Con dos funciones que colgaron el cartel de completo, el Centre Cultural de Terrassa, en este casi final de la 36 Temporada BBVA de Danza, programó una Gala de bailarines de una de las más prestigiosas compañías de América, el American Ballet Theater.
Carolina Masjuan
Los bailarines del American Ballet Theatre (ABT) encabezados por dos de sus estrellas, Isabella Bolyston y James Whiteside en la plenitud de sus carreras, nos ofrecieron una velada incluyendo las coreografías más emblemáticas del repertorio de la compañía americana, como El Corsario, el Grand Pas Classique o Don Quijote, más piezas de corte neoclásico, inéditas en España.
Katherine Williams y Aran Bell. Foto: Josep Guindo |
De vocación itinerante, el ABT ha recorrido más de 140 ciudades y no tiene sede propia, aunque el Metropolitan Opera House es la plataforma de lanzamiento de todos sus estrenos. Caroline Kennedy, Carolina Herrera y La Prairie son algunos de sus mecenas.
Habíamos podido ver al ABT II tanto en Terrassa como en el Festival de Peralada hace varios años, así como a muchos de los artistas mencionados más arriba, en las Galas que organizaba Ángel Corella cuando era principal en la compañía americana y deslumbraba al mundo entero con su arte sin igual, antes de embarcarse en la aventura de la compañía en España de tan doloroso recuerdo por su inmerecido final. También destacar que la compañía principal al completo, vino hace unos años al Liceu con su Don Quijote, siendo James Whiteside Basilio en alguna de las funciones.
Catherine Hurlin y Calvin Royal. Foto: Josep Guindo |
La comparación, odiosa pero inevitable, con Isabella y James, mostraba con rotundidad el altísimo nivel de ambos, no sólo en cuanto a técnica, si no sobretodo en la fluidez de su danza, la armonía de sus movimientos, el buen funcionamiento del partenariado. También sus dos piezas fueron las más interesantes por poco conocidas por aquí.
En la primera parte, con On the Water, estreno en Europa, ambos deslumbraron. Este paso a dos de Marius Petipa y Lev Ivanov, adaptado para el ABT por Kevin McKenzie, su director, transportó al público que quedó embelesado por la magia de su movimiento y consiguió poner en escena toda la belleza de la mejor danza clásica, con una mirada más actualizada.
Para la segunda parte, otro paso a dos clásico, el de Asaf Messerer y su Spring Waters coreografiado en la década de 1950. Un paso a dos -con vestuario, tipo Diana y Acteón, de corte y colorido no muy acertado por cierto- que trajo a escena toda la energía y alegría por la danza de estos dos grandes bailarines. Una exigente coreografía en la que destacan espectaculares portés, equilibrios y rapidez.
Katherine Williams y Blaine Hoven. Foto: Josep Guindo |
El bailarín madrileño Carlos González bailó en el primer acto el Grand Pas Classique con Anabel Katsnelson, ambos bailarines del cuerpo de baile de la compañía. En el el segundo fue Alí en el paso a tres de El Corsario, acompañado por los solistas, Cassandra Trenary y Blaine Hoven.
Nos gustó Carlos, él y su compañera defendieron bien el difícil reto que supone la gran pieza de Gsovsky, dándole el empaque necesario y alcanzando el nivel técnico requerido, principalmente en sus codas. También en El Corsario su Alí estuvo a la altura.
Nos gustó Carlos, él y su compañera defendieron bien el difícil reto que supone la gran pieza de Gsovsky, dándole el empaque necesario y alcanzando el nivel técnico requerido, principalmente en sus codas. También en El Corsario su Alí estuvo a la altura.
James Whiteside e Isabella Bolyston. Foto: Josep Guindo |
También, como venimos haciendo asiduamente para Festivales y teatros varios, nos permitimos perdirle a Terrassa más repertorio europeo: Crankos, MacMillans, Neumeiers,.... repertorio apenas visto en España y que entendemos no sería complicado programar dadas las numerosas y buenas compañías que lo tienen en su repertorio.
Así como ¡idea para otra Gala! ¡o mejor aún, algún Mixed Bill que tanto arrasa en Filadelfia! de la compañía que dirige el estimado y admirado Ángel Corella, el Ballet de Pensilvania.
Si en Terrassa cada vez más se suele colgar el cartel de completo para dos funciones, estamos seguros que para ver el trabajo -según público y crítica, excelente- que realiza nuestro querido bailarín madrileño, catalán de adopción puesto que tiene casa y escuela junto a su hermana y su cuñado, en Barcelona, estamos convencidos de que habría que hacer aún más funciones.
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