jueves, 3 de mayo de 2018

Festival de Ballet en Munich

Ksenia Ryzhkova y Ballet Teatro Ópera de Munich (Foto: Wilfried Hösl)

Un año más, la ciudad de Múnich acogió con orgullo la BallettFestwoche, un festival único en su género, que se ha desarrollado del 14 al 22 de abril con gran brillantez. En el Teatro de la Ópera de Baviera se han podido ver producciones de gran envergadura y belleza y disfrutar de la magnífica técnica de los bailarines que forman la compañía estable así como de los bailarines invitados para la ocasión.

Cristina Ribé
Es un auténtico lujo poder asistir a siete ballets de repertorio completos durante una semana, uno cada día con todo el ímprobo trabajo que ello representa, únicamente grandes teatros con un apoyo económico estatal y un mecenazgo constante puede conseguir algo semejante.
Portrait Wayne McGregor 
Premier 14-4-2018
Representación 15-4-2018
Borderlands música Joel Cadbury, Paul Stoney
Kairos música Max Richter
Kreation música Kaija Saariaho
McGregor convierte a los bailarines de su compañía en un original instrumento a través del cual nos muestra su particular estilo coreográfico. Arte, Música, Filosofía, Ciencia…. los trabaja,  los mezcla hasta crear un magnífico y estimulante todo.

La fierecilla domada

16-4-2018
Ballet en dos actos con coreografía de John Cranko y basado en la obra de William Shakespeare.
Sergei Polunin y Natalia Osipova (Foto: W.H.)
Ballet del Teatro de la Opera de Munich. Bailarines invitados Sergei Polunin y Natalia Osipova.
Lo  creó en 1969 para el Ballet de Stuttgart, en el que era Director artístico. Si hay una característica que define la personalidad de Cranko, aparte  de ser una de las figuras más importantes de la danza del siglo XX, es su capacidad para llevar el teatro al ballet. Revolucionó el mundo de la danza dándole una dimensión dramática, es el mejor “contador de historias” del ballet. Se trata de servir a la danza, de acompañar el desarrollo de una acción contada desde el gesto y llevarla a cabo a través de una coreografía llena de fantasía y desenvoltura.
Sobre unos decorados y figurines de Jüngen Rose, simples bellos y académicos, la labor del Ballet de la Opera de Múnich fue excelente, pues cuánto hizo revela experiencia, trabajo duro y una alegría de espíritu capaz de colorear con matices vivos la ya de por sí picante coreografía.
Destacaron las intervenciones protagonistas de Sergei Polunin (Petruccio) y Natalia Osipova  (Caterina), extraordinarios actores a la par de magníficos bailarines cuya complicidad hicieron latente durante toda la representación. En su rol, Natalia muestra una gran carga agresiva no exenta de humor y refleja una gran madurez para abordar con propiedad este personaje de gran carácter.
Sergei se muestra en esta Fierecilla muy lúdico, espontáneo y vigoroso, une su extrema técnica de ballet a una integración total en su papel mostrando una composición creíble y madura en escena.
En el rol de Bianca tenemos una Prisca Zeisel elegante, lineal y resuelta y logra a la perfección su compromiso junto a Erik Murzagaliyev (Lucentio) en el Pas de Deux del acto segundo. Impecable éste y preciso tanto en su evolución personal como partenaire.
La partitura está basada en sonatas de Doménico Scarlatti y compuesta especialmente para este ballet por Kurt Heinz Stolze, quien fuera un entusiasta colaborador de John Cranko en sus cruzadas artísticas.
Obra simpática y llena de humor, que, tal y como era de esperar, provoco una magnífica reacción del público al finalizar. Valor seguro ampliado con la extraordinaria actuación de Polunin y Osipova.

Romeo y Julieta

17-4-2018
Ksenia Ryzhkova y Jonah Cook (Foto: W.H)
Ballet en tres actos, coreografía de John Cranko y música de Sergéi Prokófiev.

Ballet  del de la Opera de Munich Teatro.

