domingo, 13 de noviembre de 2022

Ballet del Gran Teatre del Liceu/Asociación Licexballet

Introducción sobre Danza Clásica en el Gran Teatro del Liceu

Ballet Titular del Gran Teatro del Liceo de Barcelona. 19.05.1973
A Tiempo Romántico. Asunción Aguadé y Alfons Rovira.

Aunque muchos quisieron ocultarlo, e incluso intentar por todos los medios de que fuera olvidado, el Gran Teatre del Liceu de Barcelona estuvo muy ligado a la danza clásica desde sus inicios, e incluso contó con un ballet titular. Es sobre todo sorprendente, y muy triste, constatar el desprecio y/o desconocimiento de la compañía que existió entre 1946 y 1977 bajo la dirección del maestro Joan Magrinyà.

Carolina Masjuan

Pero antes de él, hubo otras personalidades muy importantes en el Gran Teatre del Liceu que cabe mencionar.

Hay que destacar artistas excepcionales como Roseta Mauri (Reus, 1849- París, 1923). Primera bailarina en los principales teatros europeos de la época, Roseta Mauri era hija del coreógrafo y bailarín catalán Pere Mauri. Fue una niña prodigio tenaz y temperamental que, bajo la influencia decisiva de su padre, comenzó a bailar en el cuerpo de baile del Teatre Principal de Barcelona en 1870. 

Roseta Mauri ‘La Primaballarina’. Edgar Degas. 1880
En 1877 actuó en La Scala de Milán, donde el compositor francés Charles Gounod la vio bailar y la contrató en la Ópera de París, donde creó el ballet para su ópera Polyeucte. A partir de entonces se convirtió en primera bailarina. Ganó fama y popularidad tanto por su talento y técnica como por su personalidad, debido a su carácter caprichoso y encanto personal, que es fuente de inspiración para muchos artistas que la inmortalizan en su obra, como los escultores Bensi, Puesch, Marqueste, Euxebi o Arnau y los pintores Edgar Dégas, Lépic, M. Bertier o Manet.

Cuando se retiró de la danza, el Conservatorio de l'Opéra de París la contrató como profesora de danza de por vida. Murió en la capital francesa en 1923 a la edad de 73 años y está enterrada en el panteón familiar del cementerio de Montparnasse.

Una mención especial merece también Pauleta Pàmies (Barcelona, ​​1850 – 1937). Pauleta estudió en el Liceu con Ricardo Moragas y debutó en el cuerpo de baile en 1864, cuando solo tenía 13 años. Durante la temporada 1880-1881 alcanzó el escalón más alto en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona. Cuando se despidió de los escenarios como bailarina, se quedó como profesora de por vida en el Liceu. Según Joan Magrinyà sólo enseñaba a mujeres, porque cuando él quiso estudiar en el Liceu, ella se negó a aceptarle por ser hombre. Su trascendencia en la danza española como maestra superó sus años como bailarina. Sus alumnas fueron, entre otras, María de Ávila y Trini Borrull, primeras bailarinas con Joan Magrinyà en los años cuarenta.

Joan Magrinyà.
Fecha aprox: entre 1975 y 1976.
Autor: Eduard Olivella Falp.
Arxiu Fotogràfic de Barcelona
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Pero el creador y el alma de la compañía que nos ocupa, fue Joan Magrinyà (1903 - 1995). Hijo de una familia acomodada de Vilanova i la Geltrú, ajena a la danza, se convertirá, gracias a su perseverancia, no sólo en el bailarín principal del Gran Teatre del Liceu y creará también su propia compañía, sino, mucho más, ya que sobre todo está en la fragua de cientos de bailarines que dominan las técnicas de la danza clásica y española. Integrante del cuerpo de baile del Liceu desde 1926, ascendió rápidamente hasta convertirse primero en primer bailarín y luego en profesor de baile en 1939. Fueron sus compañeras María de Ávila (que más tarde se instalaría en Zaragoza y crearía una escuela referente en la formación de bailarines, Víctor Ullate salió de ella), Aurora Pons y Trini Borrull, primeras bailarinas del Liceu. Assumpció Aguadé, que fue la bailarina estrella de la compañía, será la heredera de la escuela de Magrinyà en Barcelona, escuela ​que bajo su dirección siguió dando magníficos bailarines, pero que al retirarse Asunción en junio de este año, ha cesado su actividad. Quienes la hemos conocido y nos hemos maravillado ante la historia que encierran esas paredes, consideramos que esa escuela debería ser patrimonio cultural de la ciudad y museo de la danza de Barcelona.

El Ballet Estable del Gran Teatre del Liceu bajo la dirección de Joan Magrinyà es fuente de grandes maestros que han creado estrellas en todo el mundo: tantos primeros bailarines de las escuelas de Víctor Ullate o Carmen Roche, ambos alumnos de María d' Ávila, exbailarina estrella del Liceu y a su vez discípula de Pauleta Pàmies. También los bailarines de la compañía del Liceu, algunos de los cuales desarrollaron posteriormente carreras internacionales, regresaron a Cataluña para dedicarse después a la docencia.

En las mejores escuelas de ballet del mundo la tradición se mantiene, se transmite de generación en generación. Ya sea la Ópera de París, el Bolshoi de Moscú, el Mariinsky de San Petersburgo, la Scala de Milán o más recientemente el Royal Ballet de Londres, etc... tienen esa tradición, una tradición en la danza clásica, que aunque muchos insisten en negarlo, también existió y sigue viva en Cataluña y en el resto de España.

La enseñanza surgida del Ballet del Liceu ha ido pasando de generación en generación y continúa en la actualidad, con muchos bailarines formados por los discípulos de estas estrellas de la compañía del maestro Magrinyà y que, tras grandes carreras internacionales, vuelven a dar clases y a su vez generar un nuevo plantel de bailarines que, como ellos, se verán obligados a emigrar porque aquí casi no hay oferta y, si la hay, debe luchar incansablemente dada la escasa e incluso inexistente ayuda institucional que recibe.

Joan Guinjoan, compositor de ballets, rodeado por bailarinas del Ballet del Gran Teatre del Liceu,
Mª Dolors Escriche, Carme Cavaller, Presidenta de Licexballet, y Mercé Roca.

Para que esta historia no se pierda, con el fin de preservar este importantísimo patrimonio cultural, se ha creado una asociación, Licexballet, cuya presidenta es la bailarina solista de la compañía, Carmen Cavaller. Licexballet es una asociación formada mayoritariamente por bailarines del Liceu, pero abierta a todos los amantes del arte de la danza, empeñados en recuperar su historia y hacerla pública.

Ellos mismos nos lo cuentan.


