Ksenia Ryzhkova y Ballet Teatro Ópera de Munich (Foto: Wilfried Hösl) |
Un año más, la ciudad de Múnich acogió con orgullo la BallettFestwoche, un festival único en su género, que se ha desarrollado del 14 al 22 de abril con gran brillantez. En el Teatro de la Ópera de Baviera se han podido ver producciones de gran envergadura y belleza y disfrutar de la magnífica técnica de los bailarines que forman la compañía estable así como de los bailarines invitados para la ocasión.
Cristina Ribé
Es un auténtico lujo poder asistir a siete
ballets de repertorio completos durante una semana, uno cada día con todo el
ímprobo trabajo que ello representa, únicamente grandes teatros con un apoyo
económico estatal y un mecenazgo constante puede conseguir algo semejante.
Portrait Wayne McGregor
Premier
14-4-2018
Representación
15-4-2018
Borderlands música Joel Cadbury, Paul Stoney
Kairos música Max Richter
Kreation
música Kaija
Saariaho
McGregor
convierte a los bailarines de su compañía en un
original instrumento a través del cual nos muestra su particular estilo
coreográfico. Arte, Música, Filosofía, Ciencia…. los trabaja, los mezcla hasta crear un magnífico y
estimulante todo.
La fierecilla domada
16-4-2018
Ballet en dos actos con coreografía de John Cranko y basado en la obra de William Shakespeare.
Sergei Polunin y Natalia Osipova (Foto: W.H.) |
Ballet
del Teatro de la Opera de Munich. Bailarines invitados Sergei Polunin y Natalia
Osipova.
Lo
creó en 1969 para el Ballet de
Stuttgart, en el que era Director artístico. Si hay una característica que
define la personalidad de Cranko, aparte
de ser una de las figuras más importantes de la danza del siglo XX, es
su capacidad para llevar el teatro al ballet. Revolucionó el mundo de la danza
dándole una dimensión dramática, es el mejor “contador de historias” del
ballet. Se trata de servir a la danza, de acompañar el desarrollo de una acción
contada desde el gesto y llevarla a cabo a través de una coreografía llena de
fantasía y desenvoltura.
Sobre unos decorados y figurines de Jüngen Rose, simples bellos y
académicos, la labor del Ballet de la
Opera de Múnich fue excelente, pues cuánto hizo revela experiencia, trabajo
duro y una alegría de espíritu capaz de colorear con matices vivos la ya de por
sí picante coreografía.
Destacaron las intervenciones protagonistas
de Sergei Polunin (Petruccio) y Natalia Osipova (Caterina), extraordinarios actores a la
par de magníficos bailarines cuya complicidad hicieron latente durante toda la
representación. En su rol, Natalia muestra una gran carga agresiva no exenta de
humor y refleja una gran madurez para abordar con propiedad este personaje de
gran carácter.
Sergei se muestra en esta Fierecilla muy lúdico, espontáneo y
vigoroso, une su extrema técnica de ballet a una integración total en su papel
mostrando una composición creíble y madura en escena.
En el rol de Bianca tenemos una Prisca
Zeisel elegante, lineal y resuelta y logra a la perfección su compromiso
junto a Erik Murzagaliyev (Lucentio)
en el Pas de Deux del acto
segundo. Impecable éste y preciso tanto en su evolución personal como partenaire.
La partitura está basada en sonatas de Doménico Scarlatti y compuesta
especialmente para este ballet por Kurt
Heinz Stolze, quien fuera un entusiasta colaborador de John Cranko en sus
cruzadas artísticas.
Obra simpática y llena de humor, que, tal y como
era de esperar, provoco una magnífica reacción del público al finalizar. Valor
seguro ampliado con la extraordinaria actuación de Polunin y Osipova.
Romeo y Julieta
17-4-2018
Ksenia Ryzhkova y Jonah Cook (Foto: W.H) |
Ballet en tres actos, coreografía de John Cranko y música de Sergéi Prokófiev.
Ballet
del de la Opera de Munich Teatro.