La nueva versión de John Cranko de Romeo y Julieta (1962) para el Stuttgart Ballet fue considerada como uno de sus mayores logros. Desarrolla una clara estructura dramática y además una exquisita maestría para coreografiar los Pas de Deux, todos de líneas fluidas, fácilmente entendibles y con variedad de pasos, esta es su máxima expresión.  Este ballet fue el primero de la magnífica trilogía de Ballets Narrativa que Cranko creó para el Stuttgart Ballet. (Onegin, 1965 y La Fierecilla Domada, 1969)
El estilo de Cranko ofrece una versión realista y contemporánea de la tragedia de Verona, en la cuna del Renacimiento. Su montaje de Romeo y Julieta propone ardientes duetos, pasos que se pierden en apasionado abandono y contrastan con la tradición purista y rígida del Ballet Clásico. Cranko resuelve el drama de Shakespeare con una fluidez poética que humaniza la técnica y el lenguaje. Más que pasos, Cranko exige la encarnación de los personajes. Las miradas, el tacto, las acciones son diálogos llenos de realismo y entendimiento, siempre fieles a lo expresado por su autor, William Shakespeare.
El Ballet contiene roles muy dramáticos para la joven Julieta (Ksenia Ryzhkova) y su impetuoso amante Romeo (Jonah Cook). Ella, aunque va creciendo como intérprete a lo largo de la obra, debe trabajar a fondo en su actuación. Es evidente que tiene un gran potencial en este rol y su técnica de ballet es indiscutible. Con una técnica de impecable elegancia, el ardiente Romeo da rienda suelta a sus impulsos y muestra su pasión al límite en todos y cada uno de los momentos cruciales de la obra.
La abundancia de roles solistas enriquece la obra y provee a toda la compañía de amplias oportunidades de desarrollar sus habilidades teatrales y de danza.
La magnífica escenografía y rico vestuario de Jüngen Rose integran la acción de la obra con perfección y acierto y la hacen brillar más, si cabe.
Cabe destacar el realismo del bello paisaje del campo que rodea la ciudad de Verona, así como el puente situado en la parte alta del escenario que a la vez de servir de balcón, contribuye a crear dos composiciones al unísono.
La música de Prokófiev está deliberadamente adaptada a la narración en cada escena y da valor a  la obra en cada instante.

Onegin

18-4-2018
Iry Amista y Vladimir Shkllyarov (W.H.)
Ballet en tres actos coreografía de John Cranko basado en la obra de Alexander Puschkin
Música de Peter I. Tschaikowsky
Ballet del Teatro de la Opera de Múnich.
Cranko montó este ballet en 1965 para el Stuttgart Ballet, y la crítica la considera como su mejor coreografía. Es un ballet impresionante, de un gran dramatismo. Una historia de amor no correspondido entre Tatiana (Ivy Amista), una muchacha joven e inocente, y Onegin (Jonah Cook), un cínico aristócrata que más tarde se dará cuenta de su error. Puesto que se trata de una historia llena de emociones, su interpretación requiere de gran expresividad y de una técnica brillante.
Marcia Haydee, musa y bailarina de Cranko durante muchos años, dijo al respecto. “ John Cranko es un gran narrador. Su coreografía es exigente, pero clara y explícita, de manera que no es necesario que el público conozca el poema de Puschkin para comprender qué es lo que sucede en el escenario. Además tiene un carácter atemporal, el espectador fácilmente olvida que se trata de una historia ficticia que se desarrolla en la Rusia del siglo XIX y la concibe como un tema actual”.
La escenografía y el vestuario de Júngen Rose son absolutamente espectaculares, ricos e impresionantes, de una belleza extrema.
Vladimir Shklyarov  (bailarín invitado), en el rol de Onégin, resuelve magníficamente la difícil tarea de mostrarse una persona altiva, desagradable y egoísta. Su actuación es excelente. En cuanto a la técnica, los pasos son ejecutados con perfección y en cada momento nos transmite sus sentimientos claramente a través de la danza.
Ivy Amista (Tatiana) interpreta fielmente su papel impactando al espectador, el Pas de Deux al final del tercer acto, de un dramatismo extremo fascinó al público provocando una gran y larga ovación al finalizar la obra.¡ Fue Sublime!