EL BALLET DEL GRAN TEATRO DEL LICEO DE BARCELONA Y LA ASOCIACIÓN LICEXBALLET

El Ballet del Gran Teatro del Liceo inicia su singladura el 4 de abril de 1847, el mismo día en que se inaugura el Teatro del Liceo en las Ramblas de Barcelona. Aquel día, junto con otras piezas de música y teatro, se ejecutó el ballet La Rondeña, con música de Josep Jurch y coreografía de Joan Camprubí, que junto a Manuela García encabezaban un cuerpo de baile formado por doce parejas.

Tomás Manyosa

Ricard Moragas.
MAE Institut del Teatre de Barcelona.
Autor: José Moragas
En aquellos primeros años existían dos compañías en el Liceo. La de Baile Nacional, que interpretaban danza española y escuela bolera integrada por bailarines catalanes y españoles, y la de Baile Extranjero, encargada de representar el ballet clásico con bailarines italianos y franceses en su gran mayoría. De la segunda mitad del siglo XIX sobresalen nombres como Manuela Perea “La Nena”, Ricard Moragas, uno de los nombres propios de la danza en Catalunya, Roseta Mauri, que después del Liceo triunfaría en la Ópera de París o Pauleta Pámies que sería primera bailarina, maestra de baile y coreógrafa del Liceo. 

En 1926 debuta en el Liceo Joan Magrinyà, que será el referente más importante de la danza a Catalunya y España del siglo XX. De formación autodidacta en sus inicios, después se formó con maestros de la talla de Teodor Wassilief, Olga Preobajenska, Nicolai Legat o el maestro Coronas, entre otros. En el Liceo fue primer bailarín, maestro de danza y coreógrafo. Dominaba la técnica del ballet clásico, la danza española y la escuela bolera y fue un excelente bailarín en estas disciplinas. De sus enseñanzas como docente formó a bailarines de talla internacional como María de Ávila, Josep Ferran, Rosita Segovia, Trini Borrull, Miguel Navarro, Joan Sánchez, Aurora Pons, Asunción Aguadé, Guillermina Coll o Alfons Rovira entre muchos otros. 

Como coreógrafo realizó en el Liceo una extensa labor en la parte de danza de centenares de óperas, si bien donde más brilló su talento como coreógrafo fue en los más de veinte ballets que creó, de los que caben destacar: El amor brujo de Manuel de Falla, Los Tapices de Goya de varios autores, Gaviotas de Joan Altisent, A tiempo romántico de Enrique Granados, El Duelo de Raffaello de Banfield o Los cinco continentes de Joan Guinjoan, una coreografía creada en 1969 con elementos de una incipiente danza contemporánea entonces en Catalunya y España.

Ballet Titular del Gran Teatro del Liceo de Barcelona.
Teatro Comunale Giuseppe Verdi de Triestre. 28.01.1975.
El Sombrero de Tres Picos.

En 1966 la compañía obtiene el rango de Ballet Titular del Gran Teatro del Liceo y con ello empiezan los años de mayor esplendor de esta formación estable del teatro. Gran parte de los profesionales que formaban parte de la misma, tenían una amplia formación en ballet clásico, escuela bolera y danza española, por lo cual, podían interpretar con todas las garantías ballets de cualquiera de las tres disciplinas. Además de su participación en las óperas, el Ballet Titular del Liceo actúa en diversas temporadas de ballet del teatro junto a elencos de fama internacional. También efectúa diversas giras por toda España y obtiene un gran éxito internacional en Trieste (Italia) con la interpretación de El Sombrero de Tres Picos de Manuel de Falla en el año 1975.

Ballet Titular del Gran Teatro del Liceo.
23.05.1973. Obsesión.
Guillermina Coll y Alfons Rovira.
En 1980 muere Joan Antoni Pamias, el empresario del Liceo y gran defensor de su ballet. Se crea el Consorci del Gran Teatre del Liceu y este organismo considera que el ballet titular es un elemento prescindible dentro de la estructura del teatro, desapareciendo de forma definitiva en 1988. Desde entonces, el Gran Teatro del Liceo de Barcelona, que tiene orquesta y coro, no posee en su organización un ballet estable.

En 1995 fallece el maestro Magrinyà y partir de aquel momento y como muestra de admiración y agradecimiento hacia su figura artistica, se organiza anualmente una comida con la asistencia de bailarinas y bailarines que habían trabajado en el Liceo bajo sus órdenes. Estos encuentros serán el embrión para la creación de la Asociación Licexballet a finales de 2012.

Licexballet es una asociación sin ánimo de lucro formada mayoritariamente por ex-bailarines del Liceo. Desde hace muchos años el Ballet del Gran Teatro del Liceo ha sido reiteradamente obviado en artículos y textos relacionados con la danza y la cultura, ignorando así una parte importante y decisiva de la historia de la danza en Catalunya y España. 

Impulsados por este olvido, los ex-bailarines decidieron que era del todo necesario e imprescindible ponerse a trabajar para revertir esta situación. Sin embargo, la asociación no se resigna con ser un testimonio histórico del pasado, sino que organiza actividades que sirven para difundir conocimientos de la danza a escala nacional e internacional, y en fomentar el encuentro con profesionales, asociaciones y organismos de todos los ámbitos relacionados con la danza.

Emilio Gutierrez y Asunción Aguadé, bailarines; Jordi Pujal, moderador;
Carme Cavaller, bailarina y Presidenta de Licexballet;
Ramón Ibars, escenógrafo y Coral Retamero, maestra de danza.
Biblioteca del Museo Víctor Balaguer de Vilanova i La Geltrú. 29.04.2021
Dia Internacional de la Danza. 
Mesa redonda: El día a día del Maestro en el Liceo.
 Autor: Tomàs Manyosa.
En estos diez años de existencia han organizado muchas actividades relacionadas con la danza. A partir de importantes trabajos de investigación que actualmente se siguen realizando, han creado su página web (https://www.licexballet.com/) siempre en constante actualización de datos. Han organizado galas de danza en las que ha incluido las disciplinas de danza clásica, escuela bolera, baile español y danza contemporánea. Así mismo han colaborado activamente en la organización del Fons Joan Magrinyà existente en la Biblioteca Víctor Balaguer de Vilanova i La Geltrú. Han realizado múltiples conferencias y mesas redondas en torno a la historia del Ballet del Liceo, de la trayectoria de Joan Magrinyà o del bailarín y coreógrafo Alfons Rovira. Asimismo, han colaborado en la realización de un vídeo que profundiza en la figura Joan Magrinyà con motivo del 25 aniversario de su fallecimiento.

Actualmente, están trabajando en el contenido de un libro sobre la historia del Ballet del Liceo en el que colaboran activamente bailarinas y bailarines que habían actuado en el mismo, y que aportan en primera persona comentarios, experiencias y anécdotas.

