Ángel Corella y Natalia Tapia con Ara Malikian y miembros de su Orquesta en el Tejado. Foto: Josep Guindo |
Dos artistas excepcionales, cada uno en su disciplina,
ofrecen un espectáculo único con el que el público comulga desde el mismo
instante en que se abre el telón. A+A, Ángel Corella y Ara Malikian, más cinco
músicos y cinco bailarines, una docena de artistas en escena para ver la música
y oír la danza.
Carolina Masjuan
Ángel Corella y Russell Ducker con los músicos. Foto: Josep Guindo |
Y nadie defrauda, todos tocan y bailan al más alto nivel. Ángel está sensacional, esa elegancia innata, este acabado perfecto en sus piruetas, virtuosas e increíbles como siempre, ese movimiento de brazos y torso inconfundible, ese carisma, esa forma de transmitir y de conectar, el mejor Ángel que se despide de nosotros y lo hace con toda su alma y en sus mejores condiciones.
Y con él sus bailarines, cinco de los magníficos
artistas que han formado parte de su elenco, esa maravillosa compañía, efímera
ilusión de muchos: Carmen Corella, bella y sensible, Kazuko Omori, radiante y
sublime, Natalia Tapia, mamá de dos preciosos retoños que conserva esa técnica
asombrosa a la que nos ha tenido acostumbrados y ellos, Dayron Vera con su
espectacular poderío cubano y Russel Ducker, poseedor de esa elegancia inglesa
innata, los cinco acompañantes de Ángel, bailarines principales todos, a los
que el público no deja de ovacionar.
Dayron Vera. Foto: Josep Guindo |
Y la música, claro, el
genial Ara al frente, con Humberto Armas, viola y director de orquesta como
segundo de a bordo y el resto de componentes de “La orquesta en el Tejado”,
magníficos siguiendo a su arrollador director.
Así que no hay duda,
vamos a vibrar, vamos a contagiarnos de esa energía que emana del escenario,
con algún momento de asueto en forma de delicado paso a dos, pero
fundamentalmente vamos a gozar de buena música y buena danza ¿Cómo resisten?
¿Cómo consiguen, músicos y bailarines, noche tras noche, estar al máximo y
aguantar unas funciones en las que se sucede ese derroche de virtuosismo, fundamentalmente
por parte de los bailarines? Grand jetés, deboulés, piruettes dobles,
triples, cuádruples, fuetés, atitudes, arabesques, tours en l’air,
rizando el rizo, a la izquierda, a la derecha, pasos y más pasos, rápidos, sin
parar, y todo se transmite con una facilidad y un carisma asombrosos ¡Qué
gozada! ¡Qué lástima que nos quede tan poco tiempo ya….!
Natalia Tapia. Foto: Josep Guindo |
Los cuatro
movimientos de esta coreografía ocuparán la primera parte y tras el descanso,
abrimos con Afther the rain de Cristopher Wheeldon y música de
Arvo Pärt. El aclamado coreógrafo inglés -del que somos conocedores de varias
de sus piezas gracias a su amistad con Ángel Corella quien nos las presentó a
lo largo de estos seis años de andadura con su compañía- ha creado un paso a
dos de corte intimista y de gran dificultad técnica. Carmen Corella y Dayron
Vera están realmente magníficos.
Carmen Corella y Dayron Vera. Foto: Josep Guindo |
Ella conoce la pieza al dedillo, la bailó en
Estados Unidos muchas veces y también aquí, siendo de recuerdo especialmente
grato esas funciones en el Palau de la Música. Dayron, perfectamente
compenetrado con la bailarina, aseguró unos portés impecables. Carmen vive
la pieza de una forma tan intensa que no podemos más que quedar totalmente
subyugados. El público, también emocionado, les brindó una calurosa ovación.
Ángel Corella y Kazuko Omori. Foto: Josep Guindo |
Argon: coreografía de
Russell Ducker y música de Humberto Armas; Kazuko y Ángel ofrecen un paso a dos
de gran belleza. Son partenaires desde hace ya muchos años, desde que se empezó
a fraguar la compañía, en 2007, y la química existente se transmite en escena.
Dos bailarines en los que es totalmente perceptible el placer de bailar, en una
exquisita coreografía al servicio de dos grandes artistas.
Vortex: coreografía
de Ángel Corella y música de Joan Valent. Aquí son las dos parejas restantes
las que rebosantes de energía nos van llevando hacia el climax final, los fouetés
de Natalia nos dejan sin aliento, los tours de Dayron calientan la
escena, la clase y la elegancia de Russell y Carmen nos maravillan. El público
está totalmente entregado y enfervorizado.
Sigue A+A :
coreografía de Russell Ducker y música de Ara Malikian; Una auténtica delicia,
Ángel espectacular, desplegando lo mejor de sí mismo y con Ara siguiéndole el juego,
un toma y daca de dos auténticos cracks que enamora y hace subir la adrenalina
a unos niveles de infarto.
Russell Ducker y Kazuko Omori. Foto: Josep Guindo |
Y entre estas tres
últimas coreografías no podemos dejar de mencionar la espectacular intervención
de Ara Malikian y su orquesta. ¡¡Espectaculares!! Vibran y hacen vibrar, el
público les ovaciona larga y estruendosamente.
Como largos y estruendosos son
los aplausos finales para todos y cada uno de los artistas, pero especialmente
para Ángel Corella y Ara Malikian, dos genios de la escena, un par excepcional
que se ha juntado para este grato invento que ha sido “A+A”.
La última función, la
del domingo, obligó a la salida a escena de todo el elenco incluso cuando las
luces ya se habían encendido. El teatro hasta la bandera y el público de pie
desde hacía ya un buen rato, negándose a salir, aplaudiendo y vitoreando hasta
que de nuevo todos salieron una vez más a despedirse cariñosamente.
Nadie
quería que acabara. Por suerte nos vemos la próxima semana con “Bourbon
Street”. ¡Hasta pronto chicos!
Bailarines y músicos saludan al final de la primera parte. Foto Josep Guindo |
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