miércoles, 26 de marzo de 2014

30 años de danza en Terrassa / Ballet de Munich II

Acto de presentación del libro: El Centre Cultural amb la dansa
Foto: Josep Guindo

Con un nutrido grupo de asistentes se presentó el libro conmemorativo de los 30 años de la temporada de danza en Terrassa: El Centre Cultural amb la dansa. Joaquim Noguero, crítico de danza de La Vanguardia y autor del libro, junto con el presidente del patronato de la Fundación Antiga Caixa Terrassa, Ignasi Cusidó, el presidente territorial del BBVA, Xavier Queralt, el alcalde de Terrassa, Il·lm. Sr. Jordi Ballart y el Honorable Conseller de Cultura de la Generalitat, Ferran Mascarell, quisieron resaltar el importantísimo papel que para la danza en Catalunya y en todo el estado español, ha tenido esta iniciativa. También desde el Co NCA, con su máximo representante Carles Duarte, presente en el acto y en la función posterior,  mostraron su soporte al Centre Cultural y a la impresionante trayectoria de su temporada de danza.

Carolina Masjuan

Las cifras son espectaculares: 188 compañías de 30 países distintos con un total de 577 coreografías, 50 de las cuales han sido estrenos mundiales. Pero lo más importante ha sido el papel educador que la temporada ha hecho entre el público de Terrassa y también de otros lugares, incluida Barcelona, ya que estando huérfanos de este arte, sobre todo en cuanto a ballet clásico se refiere y al que Terrassa trata con especial mimo, han sido muchos los que han acudido a la capital egarense atraídos por una programación coherente y de calidad. La ocupación media del 90% avala este éxito.

Concertant. Foto: Josep Guindo
Grandes nombres de la danza internacional han pisado este escenario, así como artistas locales y compañías de todos los estilos: clásico, neoclásico, contemporáneo, flamenco, danza española, etc… sin olvidar los homenajes realizados a aquellos que conforman esa tradición en ballet que sí tiene Cataluña, como María de Ávila o Joan Magriñà.

El propio Conseller de Cultura reconocía que hacían falta varios centros más para la danza y que el ejemplo de Terrassa debería extenderse por el país. Lo cierto es que resulta sorprendente oírle decir esto, cuando desde el departamento que él dirige no han querido ni oír hablar de potenciar el ballet en el Liceu, teatro en el que estaría plenamente justificada en todos los aspectos, artístico y económico, una buena temporada de danza. O, incluso mejor, dotarle de una buena compañía de ballet, oportunidades, muy buenas oportunidades, no han faltado, pero no se han querido ni estudiar.

Y a continuación y como no podía ser de otra manera, los asistentes nos dirigimos al auditorio para disfrutar una vez más de una velada de danza, esta vez con la compañía joven del Ballet de la Ópera de Munich. 




Allegro Brillante. Foto: Josep Guindo
La Ciudad de Munich cuenta con 350 años de tradición en ballet y su compañía es una de las más destacadas de la escena internacional. Está formada por un elenco de excelentes bailarines de 32 países, entre los que destaca la extraordinaria bailarina vasca Lucía Lacarra y su repertorio es uno de los más extensos y diversos de las compañías de Europa. Actualmente dirigida por Ivan Liska, Igor Zelensky fue nombrado recientemente como su sucesor al frente del conjunto bávaro y está previsto que le sustituya en septiembre de 2016. 
  
La compañía joven, el Ballet de la Ópera de Munich II, fue fundada en 2010 por Ivan Liska y está formada por un conjunto de dieciséis bailarines de formación clásica con edades comprendidas entre los diecisiete y los veintidós años, seleccionados por audición, entre un grupo de candidatos internacionales. Actualmente hay dos españolas en la formación: Marta Navarrete Villalba y Laura Moreno Gasulla, que no bailó en Terrassa. La idea de la fundación de la joven compañía se originó a partir de la necesidad de apoyar a los jóvenes talentos para promover su desarrollo artístico, colaborando con artistas de renombre mundial y su objetivo es también hacer visible la importancia que tiene la danza para la comunidad bávara. 
  
Al acabar su contrato en la II, los bailarines pasan a incorporarse a la compañía principal de Munich o a otras compañías de ballet.
 

Intuition Blast. Foto: Josep Guindo
En Terrassa el programa empezó con Allegro Brillante.  Balanchine es mucho Balanchine y esta pieza es muy exigente. Como acostumbra, el coreógrafo ruso-americano no pretende contar una historia si no mostrar la música mediante la danza, algunas veces, cuando la primera lo exige, la segunda ha de ser endiabladamente veloz. Chaickovsky y Balanchine exigen aquí alegría y brillantez, con un gran dominio del trabajo de pies y la verdad es que les falta un poco a los jóvenes de la II bávara -la  pareja principal Nagisa Hatano y Gianmarco Romano, y cuatro parejas como cuerpo de baile- en este caso.

Siguió Concertant que con coreografia del holandés Hans van Manen y apoyada en la pieza del compositor suizo Frank Martin ”Petite Symphonie Concertante“, fue lo mejor de la noche. Aquí sí los bailarines, cuatro parejas, hicieron suyo ese estilo tan típico del coreógrafo, con esos cuerpos algo rígidos pero no exentos de una gran clase y belleza. Tanto los pasos a dos como las escenas de grupo, conseguían momentos de gran perfección. Veintiún minutos de gozo absoluto. 




Streichquintett. Foto: Josep Guindo
Tras el descanso nos presentaron Streichquintett, una coreografia de Terence Kohler, australiano que es coreógrafo residente de la compañía y ha creado diversas piezas para ella, entre las cuales ésta nueva para esta temporada. Con música de Franz Schubert y con un vestuario que se diría son trajes de baño, se trata de una obra coral, con algunos pasos a dos intercalados, requiriendo un buen dominio de la técnica pero en la que en ocasiones los bailarines pierden deliberadamente la posición andando como desganados, pretendiendo quizás justificar la rebeldía propia de la edad, frente a la férrea disciplina que requiere su profesión. Una obra muy apropiada para un elenco juvenil.
 

La breve Intuition Blast, con coreografía de Ralf Jaroschinski, toma las músicas del vals del primer acto y de la danza de los cuatro pequeños cisnes del segundo, del Lago de los Cisnes Chaickovsky. Se trata de un paso a dos masculino en clave de humor, bailado por Devon Carbone y Gianmarco Romano, que el público celebró con risas y cálidos aplausos.
 


Jardi Tencat. Foto: Josep Guindo
Y para cerrar la velada, Jardí Tencat. La célebre pieza de Nacho Duato cumplió treinta años el año pasado. Es pues incluso más “vieja” que la temporada de danza de Terrassa, pero para ninguna de las dos parece que pasen los años y si ansiamos que Terrassa no deje nunca de cumplirlos, seguimos viendo la obra de Nacho y oyendo las canciones de Mª del Mar Bonet con mucho placer. 

Los jóvenes de Munich dominan el movimiento de brazos y torso y poseen esa fuerza telúrica que requieren las obras de Duato ofreciendo una más que correcta ejecución. Pero, a mi juicio, nadie como esa primera generación de IT Dansa, que se estrenó en Terrassa y celebró recientemente sus quince años de andadura, ha conseguido transmitir tan magníficamente la esencia de esta obra. 

En todo caso, como siempre, un gran placer poder disfrutar de una noche de ballet. Gràcies Terrassa i per molts anys!!


Ballet de la Ópera de Munich II.
Jardí Tencat. Foto: Josep Guindo

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