La nueva versión de John Cranko de Romeo y Julieta (1962) para el Stuttgart Ballet fue considerada como
uno de sus mayores logros. Desarrolla una clara estructura dramática y además
una exquisita maestría para coreografiar los Pas de Deux, todos de líneas fluidas, fácilmente entendibles y con
variedad de pasos, esta es su máxima expresión.
Este ballet fue el primero de la magnífica trilogía de Ballets Narrativa
que Cranko creó para el Stuttgart Ballet. (Onegin,
1965 y La Fierecilla Domada, 1969)
El estilo de Cranko ofrece una versión
realista y contemporánea de la tragedia de Verona, en la cuna del Renacimiento.
Su montaje de Romeo y Julieta propone
ardientes duetos, pasos que se pierden en apasionado abandono y contrastan con
la tradición purista y rígida del Ballet Clásico. Cranko resuelve el drama de
Shakespeare con una fluidez poética que humaniza la técnica y el lenguaje. Más
que pasos, Cranko exige la encarnación de los personajes. Las miradas, el
tacto, las acciones son diálogos llenos de realismo y entendimiento, siempre
fieles a lo expresado por su autor, William Shakespeare.
El Ballet contiene roles muy dramáticos para
la joven Julieta (Ksenia Ryzhkova) y su impetuoso amante Romeo (Jonah Cook). Ella, aunque va creciendo como intérprete a lo largo
de la obra, debe trabajar a fondo en su actuación. Es evidente que tiene un
gran potencial en este rol y su técnica de ballet es indiscutible. Con una
técnica de impecable elegancia, el ardiente Romeo
da rienda suelta a sus impulsos y muestra su pasión al límite en todos y cada
uno de los momentos cruciales de la obra.
La abundancia de roles solistas enriquece la
obra y provee a toda la compañía de amplias oportunidades de desarrollar sus
habilidades teatrales y de danza.
La magnífica escenografía y rico vestuario
de Jüngen Rose integran la acción de
la obra con perfección y acierto y la hacen brillar más, si cabe.
Cabe destacar el realismo del bello paisaje
del campo que rodea la ciudad de Verona, así como el puente situado en la parte
alta del escenario que a la vez de servir de balcón, contribuye a crear dos
composiciones al unísono.
La música de Prokófiev está deliberadamente adaptada a la narración en cada
escena y da valor a la obra en cada
instante.
Onegin
18-4-2018
Iry Amista y Vladimir Shkllyarov (W.H.) |
Ballet en tres actos coreografía de John Cranko basado en la obra de Alexander Puschkin
Música de Peter I. Tschaikowsky
Ballet
del Teatro de la Opera de Múnich.
Cranko
montó este ballet en 1965 para el Stuttgart Ballet, y la crítica la considera como su mejor
coreografía. Es un ballet impresionante, de un gran dramatismo. Una historia de
amor no correspondido entre Tatiana (Ivy Amista), una muchacha joven e
inocente, y Onegin (Jonah Cook), un cínico aristócrata que
más tarde se dará cuenta de su error. Puesto que se trata de una historia llena
de emociones, su interpretación requiere de gran expresividad y de una técnica
brillante.
Marcia
Haydee, musa y bailarina de Cranko durante muchos
años, dijo al respecto. “ John Cranko es un gran narrador. Su coreografía es
exigente, pero clara y explícita, de manera que no es necesario que el público
conozca el poema de Puschkin para comprender qué es lo que sucede en el
escenario. Además tiene un carácter atemporal, el espectador fácilmente olvida
que se trata de una historia ficticia que se desarrolla en la Rusia del siglo XIX
y la concibe como un tema actual”.
La escenografía y el vestuario de Júngen Rose son absolutamente
espectaculares, ricos e impresionantes, de una belleza extrema.
Vladimir
Shklyarov (bailarín
invitado), en el rol de Onégin, resuelve
magníficamente la difícil tarea de mostrarse una persona altiva, desagradable y
egoísta. Su actuación es excelente. En cuanto a la técnica, los pasos son
ejecutados con perfección y en cada momento nos transmite sus sentimientos
claramente a través de la danza.
