de Luz, director de la CND y responsable de la versión coreográfica de este clásico del ballet, y Borja Ortiz de Gondra, autor de la nueva versión, dieron a conocer esta Giselle con latidos aragoneses.
Joaquín de Luz, que se estrenó como papá hace ocho meses, manifestó un maravilloso estado de ánimo: “A pesar de no dormir, tengo la energía de un joven de 20 años y me hace mucha ilusión bailar y acompañar a mis bailarines en esta producción tan especial para mí”, afirmó el coreógrafo y bailarín, refiriéndose a una Giselle con sangre española y cuya trágica historia de amor se desarrolla en una aldea de la Sierra del Moncayo.
Ángela Cremonte |
Pedro Alonso |
Además de danza, en esta versión de Giselle tendrá protagonismo la poesía de Gustavo Adolfo Bécquer. Con la voz en off de Ángela Cremonte (Las chicas del cable) y Pedro Alonso (La casa de papel), los sentimientos de Giselle y Albrecht saldrán a flote no sólo a través de la danza sino también de las palabras. “Son dos actores extraordinarios. -afirma Borja Ortiz-. Nos llevó una tarde entera encontrar el tono exacto que queríamos para esos versos, pero lo conseguimos. Con Ángela ya había trabajado anteriormente y la elegí porque buscaba a alguien capaz de contar en seis versos el dolor que puede sentir una mujer que ha terminado por convertirse en un fantasma. Poca gente puede hacer eso y ella lo consiguió. En cuanto a Pedro, es mundialmente famoso, todos lo conocemos por su magnífica interpretación en La Casa de Papel, es un actor formado en el teatro, muy comprometido. Vino a grabar esa tarde con una serie de paisajes que a él le ponían en el lugar emocional para leer los versos”.
Joaquín de Luz en la rueda de prensa (Foto: Lola Ramírez) |
“Nos planteamos por primera vez –continúa Borja- por qué una mujer es capaz de darlo todo por amor y qué consecuencias paga por eso. Y qué consecuencias paga el hombre que le hace abandonarlo todo por amor y no es capaz después de asumir ese amor. Yo creo que esta obra es absolutamente intemporal porque habla de algo que nos atañe a todos. ¿Estamos dispuestos a pagar el precio que nos exige el amor e ir hasta donde nos lleve? Al final ponemos voz a Giselle para que diga lo que nunca se ha escuchado y qué es lo que piensa de ese hombre que no la supo querer bien. Y eso creo que ahora mismo es bastante contemporáneo”.
La pregunta en este relato casi filosófico es si la juventud actual puede sentirse identificada con un espectáculo de estas características. Para Joaquín de Luz este es uno de sus retos, “que esta obra tenga impacto en los jóvenes que están ahora acostumbrados al mami-chulo, papi-chulo del reguetón. Desde la CND, al igual que desde el Teatro Real con las Jornadas Educativas, estamos trabajando para que la danza y la cultura se integren en el tejido social a través de la educación. Tenemos guías audiovisuales y hemos hecho dos cuentos, uno de Giselle y otro de nuestra producción de Carmen, incluso con versiones en braille. Queremos que la danza se integre y qué mejor que empezar ya desde el principio, que se hable de cultura en los hogares, en la televisión y en la educación”.
Bailarinas ucranianas en Giselle
Cuatro bailarinas ucranianas forman parte del elenco de esta versión de Giselle que se verá en el Teatro Real. Por un lado, Katja Khaniukova, primera solista del English National Ballet, como invitada especial en las funciones del día 20 y del 21, a las 21.00 horas, dará vida a la protagonista junto a Joaquín de Luz y Alessandro Riga respectivamente. Y, por otro, las tres bailarinas rescatadas por el director de la Compañía Nacional de Danza, quien a través de unos amigos se enteró de que estaban tratando de huir de la trágica situación de su país y encontrar trabajo en una compañía extranjera. Anastasiia Hurska, será bailarina principal e interpretará el rol de Myrtha el 20 de mayo y el paso a dos del Pas de Paysan en las dos funciones del 21, mientras que sus dos compañeras, Yelyzaveta Semenenko y Kateryna Chupina formarán parte del cuerpo de baile en el papel de las etéreas Willis. Quiso hacer hincapié Joaquín de Luz en el hecho de que la integración de estas tres bailarinas ucranianas en la compañía no supone “un acto de caridad sino el oportuno aprovechamiento de unas cualificadas profesionales que en estos momentos no podían desarrollar su talento en su país debido a la guerra”.
No se plantea de momento el director de la CND hacer un vídeo con esta Giselle para que pueda llegar a más público. “Esto es algo complicado en el tiempo que vivimos –afirma-. Grabar un ballet requiere mucho esfuerzo y mucha burocracia, no sólo aquí, en todo el mundo. Ojalá este ballet pueda llegar al máximo de público. Ahora vamos al Kursaal y en enero iremos a Bogotá. Vamos a intentar expandir nuestra voz.
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