Para llevar a cabo totas estas actividades, la asociación posee una masa social y una junta directiva encabezada por Carme Cavaller como presidenta.

Junta Directiva de Licexballet en su sede de Vil·la Urània de Barcelona. 01.10.2022.
Primera línea, Rosa Casellas, Guillermina Coll, Maite Casellas, Carme Cavaller;
segunda línea, Toni Savi, Ma. Dolors Escriche;
tercera línea, Mercè Roca, Marisa Salellas, Mercè Núñez;
cuarta línea, Glória Gella, Jordi Pujal, Marta Guerrero. Autor: Emilio Llovera.

Seguramente un tipo de asociación como es Licexballet, formada en su mayor parte por bailarinas y bailarines que habían sido miembros de una compañía de danza que actualmente ya no existe, es única en Europa.

Los miembros de la Asociación Licexballet tiene muchos proyectos en cartera, que se han propuesto realizar en los próximos años. Siempre con la danza como protagonista.

Tomàs Manyosa i Ribatallada
Bailarín y músico

jueves, 27 de octubre de 2022

Historia de amor y superación en el mundo del ballet clásico

Editorial Romantic Ediciones acaba de publicar Bailar, Amar, Vivir, una novela juvenil escrita por Astrid Gallardo y prologada por la bailarina Lucía Lacarra.

Lola Ramírez

Bailar, Amar, Vivir, es la historia de cuatro jóvenes, Ana, Margot, Alejandro y Sergio. Se desarrolla en el mundo del ballet clásico y a través de sus más de doscientas cincuenta páginas los personajes nos cuentan sus ilusiones, sus sueños, sus alegrías y sus tristezas y, sobre todo, dan fe de cómo la lucha, la ilusión y el trabajo son los principales caminos para alcanzar las metas que uno se propone en la vida.

El libro cuenta con un bonito prólogo de la bailarina Lucía Lacarra, quien al igual que la principal protagonista del libro, empezó a soñar con las puntas cuando era una niña. Es un libro juvenil y fácil de leer que engancha desde las primeras páginas. "Bailar, Amar, Vivir, es muy especial para mí –afirma Astrid Gallardo– porque, aunque es mi tercera novela publicada, es la primera que escribí, por lo que con ella descubrí el mundo de la escritura. También gracias a ella publiqué por primera vez, ya que Las 2 vidas de Lucía fue una petición de mi primera editora tras haber leído Bailar, Amar, Vivir y querer publicarla pero no tener el sello adecuado para ella".

Primer plano de Astrid Gallardo

Astrid Gallardo es economista, Executive MBA, deportista y escritora. Su vida profesional se ha centrado en los departamentos financieros de diversas empresas para las que ha trabajado y en la gestión de otras que ha fundado, algo muy alejado de su faceta como autora, que ha dado lugar a la publicación de Las 2 vidas de Lucía y Un amor casi perfecto. Romantic Ediciones publica ahora su tercera novela: Bailar, Amar, Vivir.

miércoles, 19 de octubre de 2022

Lucía Lacarra vuelve a enamorar a su público en Terrassa

Lucía y Matthew.
In the still of the night

Lucía Lacarra, acompañada por su partenaire Matthew Golding, volvió a emocionar al público de Terrassa con In still of the nightun espectáculo inspirado en la música y la estética de los años 60, coreografiado por el propio Golding y por el que la bailarina obtuvo el premio MAX 2022 a la mejor intérprete femenina de danza.

Carolina Masjuan

Lucía cuenta con un público numeroso y fiel en Cataluña y particularmente en Terrassa donde ha venido presentado sus últimas producciones, aunque anteriormente hayamos podida verla en distintos teatros de Barcelona con las compañías en las que ha sido estrella indiscutible a lo largo de su prolífica, premiada y extensa carrera.

Una jovencísima Coppélia con Roland Petit, de quien fue musa, una Odette de ensueño con el Ballet de San Francisco, In the Night de Jerome Robins o en piezas de Forsythe, aunque ella nos comentaba tras la función que es en los roles dramáticos con los que se siente más indentificada ya que por encima de la técnica, lo que cuenta es transmitir, llegar a emocionar al espectador, tener algo que decir, algo que ella domina y consigue de forma natural.

Lucía y Matthew.
In the still of the night
Para este espectáculo, creado con el apoyo del Ballet de Dortmund, cuyos bailarines de la junior company participan en los vídeos que complementan el espectáculo, Lucía y Matthew se han inspirado en la música y la estètica de los años 60. In the still of the night se presentó en el Auditorio de Terrassa, dentro de la 39a Temporada BBVA de Danza, el sábado 15 de octubre.

Las estilizadas líneas de Lucía, de una belleza arrebatadora, con su movimiento elegante, etéreo, alado y realmente único, perfectamente arropada por un seductor Matthew Golding, convierten en belleza todas las piezas que abordan en esta propuesta compuesta de momentos previamente grabados y otros en vivo, con un attrezo sencillo que resulta muy eficaz y una iluminación muy efectiva, para explicarnos la historia.

Estrenada en Alemania en 2021, In the still of the night es un viaje emocional donde el presente y el pasado se entrelazan explicándonos la historia de esta pareja, en los vídeos vemos la parte más alegre mientras que en escena y bajo la luna nos encontramos en un entorno más intimista. Las coreografías están acompañadas por vestuario y música de los años 60 que nos evocan clásicos cinematográficos como Grease o Ghost.

El público, numeroso, ovacionó a la pareja totalmente seducido de nuevo por una artista excepcional. Una hora de elegante y bella danza bajo temas de Five Satins, Philip Glass, Ben E. King & The Drifters, Edith Piaf, Max Richter, Righteous Brothers o The Ronettes.


Visita al Ballet de Barcelona

Lucía, generosa y siempre dispuesta a compartir su sabiduría y experiencia entre las nuevas generaciones, visitó el Ballet de Barcelona para impartir una charla y responder a las preguntas interesadas de los jóvenes bailarines de esta compañía, nacida hace cuatro años, y que sin apenas apoyos, ni públicos ni privados, ha conseguido consolidarse dentro del panorama estatal e internacional como compañía de clásico y contemporáneo de referencia.

Lucía les explicó sus inicios, cuando ella con nueve años, en el pequeño pueblo de Zumaia, sólo soñaba con bailar y cómo fue feliz por fin en Donosti pudiendo cogerse de una barra, ejercitando y sintiendo la música. En ella fluía naturalmente un sentimiento de emoción y felicidad que más tarde, en el escenario, impactó al público, sedujo a coreógrafos y directores y la llevaron a ser una de las estrellas indiscutibles de su generación, premiada con los máximos galardones del mundo de la danza.

