miércoles, 15 de agosto de 2018

Amore: Svetlana Zajárova por partida triple en Peralada

 
Svetlana Zakharova en Strokes through the tail
Foto: Toti Ferrer 

Después de la decepción que muchos tuvimos cuando hace unos años fue anunciada en una gala en el Liceu y no bailó -por enfermedad nos comunicaron- esta vez sí que el público catalán, y extranjero, que llenaba el recinto del Festival Castell de Peralada ha podido resarcirse. En el espectáculo presentado por la gran diva rusa del ballet, Svetlana Zakharova, la espectacular bailarina, generosa, es protagonista en cada una de las tres coreografías. 

Carolina Masjuan

Perelada, fiel a la tradición iniciada hace unos veranos de invitar a una gran estrella del ballet, tras Sylvie Guillem, Roberto Bolle o Carlos Acosta, nos trae en esta ocasión a la bailarina rusa más aclamada de su época, Svetlana Zakharova, a quien por cierto unen bastantes similitudes con la francesa Sylvie Guillem que hizo sus “adieux” a la danza en España precisamente en Peralada: extremadamente delgadas, muy altas, empiezan en el ballet relativamente tarde, cuerpo gimnástico super flexible, ganas de innovar explorando otros caminos,... 

Svetlana como Francesa Da Rimini. Foto: Toti Ferrer
Amore, con el que ha girado ya por varios teatros, es un espectáculo hecho a medida para la estrella del Bolshoi y del Teatro alla Scala de Milán y sus posibilidades expresivas y técnicas, en el que participan bailarines y estrellas del Bolshoi como Denis Rodkin, Mikhail Lobukhin, Lyudmila Semenyaka o Denis Savin y también el bailarín y coreógrafo alemán Patrick De Bana. Un programa con tres coreografías encargadas a coreógrafos de fama mundial; Yuri Possokhov, el mismo Patrick De Bana y Marguerite Donlon

La noche comenzó con Francesca Da Rimini, con música de Piotr Ilich Chaikovski y coreografía del ex primer bailarín del Bolshoi, del ballet Real de Dinamarca y del Ballet de San Francisco, Yuri Possokhov. 

La obra está basada en La Divina Comedia de Dante y la historia de amor adúltera y trágica entre la joven Francesca y Paolo, interpretados por Svetlana Zajárova y Denis Rodkin, bajo la música del poema sinfónico de Chaikovski en la grabación de una interpretación de la Orquesta de la Ópera Nacional de Inglaterra con dirección de Pavel Sorokin

Possokhov, considerado verdadero heredero de la tradición moscovita ha presentado una coreografía en la línea de las creadas por Grigorovich, de duetos únicos y complicados, grandes sentimientos y una tragedia. Con un cuidado vestuario de Igor Chapurin, en esta historia descrita en un solo acto, los personajes principales son Paolo, Francesca y Giovanni (Mikhail Lobukhin) y fue la parte más clásica de la noche. 

Svetlana en Strokes though the tail. Foto: Toti Ferrer
Svetlana ya demostró aquí porque es una aclamada figura a nivel mundial, muy conocida por los balletómanos de todo el mundo, ya que en muchas de las retransmisiones de los grandes ballets de repertorio que se pasan en los cines en directo desde el Bolshoi, se eligen las representaciones que cuentan con ella como bailarina principal. También fue la bailarina invitada en la ceremonia de inauguración de los pasados juegos olímpicos de Moscú e incluso ha sido diputada en el gobierno de Putin a quien confiesa admirar y desde luego votar, aunque ya no ejerce como política ya que ahora sus prioridades son su hija de siete años -Svetlana está casada con el violinista Vadim Repin- y su carrera de bailarina. 

Su cuerpo flexible, especialmente dotado para la danza, sus largos y expresivos brazos, sus esbeltas piernas y sus developés y arabesques de ensueño, al servicio de una danza incluyendo complicados portés en los pasos a dos y en los trios, nos maravillaron de principio a fin a pesar de una cierta frialdad en ella y en su apuesto amante, Denis Rodkin. A nivel expresivo fue el marido engañado el que más supo transmitir la emoción de su papel, el Giovanni de Mikhail Lobukhin, además de espectacular a nivel técnico en su difícil rol, nos mostró toda la rabia y desesperación al saberse engañado, que le lleva a matar a su mujer y a su joven hermano. 

Svetlana Zakharova y Dedis Rodkin
Francesca era contemporánea de Dante, quien incluyó el cuento en su Divina Comedia. En el decorado de Maria Tregubova los amantes se nos muestran en el infierno, condenados en el segundo círculo, constantemente rodeándose el uno al otro sin poder hacer contacto. 

