martes, 7 de mayo de 2019

El bailarín, mucho más que danza

Dirigida por Ralph Fiennes e interpretada por el bailarín ucraniano Oleg Ivenko, se ha estrenado estos días en las salas de cine españolas la película El bailarín que narra con exquisito lenguaje la infancia, juventud y deserción del inolvidable bailarín Rudolf Nureyev.

Lola Ramírez

Cuando una película lleva la firma de Ralph Fiennes (El paciente inglés), crea numerosas expectativas. En El bailarín, su tercera película como director, Fiennes no solo las cumple sino que logra algo que pocos films consiguen: provocar en el espectador el deseo de que la película continúe y la palabra Fin no rompa el mágico sueño a la sombra del "cuervo blanco".

Cierto que esto es una opinión subjetiva y que habrá quien se haya perdido en los sucesivos flashbacks que utiliza Fiennes para trasladarnos desde la lujosa Ópera de París a la fría y dura infancia rusa de Rudi Nureyev, pero no es menos cierto que El bailarín es una película que puede interesar no sólo a los balletómanos sino a todos aquellos que se interesen por temas como la guerra fría, la cultura, la sexualidad y, en letras mayusculas, el amor, ya que esta es una película que, además de mostrarnos la egocentrista personalidad del genial bailarín y sus continúas rebeldías ante las exigentes normas de la disciplina soviética, rezuma amor. Es este uno de sus grandes atractivos, unido a la gran interpretación actoral que traslada a los personajes y espectadores a la oscura y rígida Rusia entre 1938 y 1961. El amor brilla en el rostro de la madre de Nureyev cuando mira a su precioso hijo, pero también en los ojos de Alexander Pushkin (Ralph Fiennes) cuando es mudo testigo de los excesivos cuidados de la Sra. Pushkin a su pupilo o, en la tierna Clara (Adèle Exarchopoulos), cuando es inocente víctima de alguno de los exabruptos del díscolo Nureyev (Oleg Ivenko), al que finalmente ayudará activamente en su complicada deserción.

Ralph Fiennes explicándole a Oleg Ivenko
Cuando el joven bailarín ucraniano Oleg Ivenko recibió un correo en el que se le proponía asistir a una audición para protagonizar la vida de Nureyev no tuvo ninguna duda de que se trataba de un spam. El solista de la M. Jalil Tatar Academic Opera no tenía experiencia como actor, pero Fiennes lo eligió a él para meterse en la piel del bailarín de Ufa. Ivenko no solo posee cierto parecido con Rudi sino que además interioriza con maestría la sed de Nureyev de imponer su propia impronta al academicismo de la danza clásica.

El bailarín está basada en algunos pasajes de la biografía Nureyev: The Life, escrita por Julie Kavanagh y de cuyo guión para la película se encargó David Hare.

El bailarín (Nureyev, el cuervo blanco). En 46 salas de cine españolas
   Director: Ralph Fiennes
   Guionista: David Hare
   Reparto
      Oleg Ivenko: Nureyev
      Ralph Fiennes: Alexandre Pushkin
      Louis Hofmann: Teja Kemke
      Adèle Exarchopoulos: Clara Saint
      Sergei Polunin: Yuri Soloviev
      Olivier Rabourdin: Alexinsky

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