Igualmente destacó la importancia de la estabilidad emocional en un mundo tan competitivo, duro y difícil, como es el del ballet, instando a los bailarines a focalizarse en las cosas positivas, en aquello que les aporta felicidad y les ayuda a crecer, huyendo de las relaciones y comentarios tóxicos.

Anna Ishii y Reo Morikawa en el paso a dos de D.Q.
en los estudios del Ballet de Barcelona en Rubí
Foto: @aleix_a_m

Para darle la bienvenida y agradecer a la estrella su disposición, la compañía la obsequió con el Paso a dos de Don Quijote interpretado por los bailarines principales Anna Ishii y Reo Morikawa. Tras la representación, Lucía manifestó lo gratamente impresionada que se sintió, no sólo por la técnica sino, sobre todo, por la expresividad de la pareja, su perfecta y emotiva complicidad y cómo conseguían llegar al espectador.

Sin duda una experiencia muy enriquecedora para todos.

lunes, 15 de agosto de 2022

Peralada - On Before de Carlos Acosta

Carlos Acosta. On Before.
Foto: Joan Castro - Iconna 

Carlos Acosta volvió a Peralada y de nuevo conquistó a la audiencia por su innato carisma y su impresionante técnica, siempre al servicio de la coreografía y la transmisión de emoción. El bailarín, coreógrafo y director cubano de renombre mundial y la bailarina Laura Rodríguez, protagonizaron el espectáculo de clausura de la 36 edición con On before, creado en 2010 en memoria a la madre del artista cubano, recientemente fallecida.

Carolina Masjuan

Acosta presenta ahora una nueva versión de esta obra, añadiendo la participación de la bailarina cubana Laura Rodríguez, miembro de la misma compañía, Acosta Danza, fundada en Cuba en 2015. Una propuesta intimista, rescatada para la ocasión y con la que el artista ha demostrado su magnífica forma e impresionante magnetismo. A lo largo de toda la noche se presenció un viaje hacia la muerte donde los duetos y solos se entrelazan de forma sugerente.

Carlos Acosta y Laura Rodríguez. On Before.
Foto: Joan Castro - Iconna
Carlos Acosta se estrenó en el Festival Castell de Perelada en 2017, en ese agosto trágico de tan triste recuerdo para Barcelona, en el que ya se anunció una próxima participación de la Acosta Danza. En esa ocasión también clausuró la compañía el certamen ampurdanés. El artista cubano compagina actualmente la dirección del Birmingham Royal Ballet con la de su propia compañía, con sede en su Habana natal.

El programa, dividido en dos partes, empezó con la coreografía que también da título al espectáculo, On before, un dúo interpretado por Acosta y Laura Rodríguez obra de Will Tuckett. Con música de John Adams, la creación original fue pensada para Zenaida Yanowsky y William Trevitt para BalletBoyz. Los dos bailarines bailan en un escenario oscuro, sobrio, donde los principales protagonistas son ellos mismos iluminados por unas luces muy precisas que resaltan cada gesto y movimiento.

Carlos Acosta. On Before.
Foto: Joan Castro - Iconna
El primer solo de la noche fue Memoria la coreografía de Miguel Altunaga, que Acosta baila con gran expresividad. Influenciada por el minimalismo clásico y electrónico, la música escrita por Fernando Corona crea una atmósfera exuberante que enlaza con el segundo solo, esta vez de la mano de Laura Rodríguez, titulado Sirin, en una creación de Yury Yanowsky con música de Alberto Iglesias. Laura Rodríguez nos demuestra ser una muy lírica bailarina. Su capacidad de expresión y su movimiento elegante y fluido, nos conquistan inmediatamente.

Two, ya vista en una de las anteriores participaciones de Acosta en Peralada, es un solo de Russell Maliphant con música de Andy Cowton y una de las piezas más originales e ingeniosas del coreógrafo, que ilustra poderosamente la química posible que existe entre el movimiento, la luz y la música.

La segunda parte comenzó con la pieza de Kim Branstrup, Footnote to Aston, que interpretada por Rodríguez y con música de Händel, fue nominada a Mejor Coreografía Clásica entre los Critics Circle National Dance Awards en 2005, después de formar parte de una pieza hecha para el Royal Ballet. En esta ocasión se trata de un extracto ambientado en el aria Per te lasciai la luce de la cantata italiana Delirio amoroso. En Peralada se presentó con una puesta en escena muy especial, donde la bailarina está iluminada por cientos de velas que la rodean. De nuevo superlativa Laura.

Llega luego Falling Deep Inside, la proyección creada por Estudio 50 y rodada a cámara lenta que explora las emociones y tensiones que existen entre dos amantes con imágenes de ambos artistas y con un claro protagonismo del agua. Los espectadores pueden deleitarse con todo lujo de detalles, de unas imágenes que ayudan a realizar la transición entre ese solo y un delicado dúo, creado por Beatriz García y Raúl Reinoso, Nosotros, un viaje al interior de una pareja, donde exploran sus experiencias y reflexionan sobre la intermitencia de las relaciones. La obra describe los desacuerdos, puntos en común y frustraciones del amor.

Carlos Acosta, Laura Rodríguez y el Coro.
 On Before. Foto: Joan Castro - Iconna
El espectáculo concluye con dos duetos de Carlos Acosta. El primero, Hand Duets, creado junto con George Céspedes a partir de la música de Omar Puente y el segundo O Magnum Mysterium, es obra conjunta con Zenaida Yanowsky y música de Morten Lauridsen que contó con la participación en directo del coro O Vos Omnes.

Formado por 24 cantantes bajo la dirección de Xavier Pastrana, este coro ha sido el artista residente de la edición. Además de acompañar de forma magnífica la última pieza, el coro ha participado a lo largo de todo el espectáculo moviéndose por el escenario y acompañando a los bailarines, creando formas y sombras sugerentes y haciendo también la función de entretener al público mientras los artistas toman aire, se cambian, o se preparan para la siguiente pieza.

O Magnum Mysterium representa la muerte de la mujer guiada hasta un rayo de luz. En este momento, Acosta dice que el bailarín, solo sobre el escenario, experimenta "soledad". Una soledad que le ha acompañado en muchos momentos de su vida, sobre todo en un inicio de carrera profesional en el que no recibió ningún tipo de apoyo familiar y que ahora, reconoce, echa de menos: “A veces, la necesito”.

Carlos Acosta y Laura Rodríguez. On Before.
Foto: Joan Castro - Iconna
Un espectáculo redondo en el que cabe citar el impresionante diseño de luces, obra de Chris Davey que crea una atmósfera de ensueño, potenciando la danza y llevando al espectador a entrar en ese mundo de nostalgia, ternura, tristeza, o soledad, ideado por el artista.

