El Corsario: Jardin Animé. Foto: Dayron Vera |
El Corella Centro de Danza abrió sus puertas en la Ciudad Condal en Septiembre de 2012, cuando la compañía dirigida por Ángel Corella se estableció en Barcelona. Liderado por Carmen Corella y Dayron Vera, inmediatamente atrajo a muchos jóvenes aspirantes a bailarines venidos de toda Cataluña y del resto de España. Tras dos años de andadura, hemos tenido recientemente dos muestras de su trabajo. Y hemos de decir que nos han dejado totalmente admirados.
Carolina Masjuan
El Corsario: Sonia García, Rut Díaz y María Ramos Foto: Dayron Vera |
Por suerte estos piratas, aunque les sobrara bravura, sólo pretendían conquistar mediante lo que mejor se les da, bailar, y ciertamente nos conquistaron porque ¡cómo bailaron! Si este ballet ofrece grandes posibilidades de lucimiento a un variado elenco, dada su riqueza en papeles principales, los jóvenes alumnos de CCD no defraudaron y el numeroso público que llenaba el recinto les obsequió con constantes y numerosos aplausos.
Dado el nivel existente, los papeles principales se
repartieron en distintos elencos para cada acto. Dos Conrads: Acto I: Jaume
Deulofeu; Acto II: David Bellver y dos Medoras: Acto I: Mónica
Gómez; Acto II: Anna Pujol. Alí: Joel Selva, Gulnara:
Emma Tarragón, Lankedem: Víctor González, Birbanto:
Pau Pujol, más las preciosas odaliscas, los piratas, el magnífico Jardin
Animé, las distintas variaciones, sin olvidar al simpático Pachá, Mariano
Corella tan querido por los alumnos del centro. Un ballet que
entusiasmó por la calidad de la puesta en escena y el muy buen hacer de todos.
Paso a Tres del Corsario: Anna Pujol, David Bellver y Joel Selva Foto: Dayron Vera |
Pero evidentemente la magnificencia vino dada por el famoso
paso a tres de Medora, Conrad y Alí, en este caso Anna
Pujol, David Bellver y Joel Selva. Si el público ya estaba totalmente
conquistado, al acabar su intervención el teatro se venía abajo. Faltaba aún la
delicada parte final con el Jardin Animé. Preciosas las pequeñas con sus
tutús adornados con flores, muy buena colocación por parte de todas y magnífico
colofón para un precioso ballet en el que tan admirado e insuperable ha estado Ángel
Corella como Alí.
Mónica Gómez Medora con el Pachá, Mariano Corella Foto: Dayron Vera |
El ballet debe en gran parte sus cuatrocientos años de
existencia a diversas dinastías y entre éstas no hay que olvidar a la de los
Messerer, una familia cuyas vidas se dedicaron totalmente al ballet durante
casi un siglo. Londres fue la afortunada ciudad en la que Mikhail Messerer
se estableció y en la que consiguió que se representara de nuevo en 1960 el
ballet Class Concert.
Los antecedentes de esta pieza se remontan, como mínimo, al año 1848 cuando Bournonville creó Le Conservatoire. Muchas veces comparado con el ballet Etudes de Harold Lander que fue creado cien años más tarde, este ballet se desarrolla como una clase, empezando los bailarines a la barra, para después ocupar el centro e ir desarrollando el vocabulario clásico de pasos, saltos, giros, etc... cada vez más dificultosos pero siempre velando a mantener la pureza de líneas que debe distinguir al bailarín clásico. La concentración debe ponerse en la precisión y limpieza del trabajo de piernas, en la postura, en la ligereza del torso y la parte superior del cuerpo, en la gesticulación, cuidando especialmente los ports de bras y la colocación de la cabeza. El virtuosismo nunca debe conseguirse a costa de perder las líneas, la elegancia.
Los antecedentes de esta pieza se remontan, como mínimo, al año 1848 cuando Bournonville creó Le Conservatoire. Muchas veces comparado con el ballet Etudes de Harold Lander que fue creado cien años más tarde, este ballet se desarrolla como una clase, empezando los bailarines a la barra, para después ocupar el centro e ir desarrollando el vocabulario clásico de pasos, saltos, giros, etc... cada vez más dificultosos pero siempre velando a mantener la pureza de líneas que debe distinguir al bailarín clásico. La concentración debe ponerse en la precisión y limpieza del trabajo de piernas, en la postura, en la ligereza del torso y la parte superior del cuerpo, en la gesticulación, cuidando especialmente los ports de bras y la colocación de la cabeza. El virtuosismo nunca debe conseguirse a costa de perder las líneas, la elegancia.
Las pequeñas odaliscas y los mini Lankedem. Foto: Dayron Vera |
Como Serenade de Balanchine, fue un ballet
concebido en principio para escuelas pero que las compañías rápidamente
incorporaron a sus repertorios. Por ejemplo el Bolshoi, que a pesar de
no haberlo representado durante el largo periodo en el que permaneció bajo la
dirección de Grigorovich, sí que hizo una excepción cuando se bailó en
una versión reducida que Asaf Messerer creó para la gala de su 80avo
aniversario en 1982 y que fue bailada por bailarines de la gran compañía rusa
en giras por el extranjero, soobretodo por Maia Plisetskaya, sobrina de
Messerer.
Christopher
Weeldon, Darcy Bussell o Edward Watson del Royal
Ballet lo han bailado. También Vladimir Vassiliev, Ekaterina Maximova y Carla
Fracci lo apreciaron y existe la leyenda de numerosos retos acerca de quien
hacía más y mejores battements.
Los jóvenes bailarines normalmente desean bailarlo ya que les permite apreciar su progreso y aumentar su reputación. Cuando el Bolshoi lo repone son muchos los que renuncian a su tiempo libre para poder participar en los ensayos.
Los jóvenes bailarines normalmente desean bailarlo ya que les permite apreciar su progreso y aumentar su reputación. Cuando el Bolshoi lo repone son muchos los que renuncian a su tiempo libre para poder participar en los ensayos.
Gulnara Emma Tarragón y Lankedem Víctor González Foto: Dayron Vera |
Pues bien, éste ha sido el ballet escogido por Carmen Corella
y Dayron Vera para presentar el trabajo de su escuela en la gira que 24 de sus
mejores alumnos, están haciendo por toda Cataluña y varias ciudades del resto
España, aprovechando la programación del espectáculo "A+A" y que
finalizará en los Teatros del Canal de Madrid, dónde Ángel se despedirá
como bailarín para volver a Philadelphia, ciudad en la que está asentado como
director del Pennsylvania Ballet.
Adriana Calvo, Airi Fatjó y Laia Ruiz en Class Concert. Foto: Josep Guindo Soldevila |
Se trata de una versión reducida pero que permite apreciar
tanto lo que da de sí este ballet como, sobretodo, poder valorar justamente el
impecable trabajo y el inmenso futuro de estos jóvenes aspirantes a bailarines
profesionales. ¡Tan jóvenes y ya de gira nada más y nada menos que con Ángel
Corella y su selecto grupo de artistas! sin olvidar al carismático violinista Ara
Malikian y los músicos de su Orquesta en el Tejado (crónica de
"A+A" en Ballet y más aquí)
Es un magnífico preámbulo de espectáculo que el público celebra encantado. Al abrirse el telón, perfectamente colocadas a la barra, las pequeñas de blanco, espectacular cantera, van calentando mientras aparece una deliciosa pequeña bailarina que, con una seriedad de profesional, ejecuta diversos pasos y pone una nota de humor en una entrañable escena en la que, al no ser suficientemente considerada por las experimentadas "mayores" éstas no la dejan hacer la barra con ellas, alejándose compungida. El ballet es muy, muy, exigente tendrá que ir avanzando, año tras año, con mucho esfuerzo y dedicación para ir mejorando y alcanzar nuevos retos.
Es un magnífico preámbulo de espectáculo que el público celebra encantado. Al abrirse el telón, perfectamente colocadas a la barra, las pequeñas de blanco, espectacular cantera, van calentando mientras aparece una deliciosa pequeña bailarina que, con una seriedad de profesional, ejecuta diversos pasos y pone una nota de humor en una entrañable escena en la que, al no ser suficientemente considerada por las experimentadas "mayores" éstas no la dejan hacer la barra con ellas, alejándose compungida. El ballet es muy, muy, exigente tendrá que ir avanzando, año tras año, con mucho esfuerzo y dedicación para ir mejorando y alcanzar nuevos retos.
Class Concert. Foto: Josep Guindo Soldevila |
Tanto las niñas de blanco, como el grupo mixto de gris, ya
más mayores, algunos a punto de emprender aventuras internacionales, embelesan a
un público admirado por lo conseguido en los dos años de andadura del Corella
Centro de Danza. ¡Qué gran suerte que por lo menos la escuela permanezca en
nuestro país!
Los lazos con Ángel Corella que vendrá a dar clases magistrales,
son un atractivo más ya que probablemente permitirán interesantes intercambios
con la escuela del Ballet de Pennsylvandia, pudiendo beneficiarse ambos centros
de desarrollar nuevas técnicas y ampliar su abanico de estilos.
Esto no ha
hecho más que empezar, a pesar de tantas trabas para el ballet, aunque de
momento no tengamos compañía ni parezca que haya sensibilidad alguna para
crearla, el talento continúa existiendo, creciendo y mostrándose y la afición,
tanto de alumnos como de público, se mantiene viva, así que auguramos grandes
momentos para poder disfrutarlo, sí, también en Barcelona.
Class Concert. Carlota/Andrea, Alba/Emma/María/Victoria, Adriana/Airi/Laia y la pequeña Clöe Suari. Foto: Josep Guindo Soldevila |
Alba Semper. Class Concert. Foto: Josep Guindo Soldevila |
Class Concert. Anna Pujol, Sonia García. Foto: Josep Guindo Soldevila |
Jaume Deulofeu Conrad y Pau Pujol Birbanto. Foto: Dayron Vera |
Grupo mayores Class Concert Foto: Dayron Vera |
Grupo pequeños Class Concert Foto: Dayron Vera |
No hay comentarios:
Publicar un comentario