El sueño de una noche de verano 

19-4-2018
Ksenia Ryzhkova (Foto: W.H.)
Ballet en dos actos y un prólogo basado en la obra de William Shakespeare
Coreografía de John Neumeier
Música de Félix Mendelsson y György Ligeti

Ballet del Teatro de la Opera de Munich

Numerosos coreógrafos han acudido a Shakespeare en busca de material dramático para sus ballets, John Neumaier es el artífice de la producción que se presentó en Múnich y que forma parte del repertorio de su compañía.
En casi cualquier boda de occidente, cuando aparece la novia se escucha una marcha nupcial… la de El Sueño de una Noche de Verano” de Mendelson. A partir de la compleja comedia escrita, sobre los escarceos entre mortales y seres fantásticos –hadas, duendes-, durante el solsticio de verano, el alemán compuso a principios del siglo XIX una deliciosa música a caballo entre el clasicismo y el romanticismo llena de interesantes efectos instrumentales. Desde entonces, se popularizó la pieza y se utilizó para ese fin.
No se puede decir lo mismo de la música de György Ligeti, la que se desarrolla durante el sueño del segundo acto. A pesar de que los magníficos bailarines ejecutan la coreografía cual excepcionales muñecos mecánicos e impactan al espectador con sus movimientos imposibles, la música resulta muy repetitiva, un tanto pesada. (en muchas ocasiones “menos es más”).
Los roles protagonistas corrieron a cargo de:
Hippolyta/ Titania Ksenia Ryzhkova, Helena Elvina Ibraimova, Hermia Kristina Lind, Demetrius Henry Grey, Lysander Jonah Cook, Theseus/ Oberon Emilio Pavan, Puck Alexey Popov
Todos ellos brillaron con luz propia, fue una representación impecable.

Alicia en el país de las maravillas

20-4-2018
Laurretta Summerscales (Foto: W. H.)
Ballet en tres actos basado en el libro de Lewis Carol
Coreografía Cristopher Wheeldon
Música Joby Talbot
Ballet del Teatro de la Opera de Munich
Sigamos a Alicia en su descenso a la madriguera del conejo en el exuberante ballet de Christopher Wheeldon, inspirado en el muy conocido libro de Lewis Carol. La obra irrumpe en el escenario con una explosión de color, magia escénica y una sofisticada coreografía.
La partitura de Joby Talbot combina mundos sonoros contemporáneos con grandes melodías, a la manera de los grandes ballets del siglo XIX. La escenografía imaginativa y visualmente deslumbrante de Bob Crowley se vale de todo tipò de recursos para hacer que el Pais de las Maravillas resulte maravillosamente real.
Alicia conoce a una serie de personajes extraordinarios e inmediatamente reconocibles… desde la excitable Reina de Corazones (Madre Kristina Lind) ,- que interpreta una curiosa parodia del Adagio de la Rosa de La Bella Durmiente-, hasta un cuerpo de baile de naipes, una sinuosa orugay un sombrerero loco que baila claqué (Jonah Cook . Asimismo existe en la obra un trasfondo más sombrío: una cocina de pesadilla, una enloquecida reunión para tomar el té, un bebé ensangrentado que va de brazo en brazo…
Laurretta Summerscales (Alicia) afirmó en su dia: “ El ballet es una forma de expresarte y de llevar a la audiencia a otro lugar, alejar al público de su vida cotidiana, el bailarín debe tener esto siempre presente. Es algo muy especial.”. Ella ha sido elegida para el rol de Alicia y ciertamente cumple con todas las expectativas tanto artísticas como de técnica danzaría. Ella contagia al público su alegría y curiosidad y hace posible y creíble la magia de una experiencia irreal.

