martes, 27 de julio de 2021

Festival Castell de Peralada 2021

Perspectives del Ballet de Barcelona
Foto: Toti Ferrer

El Festival Castell de Peralada celebró su 35 edición concentrando los espectáculos en unos 20 días y dando a la danza su habitual protagonismo con tres excelentes propuestas.

El Béjart Ballet Lausanne abrió el Festival con dos funciones de su aclamado Ballet for Life o «Le Presbythère... » canto a la vida y homenaje a aquellos artistas inolvidables que murieron jóvenes: Fredy Mercury, Jorge Donn o Wolfrang Amadeus Mozart. No pudimos estar en estas funciones pero el lleno fue absoluto y las entradas se agotaron rápidamente, prueba fehaciente de la devoción por esta compañía, habitualmente programada en Peralada.

El Ballet de Barcelona actuó justo una semana después, debutando en el festival ampurdanés y lo hizo inaugurando un nuevo espacio «El Mirador», una sala acristalada con magníficas vistas al castillo y al lago. Sala polivalente y magníficamente equipada, permitiendo montajes innovadores como el que diseñó la compañía catalana: una pasarela de veinte metros de largo por ocho de ancho con gradas para el público a lo largo de ambos lados. Una exquisita iluminación, obra de Sergio Gracia, Director Técnico y diseñador de iluminación de la compañía, ayudó a realzar la innovadora propuesta artística.

Chase Johnsey, Anibal Caballero y Juanjo Alacid
Ballet de Barcelona. Foto: Toti Ferrer
 Valèria Gaillard así lo contó para El Periódico

«El Ballet de Barcelona conmueve con 'Perspectives'   en Peralada»

El joven Ballet de Barcelona demostró este jueves en el Festival Castell de Peralada, donde debutaba, que ha venido para quedarse y hacerse un hueco en el panorama de la danza actual. La compañía estrenó Perspectives, una historia desgarradora de violencia y salvación que combina danza, relato y música en directo.

El bailarín norteamericano Chase Johnsey, director artístico de la compañía y protagonista de este biópico danzado, hizo un ejercicio de catarsis llevando al escenario el drama de su vida: quedar al margen de las etiquetas de género, hombre-mujer. Desde el nacimiento traumático, pasando por la condena social y la desorientación existencial, la desesperación que siente el bailarín queda plasmada con movimientos desgarradores, a veces excesivamente explícitos, como una paliza a cámara lenta que nos remite a los tristemente actuales ataques por homofobia.

Perspectives recurre en una segunda parte a El lago de los cisnes, tomando este animal masculino —símbolo de pureza y fragilidad— para ilustrar un proceso de transformación personal y sublimación: el arte, en este caso la danza, es capaz de borrar la fealdad del mundo, al tiempo que consigue crear belleza a partir del dolor. Bien arropado por un cuerpo de baile entusiasta e impecable, Johnsey ofrece una interpretación vibrante de emoción: tanto en la primera parte, en la que se expone a carne viva, como en la segunda, en la que encarna un cisne blanco delicado, pero con alma de diamante. Por otro lado, la disposición del nuevo auditorio Mirador, con público a ambos lados del escenario, permitió una cercanía total con los bailarines, intensificando la implicación del público, ciertamente perplejo por una propuesta tan pionera y comprometida»

Chase Johnsey Odette y Heyler Lameda, Sigfried
Perspectives del Ballet de Barcelona.
Foto: Toti Ferrer

Cabe destacar que hacer un segundo acto de El Lago de los Cisnes en una pasarela como la mencionada y con audiencia a ambos lados, supone todo un reto de adaptación coreográfica que Anna Ishii, bailarina y coreógrafa de la compañía, supo resolver magistralmente. Tanto el cuerpo de baile, como la danza de los cuatro pequeños cisnes, como los pasos a dos, o las variaciones de este acto, se modificaron para que ambos lados tuviesen a los bailarines de frente de forma equilibrada.

Mencionar también a los coreógrafos responsables de esta dramática primera parte, junto con el propio Chase Johnsey: Ariadna Montfort, David Rodriguez y Luke Prunty que con música de Giuseppe Verdi, Johan Hasse, Jakub Józef, Pink Floyd, consiguieron que el Ballet de Barcelona atrapara y emocionara profundamente al espectador.

La intervención del cantante Víctor Arbelo, acompañado por el guitarrista Marc Casanovas, con la canción Mi Condición, fue también muy celebrada por el público.

Peralada también optó por una bailarina del Ballet de Barcelona, Estela Coll, para el vídeo promoción del Festival que pueden ver aquí.

Maria Khoreva en Raymonda
Foto: Toti Ferrer
La tercera propuesta en danza fue la Gala «Ballet Under The Stars» una gala en recuerdo de la Sra. Carmen Mateu, dirigida por Iratxe Ansa y Monica Hamill, con claro acento femenino y cuyas protagonistas fueron cinco prestigiosas bailarinas internacionales: La misma Iratxe (Premio Nacional de Danza 2020), Lucía Lacarra (bailarina principal de la compañía de Roland Petit, del Ballet de San Francisco, del Bayerisches Staatsballett, invitada por las mejores compañías del mundo y Premio Nacional de Danza 2005), Dores André, bailarina principal del Ballet de San Francisco, Ada González, solista del Ballet de la Ópera de Bucarest y Maria Khoreva, solista del Ballet Mariinsky. Con ellas, sus partenaires Xander Parish, bailarín principal del Mariinsky, Matthew Golding, conocido en España por haber formado parte durante un tiempo del Ballet de Ángel Corella y bailarín principal del Royal Ballet de Londres y del HET National Ballet, Igor Bacovich, bailarín, coreógrafo y cofundador de Metamorphosis Dance, y Jorge García Pérez, solista del Ballet de Basilea.