Las damas de la corte, preciosas las cinco bailarinas con sus vestidos rojos, se hacen eco de las emociones de los amantes y los tres guardianes del infierno luciendo sus musculosos cuerpos, completan el elenco de este ballet largamente aplaudido y celebrado por el público de Perelada que ya inició aquí su habitual taconeo en la grada muestra de agrado de lo presenciado. 

La segunda parte del programa, The Rain Before It Falls, del bailarín y coreógrafo Patrick de Bana, presenta una coreografía de trasfondo espiritual; un amor filosófico bajo música de Johann Sebastian Bach combinada con Ottorino Respighi y Carlos Pino-Quintana

Patrick de Bana, conocido en España por su larga época como bailarín con la Compañía Nacional de Danza de Nacho Duato, hizo sus primeros pinitos como coreógrafo animado por el propio Duato que supo ver el talento de su bailarín estrella. Patrick nos confesó como siendo un gran amante de los perros, pensaba dedicarse a ellos una vez dejara de bailar, ahora le da las gracias a su mentor ya que con la coreografía se le ha abierto un mundo muy enriquecedor a nivel artístico que le da grandes alegrías. Por ejemplo su ballet de largo formato Marie Antoinette creado para el Ballet de la Ópera de Viena y que esta compañía bailó en Versalles, será pronto objeto de un DVD. 

Svetlana en Strokes though the tail. Foto: Toti Ferrer
Precisamente una de sus primeras coreografías fue representada por la Compañía Nacional de Danza en Peralada en un gélido principio de Julio de 1999, dentro de un programa que contenía otras piezas de Duato. Se trataba de Kelmady, de contenido étnico y con música árabe tradicional (de Bana es hijo de camerunés y alemana). 

También nos contó Patrick como tras una corta pieza creada para Svetlana, ella le dijo querer más y de ahí surgió el trabajo mostrado ahora en Amore que probablemente tenga continuidad de colaboración entre ambos. 

Con Rain before it falls descubrimos una Zakharova distinta. Aquí, sin puntas, nos muestra un trabajo más introspectivo, hay otro uso de la técnica, se intuye una reminiscencia de una alargada Martha Graham en su máxima expresión, una souplesse lejos de la rigidez impuesta por el clásico a la que Svetlana se abandona de forma muy fluida y convincente. Con Patrick de Bana, cuyo rol es básicamente de partenaire, nos ofrece magníficos pasos a dos. 

Denis Savin, el segundo hombre de la pieza y Patrick, vestidos de negro, se enfrentan al desafío de crear sus propios personajes, apoyar a su amante, competir entre sí aunque permaneciendo en un segundo plano. Svetlana es la protagonista absoluta para deleite de la audiencia. 

La pieza finaliza con las Variaciones Goldberg de Bach, esas que Nacho usara en la ya mítica Multiplicidad, Formas de Silencio y Vacío para abrir y cerrar la pieza y en la que el Patrick de Bana, bailarín, lucía de forma maravillosa acompañado de los otros excelentes inteérpretes de aquella CND y especialmente de la maravillosa Mar Baudesson

Svetlana y Denis. Foto: Toti Ferrer
Por último, la pieza de la innovadora coreógrafa irlandesa Marguerite Donlon, Stokes Through The Tail, llena de humor inteligente y refinado, inspirada en la 40ª Sinfonía de Mozart

Mientras esperamos que empiece, unas proyecciones de los ensayos de Amore nos entretienen. Hay que dar tiempo a la estrella a recuperarse un poco y cambiarse de vestuario, aunque en esta pieza se vuelva a cambiar de indumentaria en otro momento. 

Nada más empezar ya vemos que se trata de algo totalmente distinto, Svetlana está soberbia, vestida con short negro camiseta carne y smoking, su esbelto cuerpo al servicio de su arte, se apodera del escenario y del espíritu de los cinco bailarines varones que la acompañan, ataviados con largas faldas de tul ilusión. 

Su evolución en escena, en filas perfectamente dirigidas por la bailarina, nos los hace sumamente divertidos aunque la coreografía y los pasos no adolezcan de alta complejidad técnica. Ya sea convertidos en notas del pentagrama que les obligan a saltar y bailar, como en divertidas sílfides creando figuras de cuerpo de baile, los chicos están magníficos. 

Pero es Svetlava quien dirige el asunto, ya sea señalando con su dedo o con un elegante pero decisivo movimiento de caderas. Está simplemente magnífica, es la diva y ella, y ellos, lo saben. 

Hay distintos cambios de vestuario, ellos en mallas cortas y ella en tules o viceversa, según avance la pieza, pero lo que está claro es que es un fin de fiesta muy apropiado que el público celebra entusiasmado. 

Svetlana por tres, nada que objetar, tres diferentes registros para una de las estrellas más aclamadas del ballet actualmente. Gracias de nuevo Festival Castell de Peralada, ¡celebramos tanto vuestro amor por la danza de nivel! Nadie falta a la cita, nadie puede, ni quiere, perdérselo.


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