El público, totalmente rendido una vez más ante el carisma y la calidad de Carlos Acosta y su partenaire, Laura Rodríguez, magnífica bailarina, etérea y delicada, ha premiado a los artistas con largos y calurosos aplausos, acompañados del clásico zapateado sobre la tarima.

Ya hay nueva cita con Acosta Danza puesto que Carlos Acosta es el Presidente del jurado de esta edición del Carmen Mateu Award que premia a un coreógrafo emergente con 30.000 € más la presentación de una coreografía con la Acosta Danza en una próxima edición del Festival.

Pueden oir al propio Carlos Acosta hablar sobre el espectáculo aquí 

Nos despedimos de Peralada, de ese maravilloso entorno, de sus inseparables cigüeñas, espectadoras privilegiadas desde sus nidos en lo alto de los impresionantes árboles de los jardines, que acompañan los espectáculos con los sonidos de aprobación, ya tan familiares, de sus picos. Decimos adiós a nuestro Festival favorito, agradecidos por una nueva fantástica edición para los amantes de la danza. En apenas un mes, Peralada nos ofrece la misma cantidad de espectáculos de danza que el Teatre del Liceu en toda una temporada y sobre todo, espectáculos de altísima calidad, algo que no siempre se cumple en el teatro de las Ramblas. Por siempre agradecidos y esperando ya la próxima edición.


sábado, 23 de julio de 2022

Sergio Bernal baila a Rodin en Peralada

Giada Rossi y Sergio Bernal en Rodin.
El Beso - Foto: Miquel González - Shooting

Dicen que la perfección no existe, pero lo que vimos en Peralada la noche del pasado 20 de julio, fue lo más cercano a la perfección que hayamos visto últimamente. Un marco incomparable, una puesta en escena e iluminación exquisitas, una música sublime interpretada magistralmente y por encima de todo unos bailarines más perfectos imposible, a todos los niveles, metiéndose en la piel y la piedra de las esculturas de Rodin.

Carolina Masjuan

Sergio Bernal ya fue el protagonista del anuncio para el Festival Castell de Peralada de este año que pueden ver aquí. Bailarín aclamado internacionalmente, comenzó su carrera en el Ballet Nacional de España, formación que dejó para formar su propia compañía junto con el reconocido asesor artístico y coreógrafo, Ricardo Cué, mentor de grandes bailarines tanto de danza clásica española como de ballet (por ejemplo de Tamara Rojo para quien organizó varias giras e incluso coreografió para ella un ballet entero, con música original de Emilio Aragón, Blancanieves).

Y hay que destacar que, por si fuera poco, Peralada no es solo su castillo y su Festival, es mucho más, su compromiso con el pueblo ampurdanés y toda la tierra que lo acoje, l'Alt Empordà, es total.

Imagen del nuevo "celler"
La familia a quien debemos tantas noches de emociones gracias a la magnífica oferta cultural, también desarrolla otras actividades relacionadas con lo que esa zona privilegiada ofrece, por ejemplo los viñedos. 

Propietarios de cinco fincas diferenciadas a lo largo de la comarca gerundense, sus vinos tienen una calidad reconocida y este año, por fin, han finalizado un proyecto largamente acariciado y soñado que este mes de mayo pasado han inaugurado, las nuevas cavas.

Edificadas en las tierras que abastecían las materias primas suministro para el castillo, y que albergaban asimismo las dependencias de los trabajadores, se ha desarrollado un proyecto respetando la arquitectura original del edificio, diseñado en los años 40 por Adolf Florensa. La nueva bodega, obra de RCR Arquitectes, ganadores del Pritzker 2017, es la primera bodega de Europa con certificado LEED Oro de sostenibilidad y en ella la familia Suqué Mateu ha invertido más de 40 millones. La instalación abrió sus puertas al público en general el pasado 24 de junio ofreciendo un programa de visitas que constituye una experiencia única y que aconsejamos encarecidamente realizar. Una bodega que permitirá no solo mantener la excelente calidad de los caldos actuales, sino llevarla a lograr la excepcionalidad. Cabe destacar que Rafael Aranda, de RCR Arquitectes, ha sido el diseñador del cartel del Festival de este año evocando la presencia de la cava. Pueden saber un poco más pinchando en este enlace.

Sergio Bernal, el dios Sol.
Miquel González - Shooting
Y en los jardines de ese marco magnífico, en un ambiente íntimo, para solo 140 espectadores, se vivió el estreno mundial del espectáculo encargado especialmente al bailarín madrileño. 

Cuenta Sergio Bernal, que al recibir el encargo y ver el marco donde se iba a representar la obra, inmediatamente vió que ahí podía cumplir un sueño largamente acariciado: dar vida a las esculturas de Rodin. Fascinado por la obra del escultor francés desde que visitó el palacio que alberga su museo en París, y donde, paseando por sus jardines, pudo admirar esas obras, magníficamente integradas en él, el marco incomparable de los techos de las bodegas y sus jardines, integrados en el paisaje como telón de fondo, constituían la escenografía perfecta para ese espectáculo soñado.

Auguste Rodin (1840-1917) es considerado el padre de la escultura moderna por la ruptura con el canon académico del siglo XX en Francia, a pesar de conocer y dominar las reglas de la estética de su tiempo. Su innovadora concepción del arte le permitió inaugurar una nueva etapa en esta disciplina, invitando al observador a la reflexión. Más allá de la plasticidad de sus formas o del hiperrealismo en los detalles, Rodin comparte su mundo interior y capta una emocionalidad universal. Todo esto lo logra rompiendo la visión frontal para recrearse en cada uno de los detalles que ofrece cada perspectiva.

El bailarín tomó del escultor de las emociones, tres de sus más famosas esculturas: Torse d'Homme Louis XIV, El beso y El pensador. Sergio Bernal traslada la concepción vanguardista del arte de Rodin a través de diferentes lenguajes que van desde el ballet clásico y el barroco, hasta la danza española y el neoclasicismo.

Torse d'Homme.
Foto: Miquel González
La noche abrió con Torse d'Homme Louis XIV. Coreografiada por el propio bailarín en colaboración con Ricardo Cué, la pieza narra la fuerza, la belleza y la grandeza que transmitía Luis XIV de Francia encarnando a un Dios simbólico conocido como El Rey Sol, y explorando el concepto del poder. La coreografía, al ritmo de la música de Lully con arreglos de Jordi Savall, que interpretó una pequeña formación de cuerda, percusión y oboe, fusiona la danza clásica española y el barroco con una estética muy similar a la de la obra. 