Ivy
Amista (Tatiana)
interpreta fielmente su papel impactando al
espectador, el Pas de Deux al final
del tercer acto, de un dramatismo extremo fascinó al público provocando una
gran y larga ovación al finalizar la obra.¡ Fue Sublime!
El sueño de una noche de verano
Ballet en dos actos y un prólogo basado en
la obra de William Shakespeare
Coreografía de John Neumeier
Música de Félix Mendelsson y
György Ligeti
Ballet
del Teatro de la Opera de Munich
Numerosos coreógrafos han acudido a
Shakespeare en busca de material dramático para sus ballets, John Neumaier es
el artífice de la producción que se presentó en Múnich y que forma parte del
repertorio de su compañía.
En casi cualquier boda de occidente, cuando
aparece la novia se escucha una marcha nupcial… la de El Sueño de una Noche de
Verano” de Mendelson. A partir de la compleja comedia escrita, sobre los
escarceos entre mortales y seres fantásticos –hadas, duendes-, durante el
solsticio de verano, el alemán compuso a principios del siglo XIX una deliciosa
música a caballo entre el clasicismo y el romanticismo llena de interesantes
efectos instrumentales. Desde entonces, se popularizó la pieza y se utilizó
para ese fin.
No se puede decir lo mismo de la música de
György Ligeti, la que se desarrolla durante el sueño del segundo acto. A pesar
de que los magníficos bailarines ejecutan la coreografía cual excepcionales
muñecos mecánicos e impactan al espectador con sus movimientos imposibles, la
música resulta muy repetitiva, un tanto pesada. (en muchas ocasiones “menos es
más”).
Los roles protagonistas corrieron a cargo
de:
Hippolyta/
Titania Ksenia Ryzhkova, Helena Elvina Ibraimova, Hermia
Kristina Lind, Demetrius Henry Grey, Lysander
Jonah Cook, Theseus/ Oberon Emilio
Pavan, Puck Alexey Popov
Todos ellos brillaron con luz propia, fue
una representación impecable.
Alicia en el país de las maravillas
Ballet en tres actos basado en el libro de Lewis Carol
Coreografía Cristopher Wheeldon
Música Joby
Talbot
Ballet
del Teatro de la Opera de Munich
Sigamos a Alicia en su descenso a la
madriguera del conejo en el exuberante ballet de Christopher Wheeldon,
inspirado en el muy conocido libro de Lewis Carol. La obra irrumpe en el
escenario con una explosión de color, magia escénica y una sofisticada
coreografía.
La partitura de Joby Talbot combina mundos
sonoros contemporáneos con grandes melodías, a la manera de los grandes ballets
del siglo XIX. La escenografía imaginativa y visualmente deslumbrante de Bob Crowley se vale de todo tipò de
recursos para hacer que el Pais de las Maravillas resulte maravillosamente
real.
Alicia conoce a una serie de personajes
extraordinarios e inmediatamente reconocibles… desde la excitable Reina de Corazones (Madre Kristina Lind) ,- que interpreta una
curiosa parodia del Adagio de la Rosa de
La Bella Durmiente-, hasta un cuerpo
de baile de naipes, una sinuosa orugay un sombrerero loco que baila claqué (Jonah Cook . Asimismo existe en la obra
un trasfondo más sombrío: una cocina de pesadilla, una enloquecida reunión para
tomar el té, un bebé ensangrentado que va de brazo en brazo…
Laurretta
Summerscales (Alicia) afirmó en su dia: “ El ballet es
una forma de expresarte y de llevar a la audiencia a otro lugar, alejar al
público de su vida cotidiana, el bailarín debe tener esto siempre presente. Es
algo muy especial.”. Ella ha sido elegida para el rol de Alicia y ciertamente
cumple con todas las expectativas tanto artísticas como de técnica danzaría.
Ella contagia al público su alegría y curiosidad y hace posible y creíble la
magia de una experiencia irreal.