Iratxe Ansa y Igor Bacovich estrenaron la coreografía dedicada a Carmen Mateu, Camelia, en honor a la flor preferida de la Sra. Mateu que solía llevar en su solapa, e interpretada por los bailarines Dores André y Jorge García Pérez. Al finalizar la gala, Isabel Suqué Mateu hizo entrega del galardón de la I edición del Carmen Mateu Young Artist European Award Opera & Dance a Maria Khoreva.

Iratxe Ansa, Igor Bacovich y Maria Berasarte
en Seda. Foto: Toti Ferrer
Con este espectáculo, las directoras rindieron homenaje a la que fue fundadora y alma mater del festival ampurdanés, Carmen Mateu. Ella tampoco bailaba sola, a su lado estaba su inesperable compañero, su marido Arturo Suqué, con quien compartió toda una vida y también su pasión y amor a las artes y la cultura.

La gala comenzó con Entangled Echoes de Iratxe Ansa y Igor Bacovich, una pieza de danza moderna ejecutada con gran complicidad por esta pareja, creadores de Metamorphosis Dance.

Maria Khoreva y Xander Parish interpretaron el pas de deux del segundo acto de Giselle. La bailarina rusa, ganadora de la I edición del Carmen Mateu Young Artist European Award, fue una de las grandes protagonistas de la noche, demostrando una gran técnica y dominio de los roles más exigentes de repertorio clásico, al bailar también el solo de Raymonda y cerrando la noche con La bayadère (sombra, Adagio y Coda) al lado también de Xander Parish. Había mucha expectación por verla y no ha defraudado. Muy joven, muy comprometida con su arte, muy activa en las redes, donde cuenta con cientos de miles de seguidores a los que deleita con clases, consejos, trucos para conseguir mejores resultados, es otra de las estrellas a añadir a la impresionante lista de Peralada.

Lucía Lacarra y Matthew Golding 
en After the Rain. Foto: Toti Soler

Una espectacular Lucía Lacarra hizo gala de su elegancia y elasticidad junto a su pareja, el bailarín Matthew Golding, interpretando Finding Light de Edward Liang y música de Vivaldi, que forma parte de su espectáculo Fordlandia, y la hipnótica After the Rain de Chistopher Wheeldon.

Es siempre un deleite para el espíritu ver a Lucía, es la sublimación de la elegancia en danza, una artista no sólo con una trayectoria impresionante, si no con una sabiduría puesta al servicio de las jóvenes generaciones con amor y gran generosidad

Ada González y Xander Parish
Foto: Toti Ferrer
La entrevistamos hace poco para Ballet y más, ya que tenemos la suerte de que nos visite por Cataluña a menudo, y confiamos volver a verla muy pronto.

La joven catalana Ada González fue el cisne de la noche. Ada ya ha interpretado, pese a su juventud, la mayoría de los grandes roles del repertorio y uno entiende muy bien al verla bailar porque sus directores confían en ella. 

En Peralada tuvimos el placer de verla en una delicada y emotiva La muerte del Cisne de Fokine y con Xander Parish en el pas de deux del cisne blanco de El Lago del Cisnes.

Un placer siempre ver a Ada en escena, otra bailarina que por suerte podemos ver a menudo en Galas, como la reciente en Girona en moviment para la lucha contra el cancer que organizan David Rodríguez y Luke Prunty.


La energética pareja formada por Dores André y Jorge García Pérez presentaron Éxta, una nueva coreografía de Garret Smith, así como el estreno absoluto de la noche, Camelia, un sentido homenaje a Carmen Mateu, coreografía de Ansa y Bacovich. Lo cierto es que Dores y Javier, fueron el descubrimiento de la noche. Una calidad de movimiento, complicidad y dominio impresionantes en coreografías aprendidas rápidamente para la gala.

Dores André y Jorge García Pérez en Camelia
Foto: Tori Ferrer

Además de Entangled Echoes, los creadores de Metamorphosis Dance, por su parte interpretaron Seda con la voz en directo de María Berasarte.

Al recibir el premio, Maria Khoreva agradeció poder participar en una gala como la de hoy, con de nuevo público en directo, y agradeció también a la organización que no se abandone la danza, sobre todo, en el tiempo que estamos viviendo. El galardón es una camelia diseñada por el artista Santi Moix que ha hecho posible la joyería creativa Bagués Masriera.

Maria Khoreva recibe emocionada el galardón de
manos de la Sra. Isabel Suqué Mateu. Foto: Toti Ferrer

La edición de este año de Peralada ha finalizado ya por lo que se refiere a la danza y ya estamos soñando con qué nos depará el próximo verano. Seguro que volveremos a vivir noches inolvidables.




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