Sergio baila con zapatos barrocos el baile refinado de la corte. En un momento dado se coloca la diadema dorada que le corona como dios sol y ya nos advierte «al igual que los planetas giran alrededor del sol, vosotros vais a girar a mi alrededor» y está claro que lo hacemos y no dejaremos de hacerlo hasta el final de la función, que se nos hace cortísima, maravillados ante tanta belleza. La música de Lully, nos envuelve y nos sentimos espectadores privilegiados de la corte de ese rey a quien debemos el ballet clásico, con él empezó todo, él es el fundador de la escuela francesa, refinada, y en la que luego se inspirarían otras cortes, italiana, rusa, para ir creando los distintos estilos. 

El bailarín madrileño representa en ese Torse d'Homme al rey sol en todo su esplendor, no solo por su elegante y perfecta ejecución, si no por ese físico imponente de belleza griega, que ha sido inmortalizado en miles de estatuas y con el que la naturaleza le ha bendecido. 

Alguien dijo que la danza es sudor, y en esa tórrida noche quedó más que demostrado. Ya despojado de esos pantalones barrocos vimos un cuerpo reluciente, brillando, real y metafóricamente, en el paso a dos de El Beso, junto a la hermosa mujer y magnífica bailarina que es Giada Rossi, solista de la Compañía Nacional de Danza, donde ingresó bajo la dirección de José Carlos Martínez. El beso, una de las obras más conmovedoras de Rodin, se materializa en una danza con coreografía de Valentino Zucchetti y música grabada de la Pavana para una Infanta difunta de Ravel, en la que la pasión y el deseo quedan plasmados con mucha ternura y sensualidad. 

Sergio y Giada en El Beso.
Foto: Miquel González - Shooting

Evidentemente nos conducen a evocar el amor de Rodin por Camille Claudel pero aquí no vemos tanta posesión, sino más bien un gran cariño con cuerpos fusionados a través del lenguaje neoclásico para contar una historia de amor entre el creador y su obra, que él moldea delicadamente, pero sobre todo entre dos seres humanos. La coreografía, de gran sencillez, sensualidad y redondez, consigue una gran belleza de líneas cuya cúspide es ese beso final.

El pensador, en referencia a otra de las obras más famosas del escultor francés, cuenta también con coreografía conjunta de Sergio Bernal y Ricardo Cué y es la pieza que cierra el programa. 

El pensador. 
Foto: Miquel González - Shooting
De nuevo, música en directo, esta vez con melodías de Roque Baños interpretadas por Daniel Jurado a la guitarra clásica. Aquí Bernal afirma que es un cazador, pero un cazador del pensamiento “Mi pensador no piensa sólo con el cerebro, recita, piensa con los puños y los dedos cerrados”. 

En esta ocasión, la obra transmite la visceralidad y la fuerza de la contención del pensamiento desde la impotencia y el dolor, así como la intimidad y las inseguridades que perturban el día a día. Esta fue la pieza más española, calzando zapatos y zapateando potentemente, poseedora de una gran fuerza y con un carácter desatado, siempre respetando la estética del escultor.  

No podemos dejar de mencionar a todo el acompañamiento musical. 

Situados al fondo, con el paisaje ampurdanés a sus espaldas y el crepúsculo desarrollándose a lo largo de la función hasta hacerse noche cerrada, los músicos acompañantes han significado un plus importantísimo para redondear el espectáculo. 

Bajo la dirección musical de García Sierra la orquesta acompañante contó con tres violines, una viola, un violonchelo y un oboe.


lunes, 11 de julio de 2022

Festival de Peralada – Ballet de Munich

Ballet de Munich en Rubís. Foto: Toti Ferrer

Para la inauguración de esta edición, el Festival Castell de Peralada ha contado con el Bayerische Staatsballet de Munich, dirigido desde hace poco por la ex étoile de la Ópera de París, Laurent Hilaire, que había renunciado a su puesto de director del Ballet del Teatro Stanislavsky de Moscú y sucedía en el cargo a Igor Zelensky. Si bien nos habría encantado poder ver a la compañía bávara con un ballet completo de su extenso repertorio (vimos el maravilloso Onegin de Cranko hace años en el Festival de PortaFerrada y nos desplazamos a Munich hace otros tantos para disfrutar de un Corsario con Lucía Lacarra como Medora) la variada propuesta de las dos noches nos permitió verles en distintos registros, descubrir nuevos coreógrafos y disfrutar del trabajo de algunos de los más aclamados creadores del momento. 

Carolina Masjuan 

CAMINOS Y HORIZONTES - NOCHE INAUGURAL 

El día del estreno, el telón se levantó con el Capriccio for piano and orchestra, de George Balanchine y con música de Igor Stravinsky, los Rubís, la parte central del ballet Jewels del coreógrafo ruso afincado en Estados Unidos. Estrenado en 1967 fue el primer ballet clásico abstracto de larga duración, un ballet que refleja la frenética y optimista vida en Nueva York a principios del siglo XX. 

Con el elenco bien colocado, ataviado con el vistoso y atractivo vestuario creado por Karinska, aunque sin la escenografía original colgando en el centro del escenario, nos encontramos con una representación algo deslucida, recordábamos el mismo ballet, aunque en esa ocasión completo, con las francesas esmeraldas y los rusos diamantes, bailado por el Mariinsky en San Petesburgo y no conectamos. Al cuerpo de baile le faltaba cohesión y la interpretación en general no acababa de llegar.

With a chance of Rain de Liam Scarlett
Foto: Toti Ferrer
Con With a chance of rain del admirado y añorado creador británico Liam Scarlett y música de los Seis preludios de Serguei Rakhmáninov, nos encontramos con una pieza romántica para ocho bailarines. Un exuberante y expansivo ballet de Liam Scarlett de gran plasticidad que trata de forma magistral, recreando una atmósfera única, la relación existente entre la música y la danza. Sabíamos que íbamos a disfrutar. Hemos podido admirar varias veces, también en Peralada con Lest we forget (el programa que trajo hace unos años el English National Ballet incluía un ballet suyo) el trabajo de este joven que se quitó la vida tras unas acusaciones de abuso nunca investigadas. 

With a chance of rain es una pieza muy íntima y romántica, con la maravillosa música interpretada en directo al piano por un excelente Dmitry Mayboroda. El segundo movimiento en concreto, fue de una belleza arrebatadora y la compañía alemana nos conquistó, aquí sí, totalmente. La sensibilidad y delicadeza de Liam llevada a la excelencia. 

El primer programa finalizó con un registro totalmente distinto, la coreografía Bedroom Folk, de la israelí Sharon Eyal, que había formado parte del programa presentado por el Nederlands Dans Theater para la inauguración del Festival Grec. Sharon Eyal es la coreógrafa de moda del momento, ex bailarina de la Batsheva, -pueden leer aquí nuestra crónica del trabajo de esta compañía en la edición de este año del Festival de Montpelier- en esta ocasión se sirve de la música electrónica de Ori Lichtik, para hablarnos sobre la compulsión de formar parte de una identidad grupal, sobre la pérdida de la individualidad y lo hace a través de una coreografía repleta de abstracción de los movimientos, pero donde las situaciones surgen una y otra vez. 

