miércoles, 20 de julio de 2016

Energética emoción en Peralada con la Alvin Ailey II

In & Out de Jean Emile. Foto: Toti Ferrer

La primera propuesta en danza para el verano de celebración de los 30 años del Festival Castell de Peralada, se saldó con un éxito total de la mano de los jóvenes bailarines de la Alvin Ailey II, la formación junior de la aclamada compañía con sede en Nueva York. Tres coreografías actuales (2015) más el mítico Revelations (1960), icono de la compañía, nos hicieron vibrar de la mano de sus atléticos y talentosos bailarines.

Carolina Masjuan

El 30 de marzo de 1958 Alvin Ailey y un grupo de bailarines de danza moderna, todos de raza negra, actuaron por primera en Nueva York. La troupe se desplazaba en lo que ellos llamaban “the station wagon tours” un automóvil que conducía un viejo amigo de la compañía, Mickey Board. Sus trabajos incorporaban a menudo temas de su experiencia afroamericana y juntos cambiaron para siempre el mundo de la danza. Desde entonces ha llovido mucho, pero el espíritu de la compañía ha permanecido intacto, esa misión pionera de ser una comunidad cultural extensiva que acerque la danza, ya sea mediante la formación o como espectáculo, a todo tipo de público, sigue siendo su motor.

Something Tangible de Ray Mercer. Foto: Toti Ferrer
Una de sus coreografías estrella Revelations (1960), que supuso un hito en la historia de la compañía, continúa representándose de forma habitual como colofón en sus representaciones a lo largo y ancho del planeta, pero su repertorio se ha ido ampliando e incorpora coreografías de jóvenes contemporáneos. Actualmente la troupe ya no está formada únicamente por bailarines de raza negra, aunque éstos continúan siendo mayoría en las dos formaciones actuales.

Fundada en 1974 como “Alvin Ailey Repertory Ensemble”, dieciséis años después de que la compañía “madre” la Alvin Ailey American Dance Theater (AAADT) presentara su primera coreografía, la actual Alvin Ailey II ha sido dirigida por Sylvia Waters hasta 2012. Bajo su liderazgo, la Ailey II se fue consolidando como una de las más aclamadas y queridas compañías de danza moderna.

Con Troy Powell como Director Artístico, esta joven formación continúa entusiasmando a sus audiencias mediante la fuerza y motivación de unos artistas excepcionales y contratando trabajos de nuevos coreógrafos. Su forma de bailar ha sido definida como “extreme dancing” sus saltos son alucinantes, sus extensiones asombran y su interpretación convence. Ello la ha situado entre las más exitosas del mundo y ha contribuido a crear el “mini-imperio” Ailey con un teatro, una escuela, programas comunitarios y dos compañías. Un sueño, vaya. 


Something Tangible de Ray Mercer. Foto: Toti Ferrer
Con doce bailarines, la Ailey II, es mucho más pequeña que la titular que cuenta con treinta y dos, y sus miembros son más jóvenes, veinte y pocos años como mucho.

In &Out’ de Jean Emile abrió la noche. El norteamericano Jean Emile se graduó en la ‘The High School of the Performing Arts', 'The School of American Ballet' y ‘The Alvin Ailey American Dance Center', es ex bailarín del ‘Nederlands Dans Theater' y de la Compañía Nacional de Danza así como maestro de danza de los castings del ‘Cirque du Soleil' y ‘Franco Dragone productions'. Afincado en Barcelona, colabora en el Casinet d’Hostafrancs como profesor de danza pero es coreógrafo residente de la Alvin Ailey.

Su propuesta combina diferentes técnicas requiriendo bailarines versátiles capaces de asumir las dificultades del ballet clásico pero con la ductilidad de un baile más jazzy. Esta pieza nos sitúa en un mundo adolescente actual, un juego con situaciones divertidas, que les van como anillo al dedo. Energía en estado puro, goce por y para la danza que seduce al público.

In & Out de Jean Emile.
Foto: Toti Ferrer
El paso a dos Gêmeos, de Jamar Roberts, inspirado en la relación con su hermano gemelo y magníficamente interpretado por Lloyd A. Boyd III y Gabriel Hyman, fue una joya que nos mostró el espíritu más tribal de la danza afroamericana. Con aires de hip hop es un diálogo entre ambos bailarines, danza muy física bajo la música de Fela Kuti, grabada en un concierto en directo en que el público acaba tarareando con los músicos. Así acabó la primera parte, con el público totalmente conquistando, tarareando también el pegadizo estribillo.

Something Tangible es una pieza creada por Ray Mercer, ganador de numerosos premios de danza y por sus trabajos en Broadway donde es el coreógrafo de moda. Con los doce bailarines de la compañía en escena, incluye un difícil solo bailado por Jacob Lewis requiriendo gran control y equilibrio y un paso a tres ejecutado por Courtney Celeste Spears, Nathaniel Hunt y Gabriel Hyman, duos y trios de gran dificultad técnica con lifts muy complicados que incluso el resto de bailarines vitoreaban entre cajas.

Los bailarines calzan calcetines con los que se deslizan por el linóleo ataviados con un vestuario contemporáneo al servicio de músculos de acero en cuerpos elegantes y flexibles. Inspirada en las emociones que despiertan y animan el espíritu humano, los bailarines dan forma a distintos momentos que reflejan sensaciones de amor, pasión, miedo, duda,…. Una amplia gama de registros musicales que incluyen a Max Richter, Ólafur Arnalds, Geoff Bennett, así como una creación original de Bongi Duma.

Y para finalizar la aclamada, icónica, magnífica, ‘Revelations’, la creación de danza moderna más representada de la historia desde su estreno en 1960. En el Liceu hace cuatro años la vimos por la compañía madre y seguro que todos quienes asistimos, conservábamos en la retina las imágenes de ese elenco de sensacionales artistas de color ataviados por trajes blanquísimos. 


La Alvin Ailey American Dance Theater en Revelations.
Foto: Nan Melville


La espiritualidad del góspel y el blues, la pasión, la emoción, puestos en escena de forma maravillosa en una coreografía que recoge momentos de la vida de los habitantes de raza negra del sur de los Estados Unidos de América. Una reivindicación de los derechos de los negros y contra el racismo que emociona y entusiasma a partes iguales. La audiencia participa de la fiesta en la parte final con el famoso espiritual "Rocka my soul in the Bosom of Abraham” que se celebra con un bis y desata la euforia.

En los saludos, se ofrece a la compañía un cesto con rosas rojas que Troy Powell, acompañado por algunos bailarines va lanzando a la platea para deleite de todos y sobretodo de algunas afortunadas espectadoras.

In & Out de Jean Emile. Foto: Toti Ferrer
Alvin Ailey (Texas - 5 de Enero de 1931) falleció a causa del sida el 1 de diciembre de 1989 en Manhattan, New York, pero su legado sigue vivo y magníficamente preservado y representado, no sólo por una compañía de bailarines profesionales altamente comprometidos, sino también por una cantera que si bien no podrá integrarse en su totalidad en la compañía titular, no dudamos que seguirá entusiasmando a su audiencia dondequiera que recale.

¡Mucha suerte chicos y gracias por una noche excepcional! Y gracias Peralada una vez más por una magnífica noche de danza y un programa cuidado que además ¡incluye los elencos! Algo imprescindible a nuestro juicio que todos deberían tomar como ejemplo.


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