Spartacus
Coreografía de Yuri Grigorovich
Música de Aram Chatschsturjan
Ballet
del Teatro de la Ópera de Múnich
La quintaesencia de la coreografía soviética,
Spartacus de Grigorovich, muestra la
rebelión de los esclavos romanos ante sus opresores, en esta obra de enorme envergadura la compañía de danza
alemana arrolla con fuerza y desarrolla
una gran energía para integrarse totalmente en su fuerza emocional.
La música de Chatschsturjan posee elementos
heroicos y festivos, maravilloso sentido del ritmo, intensidad y ágil
desarrollo de los temas musicales. Comentaba sobre ella el autor: “Es
sorprendentemente bailable y sencilla de ser convertida en danza y hace nacer
de manera instantánea una serie de imágenes plásticas muy variadas, provoca e
inspira movimiento”.
Jonah
Acosta (Spartacus),
Virtuoso bailarín cubano, lanza con potencia su cuerpo
y ejecuta enormes saltos y vertiginosos giros con un eje perfecto. Todo ello
nos muestra gran parte de la Escuela de Ballet Cubana. Dentro de la
monumentalidad de la coreografía, él encuentra la forma de expresar la angustia
que se encuentra en su interior por la situación que le ha tocado vivir. Debe
luchar por su libertad y la de los suyos aún sabiendo que su vida está en
peligro. En el Pas de Deux con su
esposa Phrygia (Lauretta Summerscales), él crea una fusión perfecta y ejecuta uno
de los momentos más difíciles para un partenaire,
sujetarla en el aire con una sola mano, desafiando la gravedad y caminando
lentamente…¡ impresionante!
Jinhao
Zkang (Crassus) se
divierte sobremanera confirmando su reputación de “chico malo” y muestra su
perverso orgullo actuando maliciosamente contra los esclavos y contra sus
propias tropas.Su concubina Aegina ( Prisca
Zeisel), lasciva, peligrosa, busca su propio interés y manipula
sutilmente para obtener lo que desea.
Ballet escrito en lenguaje contemporáneo
repleto de situaciones dramáticas que emocionan al público. La danza como
tremenda emoción del pensamiento
Ana Karenina
22-4-2018
Ksenia Ryzhkova (Foto: W.H.) |
Ballet basado en el libro de Lew N. Tolstoi
Coreografía de Christian Spuck
Música de Sergej
Rachmaninow, Witold Lutoslawski, Sulkhansintzadze y Josef Bardanashvili
Ballet
del Teatro de la Ópera de Múnich
Obra estrenada en Zurich en el 2014 y cuya
premier en Munich fue el pasado 19 de noviembre de 2017 entrando, a partir de
entonces, a formar parte de su
repertorio.
Literatura realista a la que pertenecen tantas
novelas del siglo XIX donde sus protagonistas femeninas se enfrentan al gran
dilema de tener que escoger entre su honor o cometer suicidio, entre el deber y
la rebelión, entre las convenciones sociales y la pasión.
En el contexto del invierno ruso, espacios
cubiertos de nieve, bosques helados, los legendarios bailes de la alta sociedad
de San Petersburgo, los personajes se hallan tan perdidos en su vida real como
lo están en la vacía frialdad de sus palacios. Las proyecciones en video nos
anticipan la tragedia final, los bailarines argumentan y besan, aman y odian
La fuerza dramática de Ana(Ksenia Ryzhkova) se
pone al servicio del conflicto que sufre en su interior , debe escoger entre su
frio marido Alexei (Erik Murzagaliyev) y su querido hijo, y su apuesto amante Alexej Wronski (Matthew Golding). La agonía que Ana sufre al ser privada de ver a
su adorado hijo la lleva a cometer el peor de los crímenes… el suicidio.
Excepcional vestuario cuyo diseño lleva a cabo
Emma Ryott, da una gran categoría a
la obra y vistosidad a la coreografía.
La merecida reputación de la BallettFestwoche se fundamenta en el
enorme éxito de sus producciones, siempre imaginativas y relevantes. Tradición,
continuidad y un repertorio impresionante hacen del Teatro de la Ópera de
Múnich un lugar imprescindible para los amantes de la Opera y el Ballet.
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