Bedroom Folk de Sharon Eyal. Foto: Toti Ferrer

Las figuras de los ocho bailarines, vestidos con maillots negros, lucen gracias a un fondo monocromático en el que se proyectan sus propias sombras, creando un sorprendente juego escénico y formando un grupo compacto e hipnótico, en una pieza que, aunque a veces se nos hace repetitiva, uno no puede más que dejarse atrapar por su poderosa fuerza visual y la magnífica interpretación de la formación de Munich. 


LOS COLORES DEL ALMA – Programa de la segunda noche 

La segunda noche abrió con Affair of the Heart de David Dawson, con música del Concierto para violín y orquesta de cuerdas del compositor canadiense Marjan Mozetich

Affair of the Heart de david Dawson.
Foto: Toti Ferrer
Estrenada el pasado mes de abril, la obra, para trece bailarines, nos permite experimentar la conexión tan especial que existe entre la música y la danza, en cómo un cuerpo puede convertirse en melodía. 

Una pieza que, tal y como explica su creador, “trata sobre el amor mismo. Estos ‘asuntos del corazón’ son una oda al amor. Es un soneto de amor. Es alegre, es apasionante, es ardiente. Está vivo. Es una celebración del ser”. 

Con una escenografía y un vestuario fríos y elegantes, ya sea con pasos a dos perfectamente coordinados o en canon y arropados por bailarines realizando trabajos coreográficos distintos pero coherentes con el todo presentado, Affair of the Heart, es una obra bella muy representativa del trabajo de este coreógrafo muy reclamado actualmente por las mejores compañías.

Seguimos con Pictures at an exhibition de Alexei Ratmansky, una alegre y dinámica pieza que el coreógrafo ucraniano, nacido en Rusia, creó para el New York City Ballet en 2014 con la famosa partitura para piano de Modest Músorgski. Aquí, Ratmansky invita a los bailarines a una travesía lúdica por diferentes partes del mundo. 

Pictures at an exhibition de Alexei Ratmansky
Fotos: Toti Ferrer
Una pieza que, a pesar de estar basada en la técnica del ballet clásico, los bailarines son constantemente extraídos de su zona de confort para ofrecer giros rápidos, pasos innovadores, port de bras contemporáneos y saltos animados, siempre en sintonía con la música, que va marcando el ritmo, la melodía y el estado de ánimo de los bailarines, tan cambiantes como las acuarelas de Vasili Kandinsky que configuran el espacio. 

Con muchos movimientos en espiral, ellos pueden ser duendes del bosque, ellas, traviesas hadas salidas del sueño de una noche de verano, leitmotiv del Festival de este año. En todo caso, sea cual sea el momento, lo disfrutamos mucho y también todo el público en general que les obsequió con una gran ovación, también para el pianista, de nuevo Dmitry Mayboroda, quien interpretó la pieza en directo.

Antes de caer el telón, como suele ser habitual cunado se bailan ballets de Ratmansky, la compañía bávara tuvo un gesto con el conflicto ucraniano proyectando la bandera del país. 

Y llegó la sorpresa de la noche, no porque se tratara de una pieza nueva, al contrario, repitieron con los Rubís de Balanchine de la noche anterior, pero lo cierto es que la energía que había en escena el sábado era totalmente distinta a la de la noche anterior. Hubo cambio en el elenco y un bailarín que había llamado nuestra atención siempre que salía en escena, era en esta ocasión el bailarín principal del paso a dos. 

Rubís de Balanchine
Foto: Toti Ferrer
No sólo él, si no todos en este cierre de la compañía alemana en su paso por Peralada, nos conquistaron y nos reconciliamos totalmente con las Joyas, los rubís en este caso, y su innovadora, entonces, en su estreno a mediados del siglo XX, técnica para un ballet clásico, con pies en flex, provocadores movimientos de cadera, movimientos de manos irregulares, saltos más propios del claqué o de la danza jazz, ... innovaciones del genio ruso afincado en nueva york y creador del New York City Ballet. Y ¿Quien era ese bailarín que de entre todos llamó poderosamente nuestra atención? Pues el joven canadiense Shale Wagman que en esta ocasión asumió el paso a dos principal acompañado por Carolina Bastos

Pues resulta que al acabar estas funciones, cuando los bailarines y su director celebraban el éxito de las representaciones, en medio de los aplausos y abrazos, Laurent Hilaire anunció su ascenso de rango en la compañía. Después de Peralada pasa a ser Primer Solista. Seguro que siempre recordará su paso por el bello Empordà, el magnífico castillo y el exquisito Festival. Si Shale, por su siempre brillante ejecución, pero sobre todo por su manera de bailar, expresiva y pasional, nos cautivó, no podemos dejar de afirmar que la compañía está formada por excelentes bailarines que comprometidos con su arte, nos hicieron vibrar y vivir unas noches de nuevo inolvidables. 

Campus Peralada.
Foto: Ricard Roselló
Mencionar también la magnífica iniciativa del Campus Peralada que organizó una barra de ballet en la plaza del pueblo para los alumnos de las escuelas de danza de la zona, dirigida por el Bailarín Principal y maestro de ballet de la compañía, Javier Amo, y con la participación de algunos de los bailarines de la compañía. Ver a esos jóvenes estudiantes trabajar concentrados e ilusionados, aprovechando esa magnífica oportunidad que se les brindaba era algo sumamente inspirador. Pequeños espectadores impresionados, empezaban a hacer sus pinitos imitando lo que veían hacer a los mayores. «Creando afición» como describió en su magnífica foto el video-creador y fotógrafo residente en Peralada Ricard Rosselló.

El Festival de Peralada es sin ninguna duda el evento del verano, la cita para todos los amantes de la danza, el lugar de encuentro al que nadie falta, críticos, programadores, directores de escuelas, coreógrafos, jóvenes futuros bailarines, bailarines consolidados, bailarines que fueron, artistas de disciplinas diversas, público balletómano en general, .... 

La excelente organización, la amabilidad y el buen hacer, tanto de la dirección como de todos y cada uno de los miembros del equipo de premsa, crean una atmósfera única en la que se establece un agradable sentimiento de pertenencia al lugar que no se da en ninguna otra parte. Muchas gracias.


lunes, 4 de julio de 2022

Festival de Montpelier : "2019" de Ohad Naharin por la Batsheva

 

2019 por la Batsheva. Foto © Ascaf

El Festival de Montpelier cerraba la edición de este año con la Batsheva y su 2019 una coreografía de Ohad Naharin, su director artístico desde 1990 hasta 2018 y ahora coreógrafo residente. En unas sesiones maratonianas, la compañía israelí ofreció dos funciones diarias durante siete días. De regreso de nuestro viaje por Alsacia no podíamos dejar pasar la oportunidad de hacer parada en la ciudad francesa para descubrir esta propuesta.

Carolina Masjuan 

Al llegar al teatro con nuestras entradas no numeradas, se nos divide en dos grupos, uno accede por la derecha, el otro por la izquierda. Los de nuestro grupo pasamos por la magnífica sala del Corum/Ópera Berlioz, en la que disfrutamos hace ya algunos años de representaciones inolvidables -Compañía Nacional de Danza con Nacho Duato, Ópera de París con José Carlos Martínez, Ballet de Frankfurt con Bill Forsythe-, intrigados por saber dónde nos van a colocar. 

2019 por la Batsheva. Foto © Ascaf
Llegamos a unas gradas con unas seis o siete filas de asientos y nos sentamos. Delante nuestro un telón negro muy largo nos oculta el escenario. No sabemos dónde ha ido el otro grupo. Llega un bailarín con look andrógino calzado con unas botas altas negras, con tacón stiletto, nos mira directo y decidido, instalado sobre sobre la tarima, con el telón detrás, mientras una voz en francés, inglés y suponemos que hebreo, recomienda apagar los teléfonos, no hacer fotos, etc... para acabar informándonos donde están las salidas de emergencia. Somos conscientes de que vamos a emprender un viaje, eso es evidente, quienes estamos habituados al trabajo de Ohad Naharin, sabemos que nunca nos deja indiferentes. Y luego el telón cae de forma brusca y al otro lado del escenario/pasarela descubrimos al otro grupo. Algunos se saludan efusívamente de un lado a otro, felices de reconocerse entre el público, y empieza la función.


2019 por la Batsheva. Foto © Ascaf
La pieza, homenaje al padre de Ohad, Eliav Naharin, fallecido en 2018, ha sido coproducida por el Festival de Montpelier. Con música tradicional judía, incluye un canto al nuevo año con una bailarina cantando mientras va ofreciéndonos poses, sujeta en el marco de una de las entradas y con la letra en hebreo proyectándose en los laterales, desvelando la felicidad que estamos seguros nos va a proporcionar el futuro, todo irá bien...  

También encontramos una nana. Y un texto de Hanoch Levin, dramaturgo israelí y escritor, escrito a raíz de la "guerra de los seis días" en el 67 que habla de nosotros, la gente, de tí, de mí y del próximo conflicto, que pasará, pero que vendrá otro, para volver a recomenzar, cantando, a tí, a mí y al nuevo conflicto.... en esa pasarela, ese espacio que puede simbolizar la franja estrecha de tierra entre el Jordán y el Mediterráneo, donde habitan identidades muy diversas, como lo son los 18 bailarines que tenemos en escena y que sentados, se mueven al unísono.

2019 por la Batsheva. Foto © Ascaf
Hay muchos registros diferentes en la pieza, citemos lo que nos dice la artista israelí con base en Tel Aviv, Michal Helfman, sobre ella: “2019 es una creación en la que el movimiento, el espacio, el tiempo y el texto se entrelazan para encarar el estado de las causas sociales, globales y locales. La audiencia y los bailarines están contenidos dentro de una cápsula arquitectónica hermética que los encierra en una realidad, en un espacio diseñado por Gadi Tzhor, construido específicamente para este trabajo en el estudio “Varda” que es donde la compañía realiza ensayos. En la escala en que las obras de Naharin se encuentran entre lo abstracto y lo realista, “2019” mantiene la relación más directa con la realidad”.

El vestuario, como viene siendo habitual en la Batsheva, ha sido creado por la también bailarina de la compañía, Eri Nakamura. La iluminación se debe al muy reconocido Avi Yona Bueno y el diseño de banda sonora y música original es de Maxim Varat junto al asesor musical Nadav Barnea.

2019 por la Batsheva. Foto © Ascaf
El espectáculo contempla algunas sorpresas que no vamos a desvelar, deseando que cuanta más gente mejor pueda disfrutarlo, porque los 75 minutos que dura 2019, pasan en un soplo para la audiencia. Imaginamos que no para los bailarines, quienes en un tour de force ofrecen dos espectáculos seguidos por día, durante siete días, en Montpelier. Y es que lo que nos ofrecen, muchas veces corta el aliento ¿cómo son capaces de moverse a esa velocidad, con esa energía, saltando de esa manera, tantos al mismo tiempo, en ese espacio tan limitado, sin llegar a chocar nunca? Primero sólo los chicos, con una potencia alucinante, luego sumándose las chicas, igualmente energéticas y poderosas, técnica Gaga a su más alto nivel, técnica de la que por cierto es instructora para España, la coreógrafa y bailarina catalana de La Veronal, Ariadna Montfort.

La danza de todos con esas botas ya mencionadas, de tacones stiletto, esos movimientos imposibles calzados con semejantes zapatos. Sobre todo las mujeres podemos entenderlo muy bien ¡si ya es difícil caminar con ellos, no podemos imaginar cómo consiguen realizar las proezas que observamos en escena!

2019 por la Batsheva. Foto © Ascaf
Pero no siempre se trata de virtuosismo y potencia, hay espacio también para la reflexión y la introspección, conexión en las miradas, a veces tristeza, solidaridad, abrazos, tomarse de la mano para mostrar su apoyo. Otro momento de impacto son las bailarinas colgadas en el lateral, recogidas por sus compañeros.

Eri, a quien conocemos desde hace años y a quien nos encantó ver de nuevo, nos comentaba al finalizar la función, que en Israel la pieza había obtenido un gran éxito. Evidentemente el público conectaba inmediatamente ya que todo lo que cuentan lo han vivido y es el pan suyo de cada día, sobre todo acompañados por esas músicas y canciones con las que han crecido. Pero la sorpresa fue al bailarla en París, en Orsolina y ahora en Montpelier, con la reacción tan entusiasta del público que igualmente conecta profundamente con lo que percibe en escena y lo que esos magníficos artistas transmiten.

Los bailarines con Ohad Naharin

El hecho de tener a los bailarines casi, o sin casi, a tocar de mano, esa cercanía conmovedora y a veces incluso intimidatoria, conmueve o intimida sí, pero seduce y crea una gran complicidad. Danza que toca tu espíritu, tu mente, tu cerebro y tu corazón. Que sea cual sea tu formación o conocimiento en el arte del movimiento, clásico, neoclásico, contemporáneo, te atrapa irremediablemente. Así nos sucedió y así queremos contarlo. Si tienen ocasión de verlo, no se lo pierdan.