Spartacus

Ballet en tres actos
Jonah Acosta y Ballet Teatro Ópera de Munich (Foto: W.H.)
Coreografía de Yuri Grigorovich
Música de Aram Chatschsturjan

Ballet del Teatro de la Ópera de Múnich

La quintaesencia de la coreografía soviética, Spartacus de Grigorovich, muestra la rebelión de los esclavos romanos ante sus opresores, en esta obra  de enorme envergadura la compañía de danza alemana arrolla con  fuerza y desarrolla una gran energía para integrarse totalmente en su fuerza emocional.
La música de Chatschsturjan posee elementos heroicos y festivos, maravilloso sentido del ritmo, intensidad y ágil desarrollo de los temas musicales. Comentaba sobre ella el autor: “Es sorprendentemente bailable y sencilla de ser convertida en danza y hace nacer de manera instantánea una serie de imágenes plásticas muy variadas, provoca e inspira movimiento”.
Jonah Acosta (Spartacus), Virtuoso bailarín cubano, lanza con potencia su cuerpo y ejecuta enormes saltos y vertiginosos giros con un eje perfecto. Todo ello nos muestra gran parte de la Escuela de Ballet Cubana. Dentro de la monumentalidad de la coreografía, él encuentra la forma de expresar la angustia que se encuentra en su interior por la situación que le ha tocado vivir. Debe luchar por su libertad y la de los suyos aún sabiendo que su vida está en peligro. En el Pas de Deux con su esposa Phrygia (Lauretta Summerscales), él crea una fusión perfecta y ejecuta uno de los momentos más difíciles para un partenaire, sujetarla en el aire con una sola mano, desafiando la gravedad y caminando lentamente…¡ impresionante!
Jinhao Zkang (Crassus) se divierte sobremanera confirmando su reputación de “chico malo” y muestra su perverso orgullo actuando maliciosamente contra los esclavos y contra sus propias tropas.Su concubina Aegina ( Prisca  Zeisel), lasciva, peligrosa, busca su propio interés y manipula sutilmente para obtener lo que desea.
Ballet escrito en lenguaje contemporáneo repleto de situaciones dramáticas que emocionan al público. La danza como tremenda   emoción del pensamiento

Ana Karenina

22-4-2018
Ksenia Ryzhkova (Foto: W.H.)
Ballet basado en el libro de Lew N. Tolstoi
Coreografía de Christian Spuck

Música de Sergej Rachmaninow, Witold Lutoslawski, Sulkhansintzadze y Josef Bardanashvili

Ballet del Teatro de la Ópera de Múnich
Obra estrenada en Zurich en el 2014 y cuya premier en Munich fue el pasado 19 de noviembre de 2017 entrando, a partir de entonces, a formar  parte de su repertorio.
Literatura realista a la que pertenecen tantas novelas del siglo XIX donde sus protagonistas femeninas se enfrentan al gran dilema de tener que escoger entre su honor o cometer suicidio, entre el deber y la rebelión, entre las convenciones sociales y la pasión.
En el contexto del invierno ruso, espacios cubiertos de nieve, bosques helados, los legendarios bailes de la alta sociedad de San Petersburgo, los personajes se hallan tan perdidos en su vida real como lo están en la vacía frialdad de sus palacios. Las proyecciones en video nos anticipan la tragedia final, los bailarines argumentan y besan, aman y odian
La fuerza dramática de Ana(Ksenia Ryzhkova) se pone al servicio del conflicto que sufre en su interior , debe escoger entre su frio marido  Alexei (Erik Murzagaliyev)   y su querido hijo, y su apuesto amante Alexej Wronski (Matthew Golding). La agonía que Ana sufre al ser privada de ver a su adorado hijo la lleva a cometer el peor de los crímenes… el suicidio.
Excepcional vestuario cuyo diseño lleva a cabo Emma Ryott, da una gran categoría a la obra y vistosidad a la coreografía.

La merecida reputación de la BallettFestwoche se fundamenta en el enorme éxito de sus producciones, siempre imaginativas y relevantes. Tradición, continuidad y un repertorio impresionante hacen del Teatro de la Ópera de Múnich un lugar imprescindible para los amantes de la Opera y el